sábado, 16 de septiembre de 2017

y Refugiados y libertades nosotros también lo fuimos











Salieron una mañana
echando la manta al cuello,
en su cara el regomello
bajo la boina de pana.
Tenían la idea sana
de encontrar terrenos nuevos,
los suyos eran malevos
soplaban muy mal los vientos,
para quien su pensamientos
a otros tocaban los huevos.

Hoy me dio por recordar
que así le tocó a mi abuelo,
tuvo que dejar su suelo,
le obligaron a emigrar.
Se vio forzado a marchar
por pensar de otra manera,
buscando tierra extranjera
donde pudiera tener
sin tenerse que esconder
una charla con cualquiera.

Hoy la vida reaviva
y hay en mis ojos destello
al recordar todo aquello
de una lágrima furtiva.
De no entender la misiva;
¡Podrás tener tus razones
mas no toques los riñones
de las gentes del gobierno,
harán tu vida un infierno
cortándote los cojones!

Sufro cuando pienso en ello
veo que se sigue igual,
¡la cosa pinta muy mal!
¿Por qué se tiran al cuello,
por qué no gustará el sello
de quien de otro modo piensa?
Y una soledad inmensa
inunda todo mi ser,
¡quizás pueda parecer
que pensar libre...es ofensa!

Los motivos son dispares
del porqué ser refugiado
pero ya hemos olvidado
que también cruzamos mares
dejando nuestros hogares
entre lágrimas y enojos.
No pongamos pues cerrojos
a tanta gente inocente
que busca amor de otra gente
y no que cierren los ojos.

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