Soneto Octonario de rima doble, con BR de eje de rima
Benditas sean palabras, artífices de la obra,
hacen que tu cuerpo vibre si el sentimiento las cubre
y te hacen sentirte libre al destapar lo que encubre
a siniestras y macabras que van creando zozobra.
Con algunas descalabras, disparadas como cobras
hacen que alguno desfibre y que su mente elucubre
buscando algo que equilibre ese pensar insalubre
del actuar como las cabras, optando a sucias maniobras.
Si palabras bien enhebras, con ellas todo equilibras,
palabras son candelabros que te evitan muchos quiebros
y ellas son las duras hebras, que sujetan bien las fibras.
No hagas de ellas descalabros, lleguen hasta los cerebros
siendo rosas, no culebras, que si bien te lo calibras
no tendrás días macabros ni sufrirás de requiebros.
Da a la lengua buenos quiebros,
manéjala bien y enhebra, sigue con rigor la hebra
y que las fronteras abra el poder de tu palabra.
Benditas sean palabras, artífices de la obra,
hacen que tu cuerpo vibre si el sentimiento las cubre
y te hacen sentirte libre al destapar lo que encubre
a siniestras y macabras que van creando zozobra.
Con algunas descalabras, disparadas como cobras
hacen que alguno desfibre y que su mente elucubre
buscando algo que equilibre ese pensar insalubre
del actuar como las cabras, optando a sucias maniobras.
Si palabras bien enhebras, con ellas todo equilibras,
palabras son candelabros que te evitan muchos quiebros
y ellas son las duras hebras, que sujetan bien las fibras.
No hagas de ellas descalabros, lleguen hasta los cerebros
siendo rosas, no culebras, que si bien te lo calibras
no tendrás días macabros ni sufrirás de requiebros.
Da a la lengua buenos quiebros,
manéjala bien y enhebra, sigue con rigor la hebra
y que las fronteras abra el poder de tu palabra.
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