Deshojando margaritas
en el jardín me entretengo
preguntando entre suspiros;
quiero saber si conmigo
tienes tú los mismos sueños
que mi corazón cautivo.
Contigo soñando anoche
se perdió mi pensamiento,
estrellas, luna y lucero
están en silencio espeso
porque eres amor un ángel
que ha escapado del cielo.
Veneno que tu me dieras
de tus manos beberé
aunque la vida perdiera
por besar tu desnudez.
Vi que una blanca paloma
hacía en tu pecho nido
y vi del mar las gaviotas
buscando en tu cuerpo abrigo.
Veo brillar la bondad
que derrocha tu alma pura,
que a golpes de corazón
va derramando ternura.
Por donde caminas dejas,
el dulzor de tu sonrisa
que deja profunda huella
en las almas que precisan
el sentir la fortaleza
del candor que tú respiras.
Eres el caudal de amor
que anegando mi rivera
refresca en mí la pasión,
vivo pidiendo a mi Dios
que por nunca permitiera
que me falte tu calor.
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