lunes, 22 de enero de 2018

Danza el amor por San Juan Soneto






vídeo canción

Canta el amor por san Juan en la playa
cuerpos desnudos al son de la danza,
sueños que viven de amor su romanza,
viven la vida sin uso de saya.

Gozan los frutos regalos de Gaya,
madre que adora a quien sigue su andanza,
viven su tiempo sin miedo a venganza,
del Dios que dice que sigan su raya.

Vida nos dieron, sepamos gastarla,
baila sin miedo en tu vida una copla,
¡que otra no queda después de palmarla!

Ver de otro modo en verdad me la sopla,
bella es la vida sabiendo gozarla,
quien no lo vea seguro resopla.

Tire bien de manopla,
o dentro de un hoyo, suave la meta
quien no tenga en donde, hincar la piqueta.

------------------------

arreglos

 Danza el amor por San Juan
(intro)
Canta el amor 
por san Juan en la playa
cuerpos desnudos 
l son de la danza,
sueños que viven 
de amor su romanza,
viven la vida 
sin uso de saya.
(coros)
Gozan los frutos
 regalos de Gaya,
madre que adora 
a quien sigue su andanza,
viven su tiempo s
in miedo a venganza,
del Dios que dice 
que sigan su raya.
(estribillo)
Vida nos dieron, 
sepamos gastarla,
baila sin miedo 
en tu vida una copla,
¡que otra no queda 
después de palmarla!
(puente)
Verlo de otro modo 
en verdad me la sopla,
bella es la vida 
sabiendo gozarla,
quien así no lo vea 
su vida destroza.
(outro)
Tire bien de manopla,
o dentro de un hoyo, 
suave la meta
quien no tenga  donde, 
hincar la piqueta.

Amor a dos, cuadro para un pintor. Soneto de Gaita gallega pleno






Amor a dos, cuadro para un pintor

Dame mi amor con ardor un abrazo,
besen mi cara tus labios muy tiernos,
nada en el mundo podrá ya vencernos,
juntos sentimos el mismo flechazo.

Busca mi cuerpo con ansia el regazo,
tiemblo en la cama por miedo a caernos,
gozo al pensar en los sueños eternos,
sudan mis manos al ver tu cuerpazo.

Noche de amor, ¿qué pintor no la busca?
cuerpos desnudos, jamás son afrenta,
goza el pincel y la tinta se ofusca.

Canta la Luna de gozo contenta
viendo ese cuadro con luz ya parduzca,
cuadro tan lindo, no sale de imprenta.

De amor siempre sedienta
alma que nace al azul primavera,
busca quien pinte su cara morena
bajo esa luz de la Luna  en la era.

---------------------

Amor a dos, cuadro para un pintor
(intro)
Dame mi amor con ardor un abrazo,
besen mi cara tus labios muy tiernos,
nada en el mundo podrá ya vencernos,
juntos sentimos el mismo flechazo.
(estribillo)
Noche de amor, 
¿qué pintor no la busca?
cuerpos desnudos, jamás son afrenta,
goza el pincel y la tinta se ofusca.
(coros)
Busca mi cuerpo con ansia el regazo,
tiemblo en la cama por miedo a caernos,
gozo al pensar en los sueños eternos,
sudan mis manos al ver tu cuerpazo.
(estribillo)
Noche de amor, 
¿qué pintor no la busca?
cuerpos desnudos, jamás son afrenta,
goza el pincel y la tinta se ofusca.
(puente)
Canta la Luna de gozo contenta
viendo ese cuadro con luz ya parduzca,
cuadro tan lindo, 
no sale de imprenta.
(outro)
De amor siempre sedienta
es el alma que nace
 al azul primavera,
buscando quien pinte su cara morena
bajo esa luz
 de la Luna  en la era.

martes, 16 de enero de 2018

Danza del silencio, De cuentos de la Gertrudis






Vídeo declamado



vídeo canción

Octonario en cuaderna vía,
con rima en asonante en ambos hemistiquios

Octonario en cuaderna vía,
con rima en asonante en ambos hemistiquios

Se viste de gala el sueño,/ comienza el amor su andanza,
yo empezaré por un beso/ tu boca no dirá nada,
me mirarás satisfecho/ mientras tus manos arañan
sin dañar el terciopelo/ de mi piel bajo la falda.

