Siento mi boca temblar,
aun bulle dentro de mí
el amor que puse en ti
que no consigo olvidar.
Hoy me dio por evocar
aquellos felices días
y recordando alegrías
hasta los labios me muerdo
disfrutando del recuerdo
que llena mis noches frías.
Van acudiendo a la mente
los aromas de tus labios
y aquellos tus dedos sabios
reptando por la pendiente,
buscando ansioso la fuente
que te hacía suspirar
en tu lucha por lograr
dar a mi cuerpo placer
y hacerme sentir mujer
hasta verme delirar.
Los paseos en la tarde,
la fiereza de tus brazos
tan fuertes como dos mazos,
haciendo de fuerza alarde.
Ante mi como un cobarde
eran flanes de ternura,
y yo ante ti un bravo miura
que te robaba el aliento
gozando bien el momento
de tan mágica locura.
Hoy sola, sola y vacía
muy lejos ya la esperanza,
la vida no me da chanza,
es para mi cruel arpía.
No quiere que el alma mía
pueda volver a soñar,
no me deja levantar
hacia el cielo la cabeza,
solo alejo la tristeza
volviéndote a recordar.
No hay comentarios:
Publicar un comentario