El día trajo
entre sombras anodinas
sus fúnebres recuerdos,
bañados con lagrimas secas
de sus horas muertas,
preñadas de húmedos
y toscos silencios,
pidió el día al mar
le prestara sus olas
para lavar la sangre
derramada en las cunetas.
El mar le brindó toneladas de sal
para sazonar, a conciencia la fecha,
junto a la sangre que pinta las piedras
manchadas con savia de inocentes besos
de todos aquellos masacrados sueños
caídos y rotos por amor a la libertad.
Le pidió la noche al día
que no olviden jamás los poetas,
que no dejen nunca de cantarle al recuerdo,
a los sueños aquellos que vagan en sombras
perdidos en las cunetas,
¡vivos en los recuerdos!
Que nunca se perderán.
18 de Julio,
días así......no vuelvan más.
No hay comentarios:
Publicar un comentario