martes, 31 de enero de 2017

El amor y el pájaro



Sin esquema de rima ni de métrica,
lo cual no significa que sea verso libre.
Es clásica con versos polimétricos.

El Amor y el Pájaro

Sin esquema de rima ni de métrica,
lo cual no significa que sea verso libre.
Es clásica con versos polimétricos.

El Amor y el Pájaro en un mismo vuelo, 
del amor hablaban.

El Verso y el Trino al run run trinaban
en el cielo azul del candor del alma.

La pasión y el ave a la vez buscaban
el nido de luz que prende la llama.

Bálsamo para el corazón, 
aliento y calma.
Viviendo la pasión en su momento,
haciendo del amor razón, 
y llenando de paz el alma
con sueños robados al viento.

Con cada verso hay un poema, 
con cada caricia una rama,
y rama a rama, sueño a sueño, 
se hace una escalera de versos,
con esa música que  arde, 
al arder en la boca un beso.

Y el Amor junto el Pájaro,
en su mágico vuelo
con el amor soñaban, 
mientras hablaba el alma,
como solo el alma, hablar sabe,
susurrando pasiones sin agravio,
haciendo que el amor 
nos parezca un milagro.

Y el Amor junto al Pájaro,
con idéntico sueño ambos soñaban.


sábado, 28 de enero de 2017

W M Elegía o una letras para Miguel





Vídeo declamado


Como el rayo que no cesa
supiste llorar al viento
con esa hermosa elegía
para tu amigo Ramón.

¿Y quién a ti Miguel?
¿Quién a ti, te lloró ?
¿las cebollas de la nana?
¿ellas tan solo quizás?
mientras mecían la cuna
donde se cebaba el sueño.

Si te lloraron Miguel
aceituneros altivos
y andaluces de Jaén
con sus albarcas desiertas
y te lloraron también
bueyes que nunca medraron
en los páramos de España,
ellos también te lloraron
al sentir sobre sus rostros
helados vientos del pueblo
que azotaban caras frescas
de aquellos niños yunteros
que antes de ser hombres fueron
hijos de luces y sombras,
que se bebieron a sorbos
los silencios de metal
graves, tristes y sonoros.

Te llegó tan hondo el beso
que aquella tu madre España,
hizo de tus huesos penas
cual carnívoro cuchillo
en el día de matanza,
dejando tu corazón
como una naranja helada
que solamente buscaba
vivir por la libertad,
sembrando las esperanzas
de tantos sueños perdidos
que se murieron al alba.

Y tú, umbrío por la pena
desgarrado, casi bruno,
te perdiste en la mañana,
dejándonos en los rostros
amargo sabor a llanto
y las almas desoladas.

Aquel fatídico y triste
día veintiocho de marzo
vino la luz a buscarte
para llevarte a la gloria,
a lomos de un rayo blanco
cabalgaste a las estrellas
cargado con tres heridas
la de muerte traicionera,
la amargura del amor
y la ingrata de la vida.​

viernes, 27 de enero de 2017

y Esto es lo que hay...




Ataúd... 
de negro, oscuro tapiz, hecho en madera de pino,
sobre la tapa una cruz, en el fondo yace un sueño,
de un aterrado color y una expresión de misterio
elevando al cielo un llanto, pidiendo una explicación.
.
A hombros se lo va llevando camino del cementerio
el hacia atrás va mirando ¡atrás se quedan sus predios!
la rabia le va mordiendo ¡tanto que luchó por ellos,
para tener que dejarlos, en manos de leguleyos.
.
Ya le tiran paletadas de tierra sobre la tapa,
y no se ve ya la cruz, que lucía en oro y grana.
.
Los hombres se van marchando solo queda el cementerio,
el mira a su alrededor solo ve llantos de sueños
y una fila de cipreses cual pretorianos de guardia,
que muy atentos vigilan que no se salgan los muertos.
.
Atrás se queda también, en dos cruces apoyada,
la Muerte con su sonrisa, con esa eterna sonrisa
que cuelga sobre sus labios y entre susurros diciendo;
¡"Si alguien quiere explicaciones, pregunte al maestro armero,
yo tan solo me limito a dirigir el concierto
y a cumplir con mis labores"!







jueves, 26 de enero de 2017

L Romance al vino




Secretos no guarda en sobre,
hasta el mudo con vino habla,
¿pero dónde queda el hombre?
¿dónde? cuando el vino calla.