Pronto empezará el concierto,/ ya se ilumina mi cara,
ya con sus notas el viento/ ulula tras la ventana. 
Tú menea bien los dedos/, mantén la boca callada.
Verás como erizo el vello/ al acorde de guitarra. 

Que tus manos de maestro/ sobre mi vientre la rasgan,
iniciando así un evento/ de melodías de cama
y hará coro el universo/ cuando acaricies mi espalda,
liberando sentimientos/ que habitan en mi almohada.

Pero no hablará el silencio,/ mudo, sin decir palabra
verá salir de mi lecho/ música para la danza.
Empecemos ya el concierto,/ la flauta se ve con ganas,
el director alza el cuello,/ ¡qué se prepare la banda.

Veo al amor está presto/ para comenzar la marcha!
Te acaricio el pensamiento/ mientras tu mente se para,
para oír con embeleso/ esa mágica sonata 
de las notas de mi cuerpo./ Tú calla... no digas nada.

Que no se rompa el misterio,/ haz de tu batuta gala, 
arranca de mí el secreto,/ saca la nota más alta,
descubre los recovecos/ de mi cuerpo de guitarra
y volará tu alma al cielo,/ desde el dosel de mi cama.

Con la capa del deseo/ de besos bien adornada,
nos recibirá el lucero/ a la prima luz del alba, 
que sonreirá satisfecho/ al ver el brillo en mi cara 
y con ritmo de minueto/ terminará nuestra danza.


Como
Romance a dos rimas

Se viste de gala el sueño, 
comienza el amor su andanza,
yo empezaré por un beso 
tu boca no dirá nada,
me mirarás satisfecho 
mientras tus manos arañan
sin dañar el terciopelo 
de mi piel bajo la falda.

Pronto empezará el concierto, 
ya se ilumina mi cara,
ya con sus notas el viento 
ulula tras la ventana.
Tú menea bien los dedos, 
mantén la boca callada.
Verás como erizo el vello
al acorde de guitarra.

Que tus manos de maestro 
sobre mi vientre la rasgan,
iniciando así el evento 
de una sinfonía en la cama
y hará coro el universo 
cuando acaricies mi espalda,
sacando sentires presos 
a bailar sobre la almohada.

Pero no hablará el silencio, 
mudo, sin decir palabra
verá salir de mi lecho 
música para la danza.
Empecemos ya el concierto, 
la flauta se ve con ganas,
el director alza el cuello, 
¡qué se prepare la banda.

Veo al amor está presto 
para iniciar su balada!
Te acaricio el pensamiento 
mientras tu mente se para,
para oír con embeleso 
esa mágica sonata
de las notas de mi cuerpo. 
Tú calla... no digas nada.

Que no se rompa el misterio, 
haz de tu batuta gala,
arranca de mí el secreto, 
saca la nota más alta,
descubre los recovecos 
de mi cuerpo de guitarra
y volará tu alma al cielo, 
desde el dosel de mi cama.

Con la capa del deseo 
de besos bien adornada,
nos recibirá el lucero 
a la prima luz del alba,
que sonreirá satisfecho 
al ver el brillo en mi cara
y con ritmo de minueto 
terminará nuestra danza.

