Vivir del amor ventura,
tú y yo, ambos un solo grito,
barajando un solo cuerpo,
tímido sueño en la bruma
sobre las alas de un beso,
cobijado por la luz
de un albo rayo de luna.
Suave música en el lecho,
ya tu desnudez resbala
por la curva de mis pechos
en dirección a la cala
donde atracar el velero
que viene prendido en llama
y quiere apagar su fuego.
Con su cómplice mirada
veo sonreír la luna,
con su carita azorada
se oculta tras unas nubes
por no pecar de indiscreta
no quiere que nadie sepa
que es concubina de amores.
Escondido tras la esquina
el pícaro amor acecha,
recostado sobre el soplo
de una lujuriosa brisa
que presume de coqueta.
Juntaremos bien las bocas
hasta beber el silencio
y frotaremos los cuerpos
hasta terminar sabiendo
en que lugar y momento
para el amor fuimos hechos.
Estrujemos del amor
con avaricia sus artes
saboreando a granel
de todos sus buenos gajos.
No dudemos disfrutar
la tersura de la piel
en el frescor de la edad,
que arrugada no podrá
gozar de la desnudez.
Bebamos a grandes tragos
de la fuente del placer,
probemos todos los caños,
nada quede sin hacer,
que no se pasen los años
sin el gozo de un querer.
Gocemos nuestra esbeltez
sin tapujos, sin amagos,
antes de que la vejez
nos haga con ella estragos
Van las lenguas desbocadas
como yeguas a tropel,
para ellas misión sagrada
por las curvas recorrer
hasta encontrar la antesala
en donde espera el placer.
Secretos no quedan ya
ni un rincón por conocer
y tiembla la madrugada
cuando resbala tu sexo
sobre mi alba candidez.
Y nada será la vida
nada si en ella no ondea
el amor y su bandera,
será del todo perdida
para aquel que así no vea
que amor es la única senda
que hacia la gloria nos lleva.
