Azulejos sin mancha
faltos de serigrafía,
faltos de serigrafía,
primeras pantallas que brillan,
puras en fondo blanco,
tan solo saben de plumas
que dibujan calcetines,
todos de cuello largo,
sin los surcos marcados
que la vida irá dejando.
que la vida irá dejando.
Del horno a medio cocer
sale noble el corazón,
sale noble el corazón,
no tardará en encontrar
y sin buscarla, la llave
y sin buscarla, la llave
de los cerrojos que guardan
las miserias y el dolor.
las miserias y el dolor.
En lo alto de los ábsides,
nubes de buitres negros
nubes de buitres negros
camuflan la realidad
con sus duros picotazos,
con sus duros picotazos,
ante racimos de pájaros
que perdieron la bondad
que perdieron la bondad
serigrafiándo falsa humildad
en sus pantallas en blanco.
en sus pantallas en blanco.
Aves de bajo vuelo,
ante biólogos perplejos,
ante biólogos perplejos,
orfeones ficticios de coros
que ya no saben que cantan,
que ya no saben que cantan,
letras que van dejando
en pañales a los sueños,
en pañales a los sueños,
por la libertad que ampara
a plumas que se levantan
a plumas que se levantan
sobre cuartillas sin surcos
y ante tinteros sin manchas.
y ante tinteros sin manchas.
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