-------------------------------

(intro)
Se viste de gala el sueño, 
comienza el amor su andanza,
yo empezaré por un beso 
tu boca no dirá nada.
.
Me mirarás satisfecho 
mientras tus manos arañan
sin dañar el terciopelo 
de mi piel bajo la falda.
(estribillo)
Que no se rompa el misterio, 
haz de tu batuta gala,
arranca de mí el secreto, 
saca la nota más alta.
(coros)
Descubre los recovecos 
de mi cuerpo de guitarra
y volará tu alma al cielo, 
desde el dosel de mi cama.
.
Pronto empezará el concierto, 
ya se ilumina mi cara,
ya con sus notas el viento 
ulula tras la ventana.
(puente)
Tú menea bien los dedos, 
mantén la boca callada.
Verás como erizo el vello
al acorde de guitarra.

Que tus manos de maestro 
sobre mi vientre la rasgan,
iniciando así el evento 
de una sinfonía en la cama.
(coros)
Hará coro el universo 
cuando acaricies mi espalda,
sacando sentires presos 
a bailar sobre la almohada.
...
Pero no hablará el silencio, 
mudo, sin decir palabra
verá salir de mi lecho 
música para la danza.
.
Empecemos ya el concierto, 
la flauta se ve con ganas,
el director alza el cuello, 
¡qué se prepare la banda.
...
Veo que el amor ya está presto 
para iniciar su balada!
(estribillo)
Te acaricio el pensamiento 
mientras tu mente se para,
para oír con embeleso 
esa mágica sonata
de las notas de mi cuerpo. 
.
Tú calla... no digas nada.
(coros)
Empecemos ya el concierto, 
la flauta se ve con ganas,
el director alza el cuello, 
¡qué se prepare la banda.
.
Tú calla... no digas nada.
.
Que no se rompa el misterio, 
haz de tu batuta gala,
arranca de mí el secreto, 
saca la nota más alta.
.
Descubre los recovecos 
de mi cuerpo de guitarra
y volará tu alma al cielo, 
desde el dosel de mi cama.
(estribillo)
Te acaricio el pensamiento 
mientras tu mente se para,
para oír con embeleso 
esa mágica sonata
de las notas de mi cuerpo. 
.
Tú calla... no digas nada.
.
(outro)
Con la capa del deseo 
de besos bien adornada,
nos recibirá el lucero 
a la prima luz del alba,
que sonreirá satisfecho 
al ver el brillo en mi cara
y con ritmo de minueto 
terminará nuestra danza.
.
Y tú calla, no digas nada.


M Mis ojos asoman llanto





Mis ojos asoman llanto,
soy poeta sin lecturas,
¿acaso no están maduras,
estas letras que yo canto?
Me duele el alma de espanto
al ver que a nadie gustó
ese verso que nació
con la esperanza en llegar
las almas a cautivar
y el silencio lo mató.

Vive el poeta de halagos,
le alimentan más que el pan,
sus pasos tras ellos van,
los beben a grandes tragos.
Sin ellos tan solo amagos,
de letras sin un sentir
si nadie viene a decir,
¡Qué precioso tu poema,
cómo dominas el tema!
¡tú sí sabes escribir!

Y eso suena muy bonito
el ego así mucho crece,
dando igual si lo merece
o nada vale lo escrito.
Y de paso me remito;
¿y si el poema es copiado?
¿qué pensará el halagado?
¿hará suyo ese sentir?
¿creerá saber escribir,
sabiendo que lo ha robado?

¿Hará suya esa emoción?
sabiendo como bien sabe,
que otro es dueño de la llave
que supo abrir el arcón.
De letras que en el rincón
esperando ser poesía
soñaban el nuevo día
en la pluma de su autor
y no de un vil plagiador
con tamaña felonía.

Bien poco y muy mal se vende
quien con flores que otro siembra
quiere conquistar  la hembra
que en su delirio pretende.
Mejor que busque su duende,
labrando su propia tierra,
¡robar, ni en tiempos de guerra!
¡cada quien gane su honor,
con letras de su sudor!
¡Robando siempre se yerra!

domingo, 7 de enero de 2018

Sueños entre olas. De marinero en Madrid Olas de Recuerdos



De venta en lulu.com
se pueden visualizar las primeras 11 páginas.