Lanzando gritos de fiesta,
abre bocas y gargantas,
alegra el vino la cresta
y da calor en el alma.

Cobardes muda imprudentes,
dando lustre a las palabras,
pero cuando no convencen
sacan brillo a las navajas.

¿Y dónde se queda el hombre?
¿dónde? cuando el vino acaba?
se terminan los valientes
si no es, el vino quien habla.

Y presumen de talento
porque les crece la labia,
volverán a ser jumentos
cuando el vino pierda flama.

Glorias sueñan con el vino,
entre su pecho y espalda,
que se volverán espino
cuando llegue la resaca.

Quien hace templo del vino,
la cabeza no levanta
será por siempre un perdido
y de los buitres carnaza.

Como pozo tumbapenas,
lo disfrazan de coraza
para ahogar sus miserias
cuando el cobarde no alcanza.

Suele ser mal consejero,
con su calor en la panza
va metiendo miedo al miedo,

si es el vino quien baraja.


Porque nadie encuentra al hombre
cuando el vino se le acaba,
en sus calzones se esconde
si no es el vino quien habla.

¿Y dónde? 
¿en dónde encontrar al hombre?
cuando es el vino quién habla,
¿y dónde?
¿en dónde encontrar al hombre?
 cuando ya el vino se acaba.


lunes, 23 de enero de 2017

Z X W La petaca o crónica de una muerte anunciada







Vídeo declamado


Vídeo personalizado

Crónica de una muerte anunciada
(Título copiado a Gabriel García Márquez)

Cuento a la vieja usanza

Ya que empiezas a leer tengo que decirte algo;
prisa no habrás de tener ya que este cuento es más largo
que dos días sin comer.

Te lo cuento como fue; en la provincia de Soria
la aldea los Mangarranas, a eso de las siete y media
cuando el señor cura se iba listo para abrir la iglesia,
le dio un ataque de tos, que temblaron las campanas,
tan fuerte tuvo que ser que del golpe se quedó
redondo, hecho un ovillo en el suelo espatarrao,
los ojos de pajaríco, las manos en la cartera,
tieso como un bacalao.

-Hay que llamar otro cura. Dijo el Blas en el concejo,
(el Blas estaba de alcalde, no por rico ni por listo
sino por ser el más bestia a treinta leguas del predio
y que se hacía entender por dar hostias como panes,
los pillos se acojonaban al ver sus manos tan grandes)
-Lo mandaremos llamar y ya que el pueblo está lejos
enviaremos mi zagal para que lo traiga presto,
no se pierda en el pinar. ¡Juanico vete pal pueblo
tráete al cura pacá!

Cogiendo manta y la burra un chorizo y medio pan,
navaja pipirranera, de vino lleno el morral,
por si acaso el frío aprieta, que nunca estará de más
y en encomendarse a Dios, pallá que se fue el zagal,
por el camino la acequia por ser el que cunde más.

Llegó a media mañana, se presentó al señor cura
muy adusto y muy formal. -Soy Juanico señor cura,
de aldea Los Mangarranas, con el mote de "el cansino"
me conocen mucho más, hijo del señor alcalde
y la señora Piedad, he venío pa´ buscarle,
no se vaya a extraviar o ir a caer a las manos
de Paco el del melonar, un ladrón de los caminos
que ronda por el lugar.

Puso el cura sus sotanas en un hatillo de liar,
metiendo también en él las ostias pa´ consagrar
un chisquero ya muy viejo, la petaca pa´ fumar,
petaca en cuero bordado (regalo de su mamá)
un librillo de papel, la estola de los domingos
cuatro o cinco cosas más y un buen pedazo de queso
que guardaba en el corral.

A la media hora de andar cansado ya del camino
sacó el cura la petaca con la idea de fumar,
el Juanico que la vió, ¡los ojos le fueron detrás!
-¡uf! por Dios, vaya petaca, me la tiene usté que dar!»
-Va a a ser que no, Juanico es regalo de mi madre,
no la pienso regalar.

