sábado, 20 de julio de 2019

Primer amante






Mi primer amor
mi Don Juan tunante,
tu sangre caliente
mis venas invade,
las ansias me llevan
a desesperarme,
buscando lograr
el echarte el guante
y gozar tu cuerpo
frotando mi carne
al calor del fuego
que en tus venas arde.

Se encrespa mi vello
al ver tus andares,
con esa figura
de porte elegante
que ya deseara
el guerrero Ares
y Apolo se queda
cual niño en pañales.
¡Ay, cuanto yo diera
por llevarte al catre
y a la luz de luna
gozar de tus carnes.

Este amor que siento
no puede borrarse
quedará grabado
a fuego y con sangre
hasta el fin del mundo
y todo se acabe.
Y aún así creo
seguirá adelante
viviendo en la nada
queriendo salvarse
que el amor es fuerte
y nunca un cobarde.

Vivir sin amor
¡menudo desastre!
con amor se viste
de feliz el traje,
sin amor la vida
es un disparate.
Nos cambia la vida
el amor que nace
en los años tiernos
y es algo tan grande
que nunca se olvida
al primer amante.

lunes, 15 de julio de 2019

X W Humilde









Es un vicio el presumir
de lo humilde que se es,
a mí ya me causa estrés
ese loco devenir.

Siempre la misma canción;
¡Ay, que humilde que yo soy!
Siempre presumiendo voy
como tonto machacón.

Ya nos tienes cansaditos,
siempre la misma monserga,
nos harta ya tanta jerga,
tu "humildad" nos tiene fritos.

Nos dice un viejo refrán
que los humildes son sabios
y que nunca por sus labios
de humildes presumirán.

Algo serio es la humildad
y nunca en boca de humilde
verás que él solo se tilde
de tener tal cualidad.

Un refrán bien lo resalta
y muy bien que lo resume:
Diga usted de que presume
y le diré que le falta.

domingo, 14 de julio de 2019

Oveja negra Sátira














Quizás por ser diferente
me llaman la oveja negra
porque no sigo al pastor
ni me creo sus monsergas.

Que yo sé abrirme camino
y seguir mi propia senda
sin que nadie me atosigue
con sus cuentos y leyendas.

Porque no sigo al rebaño
aquellos que me detestan
andan diciendo de mí
que soy una oveja negra.

Y el negro no es mal color
ya que a mí muy bien me sienta
y que por sentirme libre
quiero ser... la oveja negra.

lunes, 8 de julio de 2019

Sequía Romance






¡Ay, natura quien te ha visto!
¡Ay, natura quien te ve!

El hombre en su necedad
cambió el ritmo de los vientos,
¡Cuánto cambiaron los tiempos,
por el hombre y su maldad!

Ya los negros nubarrones
no se asoman por el cerro
y los lagartos se esconden
presienten un seco invierno.
Dos ranas con cantimplora
rezan suplicando al cielo,
¡qué llueva por Dios qué llueva!
Grita una con desespero,
pero ni existen las nubes
ni se escucha ningún trueno,
¡qué llueva pronto por Diós!
Se oyó repetir al eco,
pero que llueva el amor
en este mundo desierto,
que no quiero que mis hijos
hereden un mundo yermo.

En el lejano horizonte
un árbol levanta el cuello
tantos años de sequía
le han sumido en el averno,
ya se quedó sin hermanos
víctimas todos del fuego,
ese fuego que consume
al hombre en su propio cieno.

La natura nada importa
cuando solo manda el ego,
ya nada el hombre respeta
bajo la capa del cielo
y ha convertido el planeta
en un gran estercolero.

Que ya ni los grillos cantan,
palideció hasta el lucero,
las luciérnagas no brillan,
se quedó mudo el silencio
y dicen las malas lenguas
que Don Quijote se ha muerto
y que ni Sancho siquiera
asomó por el entierro
y hasta del Mago de Hoz
dicen que perdió el sombrero
y que Don Juan como amante
ha perdido hasta el resuello.