Sueños entre olas

 ¿Y la palmera? ¿cómo era su talle?
preguntaban ansiosas caracolas.
Paisajes ardorosos de mis mares,
me llenan de recuerdos largas horas.

Paisajes que se ofrecen, con el brío
de sueños que volaron por los aires,
de sueños que vivieron el delirio,
de sueños no alcanzados por mis naves. 

La música en el ritmo de las velas
y con la ardiente, arena de las playas
mis sueños de la infancia, mis estrellas
y un cúmulo de lágrimas que vagan
por los falsos caminos, falsas sendas
allí donde los sueños nunca alcanzan.

No sé dónde, quedaron esos mares,
mares donde mis sueños se ahogaron.
Sueños que siempre fueron irreales
y bogan entre olas apenados.

Y sin saber porqué, se ahogarán
en lágrimas de un llanto inconsolable,
rotos, sin fuerzas ya para luchar
sin soplo de esperanza que les salve.


 Olas de Recuerdos

En un rincón olvidado de un mundo en el que el tiempo se detiene, las caracolas susurraban historias antiguas, llenas de anhelos y melancolía. “¿Y la palmera? ¿Cómo era su talle?” preguntaban con voz entrecortada, como si en su frágil cáscara conservaran los ecos de un pasado perdido.

El mar, con su inmenso y ardoroso abrazo, se extendía ante ellas, serpenteando en un vaivén que parecía reflejar la tumultuosa vida de quienes alguna vez habitaban esas costas. Recordaban aquellos paisajes vibrantes, donde los sueños surcaban el aire como aves indomables, desbordando brío y vitalidad, pero también la tristeza de los sueños nunca alcanzados.

Las caracolas, guardianas de secretos, conocían el lamento de cada ola al romper contra la arena tibia. Había melodía en el roce de las velas con el viento, una música que resonaba en el corazón de quienes habían navegado con la esperanza como timón. Recordaban bajo aquella palmera, la sombra en la que muchos habían compartido risas y promesas de un futuro lleno de aventuras.

Sin embargo, la brisa marina también traía consigo susurros de un pasado desgarrador. Un cúmulo de lágrimas, vestigios de sueños perdidos, vagaban por los falsos caminos de la memoria, tejiendo un filamento de angustia y resignación. Las caracolas sabían de los sueños que naufragaron, de las aspiraciones que se desvanecieron en la inmensidad del océano; esos mares donde la esperanza parecía ahogarse al compás de un llanto inconsolable.

Al escuchar el murmullo de las olas, comprendían que aquellos sueños, aún irreales y apesadumbrados, seguían navegando entre las corrientes del tiempo, buscando su lugar en un horizonte donde el aliento de la vida parecía escasear.

Las caracolas, en su anhelo eterno de respuesta, reflexionaban sobre el destino de la palmera, testigo silente de tantas historias. "Quizás sus raíces se adentran en un mundo mejor", musitaban, pensando que al menos en su belleza permanecería el eco de todos aquellos que se habían dejado llevar por la corriente de sus ilusiones.

Así, bajo el cielo estrellado y con el murmullo del mar siempre presente, las caracolas continuaron en su búsqueda incansable, soñando con un amanecer donde los sueños finalmente alzarían el vuelo y las lágrimas se transformarían en perlas de sabiduría, destellos de esperanza que iluminarían las sendas de quienes aún se atrevan a soñar.



M Prometer hasta meter


De venta en lulu.com




Irradiaba en el azul 
mi corazón escarlata
en largos vuelos al sur
buscando la lejanía
del amor aquel que un día
quisiste entregarme tú
y cual reloj de cucú
llegabas a todas horas
hasta que mi alma canora
se emborrachó con tu luz.