Como no os quiero cansar os diré que en el camino
la pidió diez veces más. ¡Hasta los huevos el cura
de tan cansino zagal! En llegando ya a la casa,
para dejar a la burra entraron por el corral
que está lleno de conejos y otros cuatro bichos más
dos marranas, un chotillo y la mula pa´ labrar.

Por lo tardío de la hora quedose el cura a cenar,
allá en mitad de la cena, vuelve de nuevo el zagal
a decirle al señor cura; -Señor cura la petaca
me tié usté que regalar. -Harto me tienes chaval,
que ya te dije que no, ¡qué no te la pienso dar!
Así por dos o tres veces, ¡era cansino el zagal!

Siendo como era ya tarde, se quedó el cura a dormir
en un cuarto que al efecto se preparó en el zaguán,
que hay encima de la cuadra, justo al lado del pajar
y que al calor de las bestias, pues no era muy mal lugar.
-Duerma a gusto señor cura y mañana Dios dirá!
Se oyó que le dijo el Blas.

Hechose el cura a dormir sin quitarse la sotana,
de tan cansado que estaba ni se quiso desnudar,
a media hora ¡casi escasa! un golpear en la puerta
puso freno a su roncar, -Señor cura soy Juanico
no se vaya usté a olvidar que ha de darme la petaca.
-¡Vete a la mierda zagal, déjame dormir en paz!

Así transcurrió la noche, a cada hora y sin parar
esta el Juanico en la puerta, -Señor cura, señor cura
no se vaya usté a olvidar, antes de marcharse usté
la petaca me ha de dar.

A las tres de la mañana, en otra visita más,
cogió el cura la petaca, que al acostarse dejó
encima de la mesita junto al papel de fumar
y aquel chisquero de yesca (de esos que no quedan ya)
y con ganas de matarlo la tiró contra el zagal,
-¡Toma la petaca niño déjame dormir en paz
metetela por el culo, a ver si revientas ya!

En la mañana temprano, los ojos como pimientos,
recogió el cura su hatillo y dos gallinas muy viejas
regalo de la Piedad, pa´ que se hiciera un buen caldo,
que el frío apretaba ya.

Emprendió el cura camino con mas sueño que un gañán
y en dirección a la iglesia que está tal y cual se baja
por las cuestas del Colás, iba el cura echando sierpes
contra el cansino zagal, que le jodió la petaca
regalo de su mamá.

Tomó el cura ya aposento en la casa parroquial,
le esperaba la Jacinta, una mujer muy cabal,
aunque ya entradica en años, estaba de buen mirar,
hermana del anterior, (aquel cura fallecido,
el del ataque de tos, que se quedó hecho un ovillo,
¡qué Dios le tenga en su paz!), buena moza y servicial
que ayudaba en las labores y hacía de sacristán,
ya que los hombres del pueblo no eran del mucho rezar

Fueron pasando los días, entre sermón y sermón,
algún tute en el casino, una partida al billar
y buenos tragos de vino o confesando a las viejas,
o acristianando un zagal.

El día de San Manuel, en acabando la misa
entró una mocica guapa, Paquilla la del morral,
la más chica del Honorio, que lo debes conocer,
el marío de la Virtudes, la prima del tío Juan,
¿cómo qué no la conoces? ¡Virtudes! la que decían
que si se casó preñá, el caso es que la chiquilla
no se vino a confesar, vino a pedirle su ayuda
por lo que os voy a contar:

-Ayúdeme Don Anselmo, (así se llamaba el cura,
según creo recordar) que me he echao yo un novio
que no para de tocar buscando lo que usté piensa
y yo no le se explicar y sepa usté señor cura
que yo antes del matrimonio no se lo pienso entregar,
que no es de buena mujer y yo soy mocica honrá.

-Como Dios manda hija mía; ¡pues no faltaría más!
dime quien es el rapaz, tendré una charla con él
y no temas ya por tu honra que yo lo voy a arreglar,
hablaré con el zanguango, haciéndole razonar
o le arrancaré la piel, ¡si no entra con el misal
con la garrota entrará! ¡vaya si razonará!

-Muchas gracias Don Anselmo, que alegría usté me da,
el Juanico el del alcalde y la señora Piedad,
es el mocico que quiere robarme la mocedad,
sin haber hecho los votos ni pasar por el altar.
-Se puso el cura a temblar; ¡Nooooo! ¡Ay Dios mío, 
ay Dios mío, puedes darte por follá!



