martes, 19 de septiembre de 2017

p X Sombras tan solo o sombras fugaces acechan Místico






Alejaos de mí, ingratos vientos de los desvaríos,
que vais robando los sueños, ¡olvidaos ya de los míos!
¡qué no quiero veros hoy! marchaos con los recuerdos
¡qué ya no sé ni quien soy!

No alimentéis mi sufrir sé muy bien donde llegué
por culpa de lo que fui y si al amor le fallé,
bien caro que lo pagué, olvidaos ya de mí,
como yo ya me olvidé

Lanzad vuestra furia a otros, tenedme ya compasión,
no os necesito a vosotros para aumentar mi dolor

El tiempo borra los sueños que guardamos en secreto,
pero el alma no los mata, mientras viva la esperanza
que los mantiene despiertos y viven junto a nosotros
hasta nuestro último aliento.

Siguen nadando con brío los ya pasados momentos,
en el río de la vida, luchando por renacer
en busca de nuevos vientos. 

Y morirán con nosotros sus impulsos sin mesura,
en una macabra danza, en errante vacilar 
cuando muere la esperanza, hundiéndonos en la sima
del revivir de las almas.

Sin saber nunca qué fuimos, sin saber nunca quién somos
y sin saber qué seremos!

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