M Susurrame al oído.

Ven susúrrame al oído
bellas romanzas de amor,
caliéntame con tu voz,
con ese sonido a silbo
de tu fuerte vozarrón
y te llevaré en volandas
hasta el país de las hadas,
ese país que los sueños
vienen en amor envueltos
para que no se deshagan.

Brilla en el azul tu estrella,
posarla en mis labios quiero,
hacer con su luz un verso,
que sin sabor a quimera
nos abra un camino nuevo,
buscando una nueva danza
por esa senda que alarga
la vida de los que sueñan,
que mientras sueñan no piensan
y si no piensan, relajan.

Se diluye dulcemente
suave música en el lecho,
da mi corazón un vuelco
por el ansia de quererte,
viendo a mi lado tu cuerpo
nacido para el amor,
que radiante como el sol
incita al mío a pecar
sin pudor y sin piedad
con tan fuerte corpachón.

Vivir quiero esta aventura,
sentir de nuevo en el pecho
de sueños un hormigueo,
mucho tiempo ya en ayunas
para la salud no es bueno.
Necesito un buen galope,
no un tierno potrillo al trote,
si no, fuerte arduo galán
que bien sepa de montar
y las ansias me las dome.

Será la noche un poema
sobre nuestra piel amante,
tú no dejes de abrazarme
haz que me sienta bien llena,
deja que tu cuerpo abrace.
Y del ocaso hasta el alba
hagamos la noche larga,
matemos el tiempo a besos
disfrutando los momentos

de paz que nos riega el alma.