Crónica de una muerte anunciada
(Título copiado a Gabriel García Márquez)


Cuento a la vieja usanza


Ya que empiezas a leer
tengo que decirte algo;
prisa no habrás de tener
ya que este cuento es más largo
que dos días sin comer.

Te lo cuento como fue,
en la provincia de Soria
la aldea los Mangarranas,
a eso de las siete y media
cuando el señor cura se iba
listo para abrir la iglesia,
le dio un ataque de tos,
que temblaron las campanas,
tan fuerte tuvo que ser
que del golpe se quedó
redondo, hecho un ovillo
en el suelo espatarrao,
los ojos de pajaríco,
las manos en la cartera,
tieso como un bacalao.

-Hay que llamar otro cura.
Dijo el Blas en el concejo,
(el Blas estaba de alcalde,
no por rico ni por listo
sino por ser el más bestia
a treinta leguas del predio
y que se hacía entender
por dar hostias como panes,
los pillos se acojonaban
al ver sus manos tan grandes)
-Lo mandaremos llamar
y ya que el pueblo está lejos
enviaremos mi zagal
para que lo traiga presto,
no se pierda en el pinar.
¡Juanico vete pal pueblo
tráete al cura pacá!

Cogiendo manta y la burra
un chorizo y medio pan,
navaja pipirranera
de vino lleno el morral,
por si acaso el frío aprieta,
que nunca estará de más
y en encomendarse a Dios
pallá que se fue el zagal,
por el camino la acequia
por ser el que cunde más.

Llegó a media mañana,
se presentó al señor cura
muy adusto y muy formal.
-Soy Juanico señor cura,
de aldea Los Mangarranas,
con el mote de "el cansino"
me conocen mucho más,
hijo del señor alcalde
y la señora Piedad,
he venío pa´ buscarle,
no se vaya a extraviar
o ir a caer a las manos
de Paco el del melonar,
un ladrón de los caminos
que ronda por el lugar.

Puso el cura sus sotanas
en un hatillo de liar,
metiendo también en él
las ostias pa´ consagrar
un chisquero ya muy viejo,
la petaca pa´ fumar,
petaca en cuero bordado
(regalo de su mamá)
un librillo de papel,
la estola de los domingos
cuatro o cinco cosas más
y un buen pedazo de queso
que guardaba en el corral.

A la media hora de andar
cansado ya del camino
sacó el cura la petaca
con la idea de fumar,
el Juanico que la vió
¡los ojos le fueron detrás!
-¡uf! por Dios, vaya petaca
me la tiene usté que dar!»
-Va a a ser que no, Juanico
es regalo de mi madre,
no la pienso regalar.

Como no os quiero cansar
os diré que en el camino
la pidió diez veces más.
¡Hasta los huevos el cura
de tan cansino zagal!
En llegando ya a la casa,
para dejar a la burra
entraron por el corral
que está lleno de conejos
y otros cuatro bichos más
dos marranas, un chotillo,
y la mula pa´ labrar.

Por lo tardío de la hora
quedose el cura a cenar,
allá en mitad de la cena
vuelve de nuevo el zagal
a decirle al señor cura;
-Señor cura la petaca
me tié usté que regalar.
-Harto me tienes chaval,
que ya te dije que no,
¡qué no te la pienso dar!
Así por dos o tres veces,
¡era cansino el zagal!

Siendo como era ya tarde,
se quedó el cura a dormir
en un cuarto que al efecto
se preparó en el zaguán,
que hay encima de la cuadra
justo al lado del pajar
y que al calor de las bestias
pues no era muy mal lugar.
-Duerma a gusto señor cura
y mañana Dios dirá!
Se oyó que le dijo el Blas.

Hechose el cura a dormir
sin quitarse la sotana
de tan cansado que estaba,
ni se quiso desnudar,
a media hora ¡casi escasa!
un golpear en la puerta
puso freno a su roncar,
-Señor cura soy Juanico
no se vaya usté a olvidar
que ha de darme la petaca.
-¡Vete a la mierda zagal
déjame dormir en paz!