Mi pluma buscaba el mar 
aquel donde danza el lirio 
que no se deja llevar
por palabras y delirios.
Fuiste para mí un martirio
al descubrir la verdad,
palabras y nada más
soltabas por esa boca
y yo creí como loca
ser la reina de tu vals.

En el corazón se cargan
cenizas del desamor,
al descubrir con temor
solo dolencias amargas,
fruto de las lenguas largas
que se burlan del amor,
sin reparo en el dolor
que producen las palabras
que dulces y engalanadas
las disfrazan de pasión.

Busca el hombre en su locura,
conseguir a la mujer,
satisfacer el placer
de gozar de su ternura.
Con mentiras asegura,
él por ella enloquecer,
prometiendo hasta meter
y una vez haber metido
olvidar lo prometido
¡y..adiós moza...hasta más ver!

Hoy ya no quedan poetas
que le canten al amor,
tan solo unos  juntaletras
que las juntan con calor.
Buscando solo la treta,
poniendo empeño y ardor
para untar la cebolleta.
Y lograr así el favor
de alguna mocica inquieta
que precise un revolcón.

M No vienen los versos en lata






¿Quién en mis instintos labra?
¿ante quién me siento fuerte?
¿a quién si no puedo verte,
dedicaré mi palabra?
En esta danza macabra
de la vida y sus miserias
ya no quedan cosas serias
por las que perder el fuelle
y ya no hay quien embotelle
amores para estas ferias.

Cuando el amor no se siente
falla también la cabeza,
nos agobia la pereza
y se obnubila la mente.
No levantamos la frente,
el día se hace muy largo
y ya nadie se hace cargo
de que nos cambió la suerte,
se queda la musa inerte
y nos hunde en el letargo.

La  pluma parece un plomo,
las letras manchas de tinta
y ya la cosa mal pinta
sin saber, porqué ni como.
Al corazón hoy me asomo,
y lloro al verlo vacío,
las letras muertas de frío
a salir dicen se niegan,
si con amor no se riegan,
pero yo he perdido el mío.

A tierra saben los versos,
sin amor no existe el duende,
así la musa no prende
en los renglones dispersos.
Elegantes y muy tersos
pero huecos de sabor,
falta en ellos el calor,
el de un alma enamorada,
que dulce y apasionada
los impregne con su olor.

No habrá versos sin amor,
a nada sabe la letra
si el amor no la penetra
hasta causarle dolor.
Solo un llanto y un clamor
suplicando a las estrellas
de los poetas que en ellas
rebuscan la inspiración,
mas sin poner la pasión
que crea las letras bellas.

Solo crece si hay amor
para ser café y no malta,
eso que al verso le falta
para llenarlo de ardor.
Que buena es la coliflor,
si con cariño se cuece,
y bien guapo el niño crece
si con amor se le trata,
del mismo modo la mata
en donde el verso florece.
...
Y el verso no viene en lata,
tan solo al amor se ofrece.

viernes, 5 de enero de 2018

Cabalgando mares. Soneto De marinero en Madrid





Mis sueños cabalgando por tus olas,
despiertan sus vaivenes mis sentidos
y alegran melodiosos mis oídos
con cánticos de amor las caracolas.

Me imagino en tu azul con mis cabriolas
mirándome los cielos aturdidos,
inclinándose ante mí rendidos
al ver mover mis pies, cual perinolas.

Me imagino, soñando al mediodía, 
bajo el sol que acaricia tus entrañas,
sueño mar, que eres luz, eres mi guía.

Puede esto parecer cosas extrañas,
¿y cómo podrás mar, ser mi alegría,
si con tu agua Madrid, nunca lo bañas?

En una tarde veraniega, mientras el sol se ocultaba en el horizonte, me encontraba en la orilla de un mar lejano. Mis sueños cabalgaban por sus olas, uniendo cada gota de agua con los susurros del viento. 

