sábado, 23 de septiembre de 2017

Cuando arde el deseo. Soneto OCTONARIO de doble rima, coletilla y estrambote largo. De cuentos de la Gertrudis





Me aventuro hasta el deseo de querer besar tu boca,
al ver susurrar tus labios, al decir cuanto me quieres,
al brillar tus ojos sabios, clavados como alfileres,
cuando mi cuerpo cimbreo y tu pasión se desboca
haciendo en mí los deberes.

Es el placer un goteo que mis sentidos trastoca
al ir viendo los resabios, disfrutando los poderes
del amor que sin agravios me inunda con los placeres
que incitas con el meneo, de tu miembro como roca.
¡Lo mejor de tus haberes!

Veo tu cuerpo a mi lado y del mío su reflejo
sobre tu pupila azul, hasta dormido te gozo
al ver mi pecho grabado como a fuego en el espejo,
como la cara en un pozo.

En ti guardaré el baúl de mis tiempos de alborozo,
contigo echaré el candado a mis tiempos de "pellejo",
quede atrás mi vida ful si me aceptas en tu chozo
y seré hoyo pa´ tu tejo.

Del pasado no me quejo,
que muy bien lo disfruté, pichón que se puso a tiro,
pichón que me cepillé, pero a nadie más ya miro,
desde que a ti te encontré solo por tu amor suspiro.

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