Así transcurrió la noche
a cada hora y sin parar
esta el Juanico en la puerta,
-Señor cura, señor cura
no se vaya usté a olvidar
antes de marcharse usté
la petaca me ha de dar.

A las tres de la mañana,
en otra visita más,
cogió el cura la petaca
que al acostarse dejó
encima de la mesita
junto al papel de fumar
y aquel chisquero de yesca
(de esos que no quedan ya)
y con ganas de matarlo
la tiró contra el zagal
-¡Toma la petaca niño
déjame dormir en paz
metetela por el culo
a ver si revientas ya!

En la mañana temprano,
los ojos como pimientos,
recogió el cura su hatillo
y dos gallinas muy viejas
regalo de la Piedad,
pa´ que se hiciera un buen caldo,
que el frío apretaba ya.

Emprendió el cura camino
con mas sueño que un gañán
y en dirección a la iglesia
que está tal y cual se baja
por las cuestas del Colás,
iba el cura echando sierpes
contra el cansino zagal,
que le jodió la petaca
regalo de su mamá.

Tomó el cura ya aposento
en la casa parroquial,
le esperaba la Jacinta,
una mujer muy cabal,
aunque ya entradica en años
estaba de buen mirar,
hermana del anterior,
(aquel cura fallecido,
el del ataque de tos,
que se quedó hecho un ovillo,
¡qué Dios le tenga en su paz!),
buena moza y servicial
que ayudaba en las labores
y hacía de sacristán,
ya que los hombres del pueblo
no eran del mucho rezar

Fueron pasando los días,
entre sermón y sermón,
algún tute en el casino,
una partida al billar
y buenos tragos de vino
o confesando a las viejas,
o acristianando un zagal.

El día de San Manuel,
en acabando la misa
entró una mocica guapa,
Paquilla la del morral,
la más chica del Honorio,
que lo debes conocer,
el marío de la Virtudes,
la prima del tío Juan,
¿cómo qué no la conoces?
¡Virtudes! la que decían
que si se casó preñá,
el caso es que la chiquilla
no se vino a confesar
vino a pedirle su ayuda
por lo que os voy a contar:

-Ayúdeme Don Anselmo,
(así se llamaba el cura,
según creo recordar)
que me he echao yo un novio
que no para de tocar
buscando lo que usté piensa
y yo no le se explicar
y sepa usté señor cura
que yo antes del matrimonio
no se lo pienso entregar
que no es de buena mujer
y yo soy mocica honrá.

-Como Dios manda hija mía;
¡pues no faltaría más!
dime quien es el rapaz
tendré una charla con él
y no temas ya por tu honra
que yo lo voy a arreglar,
hablaré con el zanguango
haciéndole razonar
o le arrancaré la piel,
¡si no entra con el misal
con la garrota entrará!
¡vaya si razonará!

-Muchas gracias Don Anselmo
que alegría usté me da,
el Juanico el del alcalde
y la señora Piedad,
es el mocico que quiere
robarme la mocedad,
sin haber hecho los votos
ni pasar por el altar.
-Se puso el cura a temblar;
¡Nooooo! ¡Ay Dios mío, ay Dios mío,
puedes darte por follá!

domingo, 22 de enero de 2017

c Un ramito de violetas. A Doña Rita Barberá

Con todo mi respeto a Doña Rita Barberá en todo y en cuanto a como todo ser humano se merece. (alcaldesa de Valencia ya fallecida D.E.P.)
Este vídeo es anterior a su fallecimiento.



jueves, 19 de enero de 2017

L De poemas con Ángel El Rey de Texas, folletin gitano. Ángel Blasco y M B Ibáñez



De mis poemas con Ángel Blasco

Está cansando el Rey de Texas,
del mundo de los blancos.
Ya llega la policía y los bomberos
a recibir con laureles al rey de texas,
a su ventana.

Trajó mariposas en la garganta
por un jornal robado.
entró por la puerta del piso,
haciendo equilibrio entre las palmas,
para poner el Rey,
su amarga queja en el canto.

Da el Rey al fuego unas monedas
que se funden como la noche con las estrellas.
Entre los rotos palets bailan los gitanos de texas,
antes de acabar las tablas en el fuego.