Despertaban sus vaivenes mis sentidos y alegraban melodiosos mis oídos con cánticos de amor las caracolas que, al compás de las olas, contaban historias antiguas de amores perdidos y esperanzas renacidas.

Imaginarme en tu azul con mis cabriolas me hace sentir ligero, casi como un niño que juega en la arena. Mirándome los cielos aturdidos, me daba cuenta de cómo se inclinaban ante mí rendidos, asombrados de aquella danza que se mezclaba con la espuma del mar y los reflejos dorados del atardecer. 

Mis pies se movían como perinolas, girando y girando hasta que el mundo a mi alrededor se desvanecía en un torbellino de alegría.

Me imagino, soñando al mediodía, cuando el calor del sol acaricia tus entrañas y los rayos dorados juegan en la superficie de las aguas. Sueño, mar, que eres luz, eres mi guía, y sigo el sendero brillante que dejas en tus aguas, buscando en cada oleaje una respuesta a mi anhelo de libertad.

Puede esto parecer cosas extrañas, un simple fantaseo en medio de la realidad, y me pregunto: ¿y cómo podrás, mar, ser mi alegría, si con tu agua Madrid, nunca lo bañas? Pero en ese instante, comprendo que no importa la distancia. 

La magia del mar se aflora en mi corazón, y aunque la ciudad quede lejos, su esencia se encuentra en cada rincón donde la vida y la naturaleza se entrelazan. En el eco de tus olas, hallo el refugio de mis sueños y, por un instante, la distancia se desvanece, y el mar se convierte en mi hogar.


jueves, 4 de enero de 2018

X Tal como me doy


Mis libros de venta en lulu.com
sección biblioteca Mercedes Bou Ibáñez.
Se pueden visualizar las primeras 11 páginas.





Tal como me doy

Si ha de venir a buscarme me venga por lo derecho,
que he de partirme yo el pecho si es de usted necesitarme.
Que nunca supe negarme a quien vino a por ayuda,
no tenga la menor duda de que haré lo que pudiere,
así aunque en ello me fuere el darle mi propia muda.

Siempre fui bastante pobre, no conocí la riqueza,
que siempre tuve pereza de pelear por un cobre.
Que lo importante es que sobre en el corazón bonanza,
sabiendo dar esperanza a quien ayuda precise,
sin que nadie le requise su lugar en esta danza.

Hay que atender la razón, esa que del alma sale,
que no por rico más vale quien nació para melón.
Hay quien arrastra el serón hasta el día en que se muere
y llenarlo de oro quiere a costa de los demás,
sin importarle quizás el llanto que produjere.

 Pobre nací y pobre sigo, ser rica nunca soñé,
yo mi riqueza encontré gozando de un buen amigo.
Bien que sé y fuerte lo digo; "vivir para trabajar
sin tiempo de disfrutar, con afán de hacerse rico",
es un pensar de borrico que nunca podrá volar.

Mis amistades escojo a golpe de gorda lupa,
lo feo no preocupa, mas solo le abro el cerrojo
a quien viene sin matojo para ocultar un disfraz,
que lleve limpia la faz y el alma sin media suela
que a mí ya no me la cuela lo humilde como antifaz.

 Sabiendo ya como soy quien quiera puede quedarse,
nadie pretenda colarse, que pronto cuenta me doy.
Aprovecho a decir hoy que me sudan los ovarios
que sean pocos o varios quienes mis letrillas lean
y me da igual que lo crean, que yo no busco gregarios.



Si ha de venir a buscarme
me venga por lo derecho,
que he de partirme yo el pecho
si es de usted necesitarme.
Que nunca supe negarme
a quien vino por ayuda
y no le quepa la duda
de que haré lo que pudiere,
así aunque en ello me fuere
el darle mi propia muda.

De siempre, que fui yo pobre,
no conocí la riqueza,
de siempre tuve pereza
de pelear por un cobre.
Que lo importante es que sobre
en el corazón bonanza,
sabiendo dar esperanza
a quien ayuda precise,
sin que nadie le requise
su lugar en esta danza.

