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domingo, 24 de septiembre de 2017

L Al 14 de febrero II. De cuentos de la Gertrudis







Te pienso con avaricia
ser tu sueño es mi deseo
y el potro alazán que veo
quiero sea mi delicia.
¡Quiero sentir su caricia
cabalgando por mis senos!
Libre sin brida ni frenos
derramando su bravura
en la jugosa ranura
entre mis muslos serenos.

Pero esto no podrá ser
sin el favor de Cupido
ese niño presumido
que nunca me viene a ver.
Un ruego tendré que hacer
para llamar su atención,
preciso ya un revolcón
pediré lance su flecha
y que abra una buena brecha
en un mozo resultón.

Dime por favor Cupido;
canijo niño malvado
que de mí te has olvidado
y creo no es por descuido.
Ya por favor te lo pido
para que alguien diga sí,
preciso mucho de ti
¡y esto ya no puede ser!
Quiero sentir el placer
de que suspiren por mí.

Venga... no seas ingrato
necesito ya el calor,
poder gozar del amor
¡qué a pajotes yo me mato!
Eso es un gran desacato
e imploro por que alguien meta
su churro en la húmeda grieta
donde mana el chocolate,
no dejes más que me mate
a golpes de mano preta.


lunes, 28 de agosto de 2017

M Al 14 de Febrero






Pronto vendrá ya Cupido
con el arco bajo el brazo,
con su raro ramalazo,
pinta bien, de niño fino.

En mi corta juventud,
disparó solo una vez
era aún tierna mi tez
pero dura la testuz.

En todo el centro del pecho
al Maki lanzó una flecha
que clavó toda derecha,
¡llevaba mi nombre puesto!

Desde entonces nos visita
los catorce de febrero,
el Maki estrena sombrero
y yo un sostén de revista.

Cuarenta y seis años ya
y parece que fue ayer,
casi no puedo creer
en tanta felicidad.

Doy las gracias a Cupido
por lo bien que se portó.
Con nosotros si acertó
ese niño tan divino.

La casa llenó de agrado,
siete chicos, cuatro chicas,
¡tiene el Maki un as de picas!
 ¡qué nunca falló el disparo!