Olvidando el Rey,
que al levantar las sábanas esa mañana,
estaban llenas de escarcha,
y tenía la cintura estrangulada.
¡Ay, Rey de Texas! 
Que no tienes carro, cabra, ni monte,
ni te ampara la ley.

Eres Rey de un jornal robado como el blanco.
Y la luna está oculta de tu mirada,
tras las luces amarillas de las farolas
que dejan el cielo negro como los pozos y los calabozos.
“¡Ay, Rey de texas!
¿ A qué tanto progreso, tanto piso del estado?
¿ A qué tanta escuela, tanta educación?
Si de las paredes baja hielo
de un planeta sin nombre”.

Le están diciendo las cosas
que tienen atrapado al Rey de Texas
mientras arde la casa
y todo vuela libre por el aire,
entre la indiferencia y malicia de la gente 
que pasa y mira a su Rey.

Ángel Blasco

II

Corren los caracoles
por las rojas paredes de barro,
cucarachas en desbandada
se dirigen hacia el norte
a buscar la brisa fresca
del barrio del Carbonaire.

Desde lo alto del Pipa 
al otro lado del Belcaire
mirando con ojos de sapo,
grita Diogenes desdentado;
¡fuego! ¡Fuego, 
se esta quemando el poblado!

Huyen por patas las retamas 
recogiendo en su marcha los tomillos, 
dejando atrás las aliagas,
ya cruza el fuego los puentes,
San José tiembla en las grutas,
las barcas cueva hacia dentro
buscan alivio en las aguas.

En una curva del silencio
gritan los gitanos chicos;
¡arde Texas “aguelo” arde Texas “aguelo”
llama al rey de los gitanos,
se está quemando su pueblo!

Quizás no vuelvan jamás
aquellas oscuras golondrinas,
que marcharon buscando el sur
para guiar las pateras
a estos prados de ilusión,
donde se visten los sueños
con un traje de lunares
rasgado por los espinos
de alambradas cerebrales
que desgarran los sentidos.
Pero si volverán Ángel
alguna mañana de abril
a cantar los ruiseñores 
apoyando las patitas
en la mira de un fusil.
¡Estos si volverán!

Mercedes Bou Ibáñez


martes, 17 de enero de 2017

Seguidillas al amor




Ya se puso la aurora,
su traje nuevo,
comenzando a brotar,
de amor un sueño.

Ya llegaron los locos
¡siempre soñando!
conquistar con sus versos
el sueño amado.

El amor es un reto
en almas fuertes,
yo que soy muy cobarde
muero por verte.

El amor es entrega,
es darlo todo
y yo soy toda tuya 
en cada poro.

El amor es ternura
tú ya lo sabes,
pero tú has de ser fuerte
cuando me abraces.

El amor es respeto
somos iguales,
si dices que me quieres
no me maltrates.

El amor es un sueño
que nos da vida
y con el alcanzamos
la luz que brilla.

El amor es locura
que nos alegra,
pinta en rosa el camino
verde la yerba.

El amor es eterno
nunca se olvida,
y los años no borran
primeras citas.

El amor eres tú
cuando te tengo
y cautiva en tus brazos
soñando duermo.

Hay algunos que dicen
que Amor es ciego
pero lanza su dardo
y acierta en pleno.

