Para vestir santos quedo
Que desgraciaita que soy
sin un hombre aquí a mi vera,
¡Ay, mi madre! que penita,
esta pena que me invade,
sin nadie que a mí me quiera.
¡Ay, qué maldita, mi suerte!
qué maldita y negra, madre,
esta suerte tan podenca
sin un hombre que me quiera,
sin un perro que me ladre.
¿Por qué salí yo tan fea?
con lo guapa que tú eres,
¡o quizás era muy feo
y muy horrible mi padre!
¡pues como yo no hay mujeres!
Soy greñuda, pequeñaja,
la nariz como el Ciráno,
el culo gordo, panzuda,
orejona y patizamba
y en la barbilla hay un grano.
Ni de pena un halago,
nunca nadie me ha dicho,
y los niños tan crueles,
que parezco me dicen:
más que mujer... un bicho.
Eso sí, virgen sigo,
que honrá claro que soy,
que de mí todos huyen
cuando ven que me arrimo,
¡mucho miedo les doy!
Al convento de monja,
me tendré que meter,
mas con esta carita
que mi menda se gasta,
ni Dios me ha de querer.
Buscar un novio ciego,
me podría valer,
que pequeñaja soy,
pero bastante guapa,
puedo hacerle creer.
Y Madre ¿qué le parece?
¿qué haré yo con esta pena?
-" Mejor te metes a monja,
deja en paz al pobre ciego,
que no es suya tu condena".-
.
-¡"Por ahí va la fea,
gritan los del montón,
pero yo la conozco
y de cierto les digo;
que es todo corazón."!-
Para vestir santos quedo
Que desgraciaita que soy sin un hombre aquí a mi vera,
¡Ay, mi madre! que penita, esta pena que me invade,
sin nadie que a mí me quiera.
¡Ay, qué maldita, mi suerte! qué maldita y negra, madre,
esta suerte tan podenca sin un hombre que me quiera
y ni un perro que me ladre.
¿Por qué salí yo tan fea? con lo guapa que tú eres,
¡o quizás era muy feo y muy horrible mi padre!
¡pues como yo no hay mujeres!
Soy greñuda, pequeñaja, la nariz como el Ciráno,
el culo gordo, panzuda, orejona y patizamba
y en la barbilla hay un grano.
Ni de pena un halago, nunca nadie me ha dicho,
y los niños tan crueles, que parezco me dicen:
más que mujer... un bicho.
Eso sí, virgen sigo, que honrá claro que soy,
que de mí todos huyen cuando ven que me arrimo,
¡mucho miedo les doy!
Al convento de monja, me tendré que meter,
mas con esta carita que mi menda se gasta,
ni Dios me ha de querer.
Buscar un novio ciego, me podría valer,
que pequeñaja soy, pero bastante guapa,
puedo hacerle creer.
Y Madre ¿qué le parece? ¿qué haré yo con esta pena?
-" Mejor te metes a monja, deja en paz al pobre ciego,
que no es suya tu condena".-
.
-¡"Por ahí va la fea, gritan los del montón,
pero yo la conozco y de cierto les digo;
que es todo corazón."!-
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