Hay que atender la razón,
esa que del alma sale,
que no por rico más vale
quien nació para melón.
Hay quien arrastra el serón
hasta el día en que se muere
y llenarlo de oro quiere
a costa de los demás,
sin importarle quizás
el llanto que produjere.

 Pobre nací y pobre sigo,
ser rica nunca soñé,
yo mi riqueza encontré
gozando de un buen amigo.
Bien que sé y fuerte lo digo
vivir para trabajar
sin tiempo de disfrutar
con afán de hacerse rico,
es un pensar de borrico
que nunca podrá volar.

A mis amigos escojo 
a golpe de gorda lupa,
lo amable no preocupa
y solo le abro el cerrojo
a quien viene sin matojo
para ocultar un disfraz,
que lleve limpia la faz
y el alma sin media suela
que a mí ya no me la cuela
lo humilde como antifaz.

 Sabiendo ya como soy
quien quiera puede quedarse,
nadie pretenda colarse,
que pronto cuenta me doy.
Aprovecho a decir hoy
que me sudan los ovarios
que sean pocos o varios
quienes mis letrillas lean
y me da igual que lo crean
que yo no busco gregarios.

miércoles, 3 de enero de 2018

No hay veleros en las calles de Madrid De marinero en Madrid



No hay veleros en las calles de Madrid
.
Recuerdos que nunca hubo 
a mi memoria revienen,
que solitarios y mudos
dejan en la boca el gusto
a sal de todos los mares
que se mezclan con las nieves
de mis sienes otoñales.
.
Ya no sujetan mis manos
con tanta fuerza el timón,
aquel que guiaba mis pasos
hacia ese utópico mundo,
hacia ese del que nos cuentan
que solo reina el amor.
.
El rumbo de mi velero
iba en esa dirección,
con mis sueños siempre a flote
y mi juvenil pasión
galopando siempre al trote,
y en mi pecho la emoción
de ser un nuevo Quijote
para ir haciendo cabriolas
sobre las olas del mar
cabalgando en el bajel
al que llamó Don José
por su bravura El Temido
y del cual me enamoré
hasta creer que era mío.
.
La sal impregnó mi piel,
me tumbaron por los suelos
las olas con su vaivén,
mis sueños mutaron duelos,
se platearon mis sienes
y tuve que desistir,
por eso ya no hay veleros
por las calles de Madrid..
.
En un rincón olvidado de Madrid, el bullicio de la ciudad parecía un canto ajeno, una melodía que desentonaba con el eco de mis recuerdos. Las calles, asfaltadas y grises, no reconocían la presencia de veleros. El horizonte era un lienzo de edificios y sombras, y en mi pecho, una nostalgia crujía como la madera de un barco viejo.

Mis pensamientos viajaban hacia un mar que nunca había navegado, hacia recuerdos que nunca fueron más que espejismos. Los veleros de mi memoria se desvanecían mientras los aromas del salitre y las nieves otoñales se entrelazaban en mi mente. Era como si esos mares lejanos dejara un sabor a sal en mi boca, un sabor que se resistía a ser olvidado.

A medida que caminaba, comprendía que las viejas anclas ya no sujetaban mis manos con firmeza. Cuántas veces había guiado mi vida con la esperanza de encontrar un mundo donde reinara el amor, un mundo ideal en el que la pasión juvenil navegara libre como un velero en el horizonte. Pero ahora, ese mismo timón que había llevado mis pasos se sentía pesado, como un recuerdo del que no podía desprenderme.

Un nuevo Quijote surcaba mis pensamientos, cabalgando en cabriolas sobre olas imaginarias, el mismo Quijote que una vez se levantó apasionado ante la brisa marina. Aquél que soñaba en su bajel, "El Temido",  aquel bergantín pirata de la pluma de don José, un nombre que resonaba como un canto de sirena. Sentía el viento en mi rostro y el sabor de la aventura en mi lengua, pero esos días de gloria se ahogaban en el vaivén de la cotidianidad.