lunes, 16 de enero de 2017

X Sea el poeta la voz




I
.
Ya me dispongo a cantar
sobre la vida que pesa,
con martirio que no cesa
este siempre sin vivir
que más parece un morir
si la vida no te besa.
.
Mal se comporta la vida
con aquel que la defiende
las más de veces ofende
a quien de ella no se queja
y de la gloria lo aleja,
el verlo sufrir pretende.
.
A golpe de una payada
diré que solo pretendo
el ir al mundo diciendo
que no perdamos esencia
que el poeta con su ciencia
reflexiones vaya haciendo.
.
No canten solo de amores
eso ya, lo hace cualquiera,
sea el poeta una fiera,
de injusticias pregonero
poniendo todo su esmero
a ver si el pueblo se entera.
.
Si el que canta no se implica,
el pobre seguirá pobre
no luchará por su cobre
por vivir en la ignorancia,
sáquenle de su lactancia
y pueda engordar su sobre.
.
El pobre no necesita
ayuda pa´ la jodienda
pero si de quién defienda
de las leyes sus derechos,
sea el poeta y sus hechos
quien le ayude pa´ que entienda.
.
Así que menos de amores
y a jugarse la pelleja,
poeta no hagas de vieja
que solo versa de flores
grita de los sinsabores,
¡qué tu voz sea una queja!.
.
Que no te tiemble la pluma
al versar las injusticias
estas también son delicias
y hacen un lindo versar
ayudando a razonar
descubriendo las malicias.
.
Sé poeta voz del viento,
un luchador incansable
critica lo inconfesable,
y que todo el mundo sepa,
que a nadie duda le quepa
que tu pluma es inviolable.
.
Sé la pluma pregonera
de injusticias y miserias
que no todo han de ser ferias
de gallardetes y globos.
andan sueltos muchos lobos
que nos sangran las arterias.
.
II
.
El poeta es un ente que vive asomado 
a la  ventana abierta del mundo 
que ve  reflejado a su alrededor; 
va tomando conciencia de las sensaciones y reflejos 
que se van formando en su alma 
y convierte esas sensaciones en sentimientos 
y esos sentimientos en letras
que transmite con su pluma al papel,
quien sepa encontrar ese reflejo entre sus versos, 
accederá al espacio íntimo del ser. 
Los versos  podrán lograr 
que esa experiencia llegue a ser compartida por los lectores. 
Pero nunca será una  garantía que algo vaya a cambiar 
en el espíritu de estos.
.
Y cumplir con tu misión de poeta es escribir nombrando
 lo innombrable, denunciar abusos y engaños, 
tomar partido, iniciando en quienes te leen, 
un pensamiento que les lleve a dar una nueva forma 
al mundo e impedir que se duerma en los falsos laureles 
de esta esperpéntica sociedad.
.
Poesía es el mar cuando se esconde el sol en su horizonte.
Poesía es la brisa que acaricia el rostro.
Poesía es la ansiedad que nos invade 
cuando esperamos al ser amado.
Poesía es sentir en tus ojos la primera luz del alba.
Poesía eres tú mujer, con esa tu alma tan transparente 
y de pureza franca.
Poesía es....y son muchas cosas más, 
pero para expresar su grandeza, 
faltan en la voz palabras.
.
De orates la poesía,
dulce mal que no se cura,
no existiría el Tenorio,
Quijotes tampoco habría,
sin la pizca de locura,
¡del poeta su abalorio!
.
Cuando la escritura es capaz 
de ir pintando imágenes en la mente del lector, 
tal cual va leyendo, 
deja de ser escritura para transformarse en magia. 
Debe ser el escritor un mago 
para que sus letras dibujen en el viento 
las imágenes que guarda en su chistera. 
Eso es poesía.
.
Nadie será poeta, 
si tan solo otea el horizonte 
con los ojos de la cara.
Nadie será poeta, 
si no se cayó algún día 
en la marmita 
donde se cuece el delirio.
Nadie será poeta,
si no hace suyos
los sentimientos 
que arrastra el viento.
Nadie será poeta, 
si nunca libró, 
batallas contra el amor.
.
Que bello a veces el silencio para crear poesía, 
cuan necesario se nos hace 
para poder escuchar la voz interior 
que estando él se asoma por una esquinita del alma.
Yo lo adoro, pero no me permite llamarlo, 
aparece cuando el quiere, si lo llamo yo desaparece.
.
No siempre es mala amiga la Soledad 
a veces ella y su amigo el Silencio 
nos enseñan nuevos caminos a seguir.
.
Mi abuelo tenía un burro que comía mucho 
y lo acostumbró a no comer, 
cuando ya lo tenía acostumbrado se le murió, 
tuvo mala suerte mi abuelo 
y siempre dijo que nunca supo de que murió el burro, 
pues a no comer ya se había acostumbrado.
.
Y siempre decía mi abuelo, que burros tuvo muchos 
y los entendía bastante bien,
nunca hija mía intentes lavarle las orejas a un burro,
si lo haces perderás el tiempo y el jabón.
Aún me dijo más sobre ellos, 
pero en esto no le hice mucho caso 
y tuve a veces problemas, me dijo;
Hija mía para ir bien por la vida,
cuando entre asnos te hallares, rebuzna tú también.
.
A rebuznar, aunque rebuzno bastante bien no me acostumbré, 
a ladrar sí, se me da bastante bien a veces, 
yo ladro si se cruzan bichos en mi camino 
o yo  considero que lo son 
aunque a otros les parezcan malvas
y otros ladran quizás porque ven a los demás cabalgar
y ellos van a pie.
Otros  ladran porque van dando vueltas a tu alrededor 
persiguiendo un fin lejano al de amor 
y humildad del que tanto presumen, 
los ves venir y al verse pillados ladran,
hay muchos motivos más por el que ladran los perros.
.
Pero eso es otra historia.
Yo también se contar cuentos sin poner personajes,

