De Hetairas y jinetes sin montura. Maltrato

Habitante de inframundos
¿por qué motivo? ¡a saber!
Nadie es quien para juzgar,
vive alquilando su piel
a quien por necesidad
o tan solo por placer
busca amor entre cobijas
intentando rellenar
de su corazón rendijas.

Y tan solo encontrará
amargo sabor a miel,
en el purpura indomable
de unos labios de alquiler
que tal vez le harán creer
en un cielo de pasiones,
mas tan solo escuchará
una incierta letanía
de fingidas ilusiones,
que tan solo llenarán
de más huecos su vacío,
rancios suspiros de barro
que florecen de unos labios
sabios en enloquecer.

Rosas en negro crespón
con su agridulce perfume,
noches de ardiente pasión
que enfriará la madrugada
entre témpanos de hielo
y nieblas en la mirada.

Caminan en noche oscura
las almas atribuladas,
muñecas mal empolvadas
de silencios sin ternura,
hacen de su vientre un páramo
a jinetes sin montura
en noches oscuras noches
plagadas de negras lunas,
donde serán sus caderas
pasto de lenguas ajenas
vendiendo su carne a sueños
que no encontraron su acera.

Posdata:

También es prostitución
si se hace como negocio,
venderse al mejor postor
por medio del matrimonio.