En los bosques calcinados
he visto llorar al viento
al ver hacer las maletas
al pájaro carpintero
y vi a los siete enanitos
trabajando de bomberos,
hasta a la bruja malvada
le salió su lado bueno,
corría desesperada
pidiéndole ayuda al cielo
para librar a este mundo
de tanto inhumano enfermo.

Que cese ya la locura
y se vuelva el hombre cuerdo
o este mundo se termina
convertido en un infierno..

¡Ay, qué pena me da el mundo
al ver a los hombres ciegos!
Sin ver como se despeña
la vida por esos cerros
de locura y vanidad
donde se mueren los sueños.

Sequía

¡Ay, natura quien te ha visto! ¡Ay, natura quien te ve!
El hombre en su necedad cambió el ritmo de los vientos,
¡Cuánto cambiaron los tiempos, por el hombre y su maldad!

Ya los negros nubarrones no se asoman por el cerro
y los lagartos se esconden presienten un seco invierno.
Dos ranas con cantimplora rezan suplicando al cielo,
¡qué llueva por Dios qué llueva! Grita una con desespero,
pero ni existen las nubes ni se escucha ningún trueno,
¡qué llueva pronto por Diós! Se oyó repetir al eco,
pero que llueva el amor en este mundo desierto,
que no quiero que mis hijos hereden un mundo yermo.

En el lejano horizonte un árbol levanta el cuello
tantos años de sequía le han sumido en el averno,
ya se quedó sin hermanos víctimas todos del fuego,
ese fuego que consume al hombre en su propio cieno.

La natura nada importa cuando solo manda el ego,
ya nada el hombre respeta bajo la capa del cielo
y ha convertido el planeta en un gran estercolero.

Que ya ni los grillos cantan, palideció hasta el lucero,
las luciérnagas no brillan, se quedó mudo el silencio
y dicen las malas lenguas que Don Quijote se ha muerto
y que ni Sancho siquiera asomó por el entierro
y hasta del Mago de Hoz dicen que perdió el sombrero
y que Don Juan como amante ha perdido hasta el resuello.

En los bosques calcinados he visto llorar al viento
al ver hacer las maletas al pájaro carpintero
y vi a los siete enanitos trabajando de bomberos,
hasta a la bruja malvada le salió su lado bueno,
corría desesperada pidiéndole ayuda al cielo
para librar a este mundo de tanto inhumano enfermo.

Que cese ya la locura y se vuelva el hombre cuerdo
o este mundo se termina convertido en un infierno..

¡Ay, qué pena me da el mundo al ver a los hombres ciegos!
Sin ver como se despeña la vida por esos cerros
de locura y vanidad donde se mueren los sueños.


sábado, 6 de julio de 2019

p L M Otoño Romance






Un día sentí en el pecho
la punzada de una flecha
y mi rostro dibujó
una sonrisa en la niebla
al ver perdida de golpe
la sombra de la tristeza.

Atrás quedaron los años
de noches de lunas densas,
vino Cupido a traerme
suspiros de lunas nuevas
que pintaron en mi cara
dos ramos de rosas frescas.

Que bonito es el amor
que al atardecer se acerca,
vuelve de nuevo a brotar
en mis jardines la hiedra
por donde trepan los sueños
en busca de nuevas sendas.

De nuevo crecen las alas,
de nuevo las almas sueñan
con horizontes azules 
despejados de tinieblas
y un rayo de blanca luz
en mis canas se refleja.

Todas mis rosas son rojas,
atrás quedaron las negras
y los recuerdos amargos
que hicieron mis noches tensas
se los llevaron los vientos
a desiertos sin arenas.

El amor a veces tarda,
pero el amor siempre llega,
nunca pierdas la esperanza,
nunca te ahogue la pena 
que a los amores de otoño
envidian las primaveras.