ya se pondrán ellos solos.

viernes, 13 de enero de 2017

Tú nunca fuiste ni serás poeta









Vídeo declamado

¿Quién el mejorar pretende?
¡Aprende!
¿Estudiar, la salud trunca?
¡Nunca!
¿Qué tal ser burro de palo?
¡Muy malo?

Pa'  no llevar varapalo
y dejar de ser un burro,
no me seas cazurro
y aprende... ¡Qué nunca es malo!

¡Tú nunca fuiste... ni serás poeta!

Van corazones desiertos/  por vacías callejuelas,
vacíos de pensamientos/  vagando por las estrellas
por estos huertos sembrados/  de egoísmo y vanidad,
desamores, soledades,/  mal entendida amistad,
con fingidas alegrías,/  ¡un te doy si tú me das!

Almas que tan solo ansían,/  un viento para volar
llevando en sus equipajes/  un tintero y una pluma
y una maleta sin alas/  cargada de soledad
y sueños que ya están muertos/  antes de poder andar.

Y estoy pensando que; cuando...
el alma ya se oscurezca/  y el corazón se dirija 
hacia el borde de la nada,/  antes de que la carcoma 
destructora de los tiempos/  se apodere de mi  alma 
y con furor la devore,/  me tendré que abrir el paso 
hasta la oculta caverna/  en donde dejé guardado
el manto de la locura,/  a él le confiaré mi andar, 
será mi luz y mi guía/  la que marcará el camino, 
guiando los últimos pasos/  del gris final de una vida
ya caducada y oscura.

Cuando el tedio labre/  su infecundo nido
y sobre mí se venzan/  los fríos desengaños
de la sorda lucha/  con la dura vida,
iré a colgar mis sueños/ en la rama de un sauce
y que seque el viento/  pasadas congojas,
las que fui acumulando/  por confiar en los sueños.

Y cuando se llegue la Muerte/ voceando hasta mi cancela,
no echéis las campanas al vuelo,/ coged entre cuatro mi cuerpo 
y llevadlo hasta las montañas,/ alguien de él sacará provecho,
seré alimento de alimañas/ y de los buitres el contento.

Mientras pensaba todas estas cosas
notaba resonando por la mente
un murmullo interior: ¡pobre infeliz!
Eres una engreída prepotente.

Sí, ¡qué infeliz! poeta... me creía,
¡triste, mi vanidosa, necedad!
Y mis versos, leía y releía, 
¡crecía en orgullosa vanidad!
Hasta que comencé  a ver un día 
a los grandes poetas del lugar,
creedlo, se me fue la tontería 
y aquellas ansias locas de editar.

Entonces comprendí, que soy; 
Juntaletras... de medio pelo
con afanes de vana gloria 
en lucha por hallar un cielo
en donde guardar la memoria 
de estos versos que no alzan vuelo 
ni tendrán un hueco en la historia.

Y esa voz interior, 
aguardentosa y tétrica me dice;
¡Ay, pobre Merceditas! 
Con mucho amor escribes y suspiras
dejando en el papel tus sentimientos,
pintando las bellezas de los vientos,
unas veces aciertas, 
y otras ¡ay, pobres letras!
las tiras sin pudor para los perros.

Frescos en tu corazón/  flotan latidos de amor
que de tu alma tierna brotan,/  de esa tu alma tan serena
que sueña con ser poeta/  y llegar hasta la gloria.

Mas como la guitarra, 
aquella del mesón de los caminos,
aunque pongas tu empeño y tu tesón
será tiempo perdido,
será una hueca ilusión,
una falsa quimera...
¡Tú nunca fuiste... ni serás poeta!