jueves, 14 de septiembre de 2017

L ¿Seguro, Sancho que podemos?





Prefiero para mis males 
un buen bar, a una farmacia
y a los malos conocidos,
que a locos por conocer,
( o algo así dijo Serrat)
y vivir mis desatinos
sin esa vuestra manera
de hacérmelo querer ver.


Atenta y fija mirada
con los ojos bien abiertos,
sin bajar nunca la guardia
ya conozco vuestros cuentos,
¡qué nunca estuve yo en Babia,
y aún siendo débil mujer,
os falta mucho talento
pa´ podermela meter!

Prefiero yo la esperanza
de estar un día en vanguardia 
que saber ya de antemano
que cortareis mi crecer
matando la democracia.

Poder, ¿sí? quizás podemos,
¡o igual no podemos tanto!
mejor no tentar los vientos
y poner el freno al carro.

Con promesas no tentemos
a quien está aún esperando,
que soplen ya nuevos cantos
sin sabor a viejos cuentos
con acre olor a lagarto.

Todos mucho prometieron
y en ilusión va quedando
que hasta ahora solo dieron,
porculo de vez en cuando
y una maleta cargada
de sufrimientos y llantos.

A veces se intuyen cosas
sin necesidad de hablar,
como saber que las rosas,
por muy bonitas que sean,
tienen muy duro pinchar.

Cansados ya de ladrones
perdidas las esperanzas
al pobre solo le queda
calzarse los pantalones
apretar bien el ojete
y sea lo que Dios quiera
sin que nadie se lo pete.

No hay comentarios:

Publicar un comentario