De repente, una ola imaginaria me empujó por los suelos. Caí, y el golpe resonó en mi ser como un recordatorio de que los sueños, cuando se encuentran con la dura realidad, a menudo mutan en duelos, y lo que una vez fue esperanza se convierte en resignación. Mis sienes, antes llenas de juventud y determinación, se platearon con la realidad de los años.

Por eso, hoy no hay veleros en las calles de Madrid. Solo hay un eco de lo que pudo ser, un susurro de sueños olvidados que navegan en la memoria, mientras la ciudad sigue su curso sin mirar atrás, sin ofrecer un asidero a quienes aún anhelan la sal del mar en su piel. Y yo, entre sus calles, sigo buscando el viento que me lleve a ese utópico mundo, aunque sepa que, quizás, lo único que me queda es recordar.

El mar y tú De marinero en Madrid








vídeo canción

El mar y tú
.
Si no es el mar, es tu cara,
envuelta en lúcido velo
que aparece entre los pliegos
amarillos de mi almohada.
.
De dos amores ninguno
aliviará mi vejez
el mar por su lejanía,
el tuyo por dejadez.
.
Si no es el mar es tu voz
en el susurrar del viento,
si no es tu voz es tu nombre
quien suena en mi pensamiento.
.
Si no es tu nombre es tu boca,
cabalgando entre mis labios,
arrullada por las olas
de sueños que ya pasaron.
.
Si no es el mar son tus pechos
quienes manejan la barca,
que en mis ya vencidos remos
no hay fuerzas para alcanzarla.
.
Si no es el mar es la sal
de las lágrimas que trenzan
sobre las velas un nudo
que me impide navegar.
.
La sal que dejan los sueños
cuando se derrumba el día,
al recordar las caricias
ajadas ya por el tiempo.
.
Si no es el mar es la sal
y yo ahogándome en ella,
por permitir escapar
de mis noches una estrella.
.
Con cada estrofa de las coplas,
he hecho una estrofa en el relato en prosa. 
En color las estrofas de las coplas.
.
Ecos del pasado fluyen en mí como fluyen las olas en el mar, me encuentro atrapada entre dos amores. Mi mente vaga entre recuerdos difusos, y en su lecho de soledad, se enfrenta a sus anhelos. --Si no es el mar, es tu cara, envuelta en lúcido velo, que aparece entre los pliegos amarillos de mi almohada.-- Tengo visible solo en sus sueños, los rasgos de la persona que amó, que brillan como destellos de luz en la penumbra de la habitación.
.
El tiempo no ha sido amable. --De dos amores ninguno aliviará mi vejez: el mar por su lejanía, el tuyo por dejadez.--Siento la distancia abrumadora que me separa de lo que solía ser un remanso de amor, mientras la nostalgia se convierte en mi compañera, martirizándome con un recordatorio de lo que podría haber sido.
.
--Si no es el mar, es tu voz en el susurrar del viento. --Los susurros traen consigo melodías del pasado, canciones que solo yo puede escuchar. --Si no es tu voz, es tu nombre quien suena en mi pensamiento,-- me repito como un mantra que me ata a un amor ya  perdido.
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Doy vueltas en la cama y creo sentir tu aliento entrecortado, y la imagen se transforma.-- Si no es tu nombre, es tu boca, cabalgando entre mis labios, arrullada por las olas de sueños que ya pasaron. --Me pregunto si, en algún rincón oculto de tu ser, aún hay un eco del amor que una vez compartimos.
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Las memorias siguen fluyendo,-- y si no es el mar, son tus pechos quienes manejan la barca, que en mis ya vencidos remos no hay fuerzas para alcanzarla.-- Un mar de emociones me ahoga, y sé que cada intