Nunca halagos pretendí.
Yo nunca de los demás sus halagos pretendí,
tan solo a llegar creí, poder pretender quizás,
ser en ellos algo más, que en su vida solo un nombre.
Esto creo a nadie asombre, buscar hueco en otras almas,
saber sus furias y calmas, es algo innato en el hombre.
Puse en muchos la esperanza, de mí siempre lo di todo,
cada quien lo vio a su modo, alguno a entender no alcanza;
que se le baile una danza si no es a cambio de algo.
Se ve a diario tanto galgo, siempre con la mano puesta,
que a muchos entender cuesta, que nunca murió lo hidalgo.
Si veía en otros luz, apoyo buscaba en ellos
y si hoy en algo descuello fue por alzar la testuz,
nunca como el avestruz escondí yo la cabeza.
De ellos cogí su destreza, ellos cambiaron mi vida
y me siento agradecida por su tesón y firmeza.
Así lo hicieron conmigo ayuda a cambio de nada,
¡sin derecho de pernada! ¡Tomo y doy… mas nunca obligo!
Así actuará el buen amigo, que lo sea de verdad.
Pero hay quien su necedad no le deja verlo claro
y se piensa que es muy raro, el dar solo por bondad.
Yo nunca de los demás
nunca halagos pretendí,
tan solo a llegar creí
poder pretender quizás
ser en ellos algo más
que en su vida solo un nombre.
Esto creo a nadie asombre,
buscar hueco en otras almas,
saber sus furias y calmas
es algo innato en el hombre.
Puse en muchos la esperanza,
de mí siempre lo di todo
cada quien lo vio a su modo,
nadie a comprender alcanza
que se les baile una danza
si no es a cambio de algo.
Se ve a diario tanto galgo
siempre con la mano puesta
que a muchos entender cuesta
que nunca murió lo hidalgo.
Si veía en otros luz
buscaba en ellos apoyo
y si hoy en algo descollo
fue por alzar la testuz,
nunca como el avestruz
escondí yo la cabeza.
De ellos cogí su destreza,
ellos cambiaron mi vida
y me siento agradecida
por su tesón y firmeza.
Así lo hicieron conmigo
ayuda a cambio de nada,
¡sin derecho de pernada!
¡Tomo y doy… más nunca obligo!
Así actuará el buen amigo
que lo sea de verdad.
Pero hay quien su necedad
no le deja verlo claro
y se piensa que es muy raro
el dar solo por bondad.
nunca halagos pretendí,
tan solo a llegar creí
poder pretender quizás
ser en ellos algo más
que en su vida solo un nombre.
Esto creo a nadie asombre,
buscar hueco en otras almas,
saber sus furias y calmas
es algo innato en el hombre.
Puse en muchos la esperanza,
de mí siempre lo di todo
cada quien lo vio a su modo,
nadie a comprender alcanza
que se les baile una danza
si no es a cambio de algo.
Se ve a diario tanto galgo
siempre con la mano puesta
que a muchos entender cuesta
que nunca murió lo hidalgo.
Si veía en otros luz
buscaba en ellos apoyo
y si hoy en algo descollo
fue por alzar la testuz,
nunca como el avestruz
escondí yo la cabeza.
De ellos cogí su destreza,
ellos cambiaron mi vida
y me siento agradecida
por su tesón y firmeza.
Así lo hicieron conmigo
ayuda a cambio de nada,
¡sin derecho de pernada!
¡Tomo y doy… más nunca obligo!
Así actuará el buen amigo
que lo sea de verdad.
Pero hay quien su necedad
no le deja verlo claro
y se piensa que es muy raro
el dar solo por bondad.
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