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Redes portadores de promesas

Lejana es amigo, muy lejana la distancia,

lejano el camino cuando nadie te aguarda,

fríos los labios donde los besos no alcanzan.

El andar será perdido, hollarán mis pies las zanjas

que ya nos cavó el destino.

Pero sé, bien que sé que tu enorme corazón, 

caminando junto al mío, juntos podrían recorrer

ese sendero de amor, que fluyó con tanto brío

por los hilos de la red.

Hilos que tejen amor en almas que no se rinden,

manteniendo la templanza con un soplo de ilusión,

ilusión que al destino da atisbo fresco de un beso, 

color de verde esperanza, ¡pero quizás... solo eso!

Ese soñar eterno de almas inquietas que sueñan.

Tan solo almas sensibles que dan vueltas a la rueca,

ilusas almas, cabezas de pájaros llenas,

soñadoras de paraísos errantes  y utópicas utopías

donde se riegan con sueños verdes praderas de amor.

Sueñan con él y ven como crece, de pasión se llena el alma

al ver que aumenta y engrandece, a pesar de la distancia.

Pero creo amigo a mi pesar, que los sueños... sueños son,

efímeras ilusiones, melancólico pasar,

la esperanza de unos besos, que mueren soñando volar. 

Y los sueños, solo son eso y como tales perecen,

escondidos en el rincón, donde las lágrimas crecen

y lloran en soledad, allí junto a las tristezas

que no supieron volar, entregándose a una red

portadora de promesas.

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Lejana es amigo, 
muy lejana la distancia,
lejano el camino
cuando nadie te aguarda,
fríos los labios
donde los besos no alcanzan.
El andar será perdido,
hollarán mis pies las zanjas
que ya nos cavó el destino.
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Pero sé, bien que sé
que tu enorme corazón, 
caminando junto al mío
juntos podrían recorrer
ese sendero de amor 
que fluyó con tanto brío
por los hilos de la red.
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Hilos que tejen amor
en almas que no se rinden,
manteniendo la templanza
con un soplo de ilusión,
ilusión que al destino da
atisbo fresco de un beso, 
color de verde esperanza,
¡pero quizás... tan solo eso!
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Ese soñar eterno 
de almas inquietas que sueñan.
Tan solo almas sensibles
que dan vueltas a la rueca,
ilusas almas,
cabezas de pájaros llenas,
soñadoras de paraísos errantes 
y utópicas utopías
donde se riegan con sueños
verdes praderas de amor.
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Sueñan con él y ven como crece,
de pasión se llena el alma
al ver que aumenta y engrandece,
a pesar de la distancia.
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Pero creo amigo a mi pesar
que los sueños... solo son sueños,
efímeras ilusiones, melancólico pasar,
la esperanza de unos besos
que siguen soñando volar. 
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Y los sueños, sueños son
y como tales perecen,
escondidos en ese rincón
donde las lágrimas crecen
y lloran en soledad,
allí junto a las tristezas
que no supieron volar
entregándose a una red
portadora de promesas.