Mueven al mundo cojones
de quien ostenta el poder
razón para merecer
un absoluto desprecio
nadie debe hacer aprecio
de quien manda sin saber
que más temprano o más tarde
todo cojón pierde carne.
Ante cojones más grandes
que vendrán para vencer
a quienes piensan tener
cogidos por las pelotas
a quien se deja vencer
por no andar en chirigotas.
Y sepan esos cencerros
que siempre habrá luchadores
que arruguen el entrecejo
contra quien usa el poder
solo para su provecho.
Con garrotas y sartén
unos fieros guerrilleros
derrotaron al "francés"
en tiempos de mis abuelos,
qué entre cojones bien cabe
al igual que entre ciruelos
que alguien los tengan más grandes.
Tema el grande a los pequeños
¡qué tan pequeños no son!
Que si les tocan los huevos
hasta los enanos crecen
por defender sus derechos.
¡Teman aquellos que mandan
cuando se alborota el pueblo!
Las historias se repiten
los que mandan siempre buscan
que obedezcan y claudiquen
aquellos bajo sus faldas,
pero tanto y tanto aprietan
que al pobre le hinchan las muelas
hasta el día que revienta
¡y aquí se salve quien pueda
que la noche será eterna!
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