Tres idiomas aprendí
Fueron ellos los culpables, mi padre y mi viejo abuelo
ambos pusieron su anhelo, en poder hacer de mí
una persona sensata, tres idiomas me enseñaron,
los tres en mí se grabaron y muy bien los aprendí.
El primero grabe a fuego, impreso quedó en mi mente,
¡el hablar siempre de frente! Sin alzar nunca la voz
y con máximo respeto, algunos quizás no entiendan
y puede ser se sorprendan de un idioma tan feroz.
El segundo sigue al paso, ¡el hablar siempre directo!
Siempre por camino recto y no dar vueltas sin son,
nunca dirigirte a nadie andando con torceduras
¡o son verdes o maduras! ¡Medias tintas no es razón!
El tercero, algo más duro, ¡qué no se asusten los nuevos!
¡Hablar con un par de huevos! ¿Miedo? ¡Miedo ni al morir!
¡Siempre hay cerca un hospital! ¡Te roerá lo que calles
pudiendo ser que nunca halles, el poder en paz vivir!
Se ahogan los corazones al esconder lo que sienten,
o se callan o te mienten por el miedo a discutir,
¡y será peor la carga! ¡despeja todas tus dudas,
a la verdad siempre acudas y dejarás de sufrir!
Octavillas italianas
Fueron ellos los culpables,
mi padre y mi viejo abuelo
ambos pusieron su anhelo,
en poder hacer de mí
una persona sensata,
tres idiomas me enseñaron,
los tres en mí se grabaron
y muy bien los aprendí.
El primero grabe a fuego,
impreso quedó en mi mente,
¡el hablar siempre de frente!
Sin alzar nunca la voz
y con máximo respeto,
algunos quizás no entiendan
y puede ser se sorprendan
de un idioma tan feroz.
El segundo sigue al paso,
¡el hablar siempre directo!
Siempre por camino recto
y no dar vueltas sin son,
nunca dirigirte a nadie
andando con torceduras
¡o son verdes o maduras!
¡Medias tintas no es razón!
El tercero, algo más duro,
¡qué no se asusten los nuevos!
¡Hablar con un par de huevos!
¿Miedo? ¡Miedo ni al morir!
¡Siempre hay cerca un hospital!
¡Te roerá lo que calles
pudiendo ser que nunca halles
el poder en paz vivir!
Se ahogan los corazones
al esconder lo que sienten,
o se callan o te mienten
por el miedo a discutir,
¡y será peor la carga!
¡despeja todas tus dudas,
a la verdad siempre acudas,
y dejarás de sufrir!
mi padre y mi viejo abuelo
ambos pusieron su anhelo,
en poder hacer de mí
una persona sensata,
tres idiomas me enseñaron,
los tres en mí se grabaron
y muy bien los aprendí.
El primero grabe a fuego,
impreso quedó en mi mente,
¡el hablar siempre de frente!
Sin alzar nunca la voz
y con máximo respeto,
algunos quizás no entiendan
y puede ser se sorprendan
de un idioma tan feroz.
El segundo sigue al paso,
¡el hablar siempre directo!
Siempre por camino recto
y no dar vueltas sin son,
nunca dirigirte a nadie
andando con torceduras
¡o son verdes o maduras!
¡Medias tintas no es razón!
El tercero, algo más duro,
¡qué no se asusten los nuevos!
¡Hablar con un par de huevos!
¿Miedo? ¡Miedo ni al morir!
¡Siempre hay cerca un hospital!
¡Te roerá lo que calles
pudiendo ser que nunca halles
el poder en paz vivir!
Se ahogan los corazones
al esconder lo que sienten,
o se callan o te mienten
por el miedo a discutir,
¡y será peor la carga!
¡despeja todas tus dudas,
a la verdad siempre acudas,
y dejarás de sufrir!
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