viernes, 31 de enero de 2020

n Delirios de una maña II De cuentos de la Gertrudis






¿A quién no le extrañaría
ver españoles inmersos
en meter eñe a los versos
con infantil niñería?
Honrando la poesía
desde España, la espinela
salta cariñosa y vuela
a la América entrañable;
y con empeño indomable
enseña su vieja escuela.
Ximo González

Pelándose esta la caña
el maño bajo un madroño,
¡leñe! ¡Me tiene hasta el moño!
gruñe tanto que me daña.
Y como soy buena maña
me ofrezco para la ordeña,
que de mis actos soy dueña
y me gusta ese gazmoño,
muy gañan y un poco ñoño
pero tiene buena greña.
Merche Bou Ibáñez

Si con maña tú te ofreces
a la ordeña de mi caña,
yo te brindo la cabaña
y el apaño que mereces.
Sigue dueña de tus treces
y brúñeme bien mi leño
hasta que gruña el sureño
disparando por su güeña,
feliz, alegre y risueña
lo que buscaba tu empeño.
Ximo González

Escribir versos con eñe
y hacerlo con buena maña
es un gran reto que entraña
que el poeta se desgreñe.
Importante que domeñe
y poniendo en ello empeño
de no escribir como leño
y que no parezca coña
ni quede una estrofa ñoña
solo digna de un burreño.
Merche Bou Ibáñez

Solo digna de un burreño
es la estrofa que se jiña
ante el reto que la guiña
y la invita con empeño.
Mejor es rimar risueño
y que no suene a patraña,
con elegancia y con maña...;
que la pluma sea dueña
de aquello que piensa y sueña
sin temor a la cizaña.
Carlos Elpoetaartesano

Sin temor a la cizaña
de versos dar un buen baño,
dejando que fluya el caño
sin el miedo a la guadaña.
Y prestos siempre a dar caña
a políticos mañosos,
a rufianes y roñosos
y a esos que van de coña
llenando el mundo de roña
con sus mañas de mafiosos.
Merche Bou Ibáñez

A versar pues con la eñe
que la décima es la caña,
con empeño y cierta maña
cada verso se diseñe...
Aunque parezca una hazaña
te diviertes como un niño
haciéndole a la eñe un guiño
mientras la rima se aliña,
ella a ti también te guiña
y te muestra su cariño.
Carlos Elpoetaartesano

Y te muestra su cariño
si con ella bien te apañas,
no hacen falta muchas mañas
sí un gran corazón de niño.
Para hacer un buen aliño
sin que nadie a ti te riña
búscate una gorda piña
que tenga buenos piñones
y los guisas con riñones
y un vino de buena viña.
Merche Bou Ibáñez

Un vino de buena viña
con un guiso de riñones
es mejor que los piñones
que tiene una gorda piña.
Aunque la verdad constriña
mi boca no tiene piños,
prefiere blandos aliños
pues tiene ya muchos años;
por tanto, no vengo a engaños:
las piñas para los niños.
Carlos Elpoetaartesano

Las piñas para los niños
¿y qué le das a las niñas?
¿O solo el ojo les guiñas
para lograr sus cariños?
Que dices no tener piños
pero bien te las apañas,
para ver a cual engañas
para acariciarle el moño,
que aunque ya no eres bisoño
sí te das tus buenas mañas.
Merche Bou Ibáñez

Si te das tus buenas mañas
marañando a un viejo ñoño,
¡qué no harás con un retoño
que empieza a comer castañas!
De seguro bien lo engañas
con marañas y un buen guiño...
Solo un guiño y pobre niño;
con la caña de esta niña,
de seguro va y las diña
de "ñam-ñam" y de cariño.
Carlos Elpoetaartesano

De "ñam-ñam" y de cariño
y un buen guiso con sus ñoras
que dé ardor a las señoras
por debajo del corpiño.
Ese sí es un buen aliño
para ir a buscar un caño
que les haga un buen apaño
en esas noches de otoño
en las que el picor del coño
no se alivia con un baño.
Merche Bou Ibáñez

Presumo de ser la doña
de este grupo tan bisoño
que apenas llegó al otoño
mientras yo soy vieja ñoña.
Pero antes de ser carroña
comida por alimañas
me quemaré las pestañas
para demostrar que antaño
sin hacerle a nadie daño
sabíamos tener mañas.
Delia Fernandez

Le gusta a este purchileño
que el folio blanco se preñe
de versos que luzcan eñe
y en eso pone su empeño.
Que salga bien es su sueño
y añade tanto cariño
cuando compone el aliño
que se le cambia hasta el zuño,
versando de ese terruño
en donde se crió de niño.
José Guerrero

Percibo la buena maña
de poetas que se empeñan
y su arte lo desempeñan
con calidad que no engaña.
La lírica no se empaña
aunque se fuerce el empeño,
basta un empuje pequeño
de la musa con un guiño,
el poeta, como un niño
sigue la idea en su sueño.
Maramín

Reseñando la letra eñe
hemos empezado el año,
no nos hará ningún daño
que ella del verso se adueñe.
Que el poeta aquí se empeñe
en utilizar su maña
y no hacer una patraña
manejando con cariño
y hacernos con ella un guiño
pues esa letra es de España.
José Guerrero

Pues esa letra es de España
desde siempre gran reseña,
aunque hay gente que se empeña
en segarla con guadaña.
¿Qué sería la castaña
si nos quitasen la eñe?
Así que nadie se empeñe
o le convierto en guiñapo,
le meto en el ojo un ñapo
¡qué me conozco yo... leñe!
Merche Bou Ibáñez

Un español no se apaña
sin esa letra con moño.
¿Cómo va a nombrar Logroño
sin decir una patraña?.
Porque el oído no engaña
y lo que oye le hace daño,
le suena raro y extraño
y por mucho que se empeñe
nota que le falta la eñe.
No se tragará ese engaño.
José Guerrero

Ya tendrá mala calaña
quien quiera matar la eñe,
que esa letra es nuestra,¡leñe!
Que es oriunda de España.
En verdad a nadie daña,
tan solo es ene con moño,
que la dejen en paz,¡coño!
Y no me sean Camuñas
pues, afilando mis uñas,
les araño y les desmoño...
Carlos Elpoetaartesano

Para escribir con la eñe
hay que poner mucho empeño,
sacar de la viña el verso
con esmero y con cariño;
sean letras de añoranza
y no con patas de araña,
que ya ninguna maraña
a los lectores engaña,
y sí es una gran hazaña
que requiere mucha maña.
Samantha Sanz

Que requiere mucha maña
o no tanta niña Inés,
solo empeño e interés
y a las letras darles caña.
Sujeta el verso con laña
y otro le vas añadiendo,
más eñes le vas poniendo
con fuerte golpe de uña,
para que el poema gruña
al ver las eñes creciendo.
Merche Bou Ibáñez

¡Ay, Merche tu telaraña
se a colocado en el caño
de la cocina y del baño
aunque a mí ya no me engaña.
Es por eso que doy caña
sin colocar ningún moño,
como viento del otoño
que sopla con gran empeño
y mostrando mi diseño
quiero sentir tu retoño¡
Elbio Timote

Quiero sentir tu retoño
me dices con gran cariño,
¿o te refieres al piño
querer meter en mi coño...?
Mira que ya tengo el moño
de bruja casposa y ñoña,
ya soy una vieja doña
que no tiene quien la endiñe
y a cualquier cosa se ciñe
pa´ que le toquen la moña.
Merche Bou Ibáñez

¡Cómo quisiera yo doña
abrigarla con mi leño!
Y tratar de ser el dueño
para ver como retoña.
Como reina de borgoña
vestida de blanco armiño,
seguro que yo me ciño
en su rincón como araña
para quitarle sus ñaña
con brebaje de cariño.
Elbio Timote

Con brebaje de cariño
al cuerpo no se rasguña
y aquí, como en la Coruña
a todas nos gusta un guiño.
Aunque el pelo me lo tiño
para alejar la morriña,
ya no parezco una niña
aunque en ello pongo empeño.
Pero en fin, también el sueño
mantiene fresca la viña.
Merche Bou Ibáñez

Que no se seque la viña
y elevemos estos sueños
con letras de los diseños
y que el amor allí ciña.
Lo angelical de ti niña
y que el amor sea cuña,
con tejido de vicuña
de color blanco de armiño,
con el calor del cariño
en cielo de la Coruña.
Elbio Timote

Hoy me he cortado las uñas
para no hacer el rasguño
y poder cerrar mi puño
no teniendo ya esas cuñas
que parecían pezuñas.
Quiero vivir otra hazaña
con una chica en España
y sentirme cariñoso
en un lugar montañoso
que tenga linda cabaña.
Elbio Timote

Sí que nos genera ensueños
de que Merche nos enseñe
como trabajando la eñe
se logran nuestros empeños.
Quedaremos muy risueños
si lo que vamos soñando
se va desenmarañando
y escalamos la montaña
con poco arte y mucha maña
mis versos voy aliñando.
Evandro Valladares

domingo, 19 de enero de 2020

Aprendiz de vampiro Romance De cuentos de la Gertrudis





Desde niño que tenía
madera de buen vampiro,
lo de chupar le gustaba,
porque ya siendo bien chico
se agarraba a los pezones
con coraje y mucho ahínco.

Y su madre, de él decía,
¡ay, como chupa este niño!
Que ya las tetas me tiene
como la cresta de un mirlo
que de tanto apretujarlas
me llegan hasta el ombligo.

Al hacerse más mayor
ya bebía del botijo,
pero echaba él a faltar
el calor de un cuerpo vivo,
que no le daba placer
beber de un pitorro frío.

De golpe se le ocurrió
una tarde bajo un tilo,
en dedicarse a chupar
a los bichos del camino.

Así fue como empezó
este niño a ser vampiro,
mas bien pronto se dio cuenta,
pues no era muy tonto el mico
que la sangre de doncella
le hacía sentir más vivo.

Al contacto con su cuerpo
notaba que un calorcillo
por dentro de los calzones
le iba quitando hasta el hipo.

Así fue como pensó
con acierto y muy buen tino
solo a las mozas clavar
sus incipientes colmillos.

Tonto no era el zagalejo
si alguna pillaba, fijo
que a más de chupar la sangre
la montaba bajo un pino
y así podía matar
a dos pájaros de un tiro.

viernes, 17 de enero de 2020

Romance de una noche del mes de abril De cuentos de la Gertrudis







De vampiros y vampiresas


Allá por el mes de abril
una noche tormentosa
de relámpagos y truenos,
al dirigirme a mi choza
vi que una figura gris
proyectaba en mí su sombra.

Casi me cagué de miedo,
soy bastante cobardona
y se me erizó la piel
al oír una voz ronca
que gritó fuerte; detente,
quiero hablar contigo a solas.

Un hombre alto y muy delgado
con dientes como una morsa,
brillo maligno en sus ojos
y negras muy negras ropas,
tan negras como una fiesta
sin un gramo de farlopa.

Me dijo querer libar
de mi sangre un par de gotas,
chupándome en el cogote
bien sujeta por las corvas.

Sin pensármelo dos veces
así le dije al muy moñas;
pues de chupar te hartarás,
vente conmigo a la alcoba
y allí le podrás chupar
sin reparo y  sin demora
a mi marido el cipote
y si quieres más… las bolas.

lunes, 13 de enero de 2020

La casa vieja Romance






La casa vieja 

Ayer pasé por la puerta de aquella que fue mi casa, 
sus ventanas como ojos, las vi que lagrimeaban. 
La puerta de hierro viejo me dirigió una mirada, 
al naranjo del jardín le vi como una naranja 
soltó un destello de luz que me dio un beso en la cara.

La casa de mi niñez con sus paredes pintadas
con su inmaculado blanco y hoy pintada con las marcas
del tiempo que no perdona ni a los hombres ni a las casas,
estaba enfrente de mí y sin reprocharme nada.

Las macetas del balcón, vacías, secas sin agua
dieron saltos de alegría, vi como se emocionaban
y una lágrima escapó por debajo de mis gafas.

Gran cantidad de recuerdos me vinieron a mansalva
y un amargo sentimiento al ver cuán abandonada
y sumida en el dolor estaba mi vieja casa.

Quise pedirle perdón, la vergüenza me embargaba
y ella con una sonrisa; -tranquila que nada pasa,
sólo con verte de nuevo, ya me siento bien pagada-.

Al oírla comprendí, que el perdón al alma sana.
Si hasta las casas perdonan, haber sido abandonadas,
cómo no perdonar yo que te fuiste un día al alba
y me quedé triste y sola como se quedó mi casa
y si ella a mí me perdona también mi perdón te alcanza
si puedo verte de nuevo a través de la ventana.
con tu porte tan gallardo... paseando por la plaza.


Ayer pasé por la puerta
de aquella que fue mi casa,
sus ventanas como ojos
las vi que lagrimeaban.

La puerta de hierro viejo
me dirigió una mirada,
al naranjo del jardín
le vi como una naranja
soltó un destello de luz
que me dio un beso en la cara.

La casa de mi niñez
con sus paredes pintadas
con su inmaculado blanco,
y hoy pintada con las marcas
del tiempo que no perdona
ni a los hombres ni a las casas
estaba enfrente de mí
y sin reprocharme nada.

Las macetas del balcón
vacías, secas sin agua
dieron saltos de alegría,
vi como se emocionaban
y una lágrima escapó
por debajo de mis gafas.

Gran cantidad de recuerdos
me vinieron a mansalva
y un amargo sentimiento
al ver cuán abandonada
y sumida en el dolor
estaba mi vieja casa.

Quise pedirle perdón,
la vergüenza me embargaba
y ella con una sonrisa;
-tranquila que nada pasa,
sólo con verte de nuevo
ya me siento bien pagada-.

Al oírla comprendí
que el perdón al alma sana.
Si hasta las casas perdonan
haber sido abandonadas
cómo no perdonar yo
que te fuiste un día al alba
y me quedé triste y sola
como se quedó mi casa
y si ella a mí me perdona
también mi perdón te alcanza
si puedo verte de nuevo
a través de la ventana
con tu porte tan gallardo
paseando por la plaza.

sábado, 11 de enero de 2020

m La loca Décimas en asonante








Los "sensatos" de mi barrio
dicen de mí que estoy loca,
al verme hablar con las rosas
cuando descanso en el patio.
Por bailar con el geranio
algún tango de opereta
se piensan que no estoy cuerda
y que no sigo los credos,
esos, que se piensan ellos
que lleva una vida recta.

Pero bendita locura
esta que a mí me acompaña,
que siento muy libre el alma
y a vivir en paz me ayuda.
A mí no me preocupa
el decir de los demás
ni hago caso del percal
de seguir vidas ajenas
y no necesito velas
para poderme alumbrar.

Soy feliz con mis manías 
y con ellas no hago daño,
por eso grito bien alto;
no se metan en mi vida.
Que mi vida es solo mía
y a nadie debo explicar,
si hago bien o lo hago mal
creo que a nadie le importa
ni a mí si el vecino monta
a su yegua por detrás.

Cada cual viva a su modo
y a mí que me llamen loca,
si alguien piensa que soy boba
eso me importa bien poco.
Que de la vida mi trozo
nadie me lo ha de quitar
y ni yo de los demás
nada busco ni pretendo,
que con lo mío ya tengo
un río de gran caudal.

La loca 

Los "sensatos" de mi barrio dicen de mí que estoy loca,
al verme hablar con las rosas cuando descanso en el patio.
Por bailar con el geranio algún tango de opereta
se piensan que no estoy cuerda y que no sigo los credos,
esos, que se piensan ellos que lleva una vida recta.

Pero bendita locura esta que a mí me acompaña,
que siento muy libre el alma y a vivir en paz me ayuda.
A mí no me preocupa el decir de los demás
ni hago caso del percal de seguir vidas ajenas
y no necesito velas para poderme alumbrar.

Soy feliz con mis manías y con ellas no hago daño,
por eso grito bien alto; no se metan en mi vida.
Que mi vida es solo míay a nadie debo explicar,
si hago bien o lo hago mal creo que a nadie le importa
ni a mí si el vecino monta a su yegua por detrás.

Cada cual viva a su modo y a mí que me llamen loca,
si alguien piensa que soy boba eso me importa bien poco.
Que de la vida mi trozo nadie me lo ha de quitar
y ni yo de los demás nada busco ni pretendo,
que con lo mío ya tengo un río de gran caudal.

viernes, 10 de enero de 2020

La Libertad









La Libertad

Cuando logre disfrazar/ la pena que me acongoja,
cuando pueda desterrar mis sueños hasta el olvido,
cuando consiga olvidar que pude ser y no he sido
y cuando logre matar a ese recuerdo cansino
que me impide respirar... 
seré libre.

En el lejano horizonte se divisa una carrasca
cabalgando sobre un cerro,  a su lado corre un hombre
llevando sobre su espalda  un zurrón de cuero negro.
Hierve la sangre en sus venas, vaga perdido en el tiempo,
plátanos sin gabardina gimotean en la sierra,
lágrimas de regomello chorrean por sus mejillas.

Mientras corre el hombre grita, con quejido lastimero,
diciendo que va en la busca  de la libertad perdida,
van sus ojos desde el suelo,  hasta el monte del Parnaso.
Quiere, si puede encontrarla, guardársela en el zurrón
y mantenerla bien lejos, de buitres de lenguas largas,
esos que gritan amor, pero matan la esperanza.

Y se la encontró tendida, llorando bajo una higuera,
la consolaba un macaco, primo de la mona Chita.
A mí me dio mucha pena  al ver a los dos llorando.
Vente, Libertad, conmigo, pude oír que le decía,
y en mi zurrón estarás, a salvo de tantos pillos
que quieren verte perdida, para así poder medrar.

De repente se oyó un tiro  y el hombre patas arriba
sobre la yerba cayó, la amapola dio un respingo,
el trigo perdió la espiga  y el cielo mudó el color.
La Libertad no es pa'l pobre, lanzó el pistolero un grito,
téngalo siempre bien claro  y que nadie se me asombre,
que la Libertad, señor... sólo la disfruta el rico.

Será esclavo siempre el pobre, del sudor y del trabajo,
por mucho que le prometan, esos que dicen que vote
para conseguir su escaño y seguir con sus prebendas...


jueves, 2 de enero de 2020

Volver Romance





Oigo chirriar en la noche
los rieles de mi persiana,
es un recuerdo que gruñe
con furor en la veranda.

Encaramado en la reja
el recuerdo se abalanza,
algo viene a reclamar,
grita mi nombre con saña. 

Quisiera poder chillar
pero mi voz se atraganta
al querer salir de golpe
tantas historias pasadas.

Los recuerdos me atosigan
desde que anochece al alba
y un quejumbroso silencio
me atenaza la garganta.

Recuerdos de lo que fui
se agolpan junto a mi cama,
con sus lastimosos llantos
que me hielan hasta el alma.

Quieren saber el porqué
me los dejé en la estacada
y hoy se acercan hasta mí
haciendo mi noche amarga.

No me pueden perdonar
esa vida solapada,
que en la juventud viví
sin pensar en el mañana.

¡Cuánta gente dejé atrás,
por soberbia y descarada!
Padres, amigos y hermanos
y algún novio en la ventana.

Por eso creo que gritan,
vienen buscando venganza
saben bien que por mi culpa
quedaron en la hondonada.

Y  me vienen a decir
que fui con ellos ingrata
que nunca supe apreciar
a quien su amor me entregaba.

¡Cuánto diera por volver
a la juventud temprana,
para poder arreglar
una vida desquiciada!

¡Cuánto diera por volver,
para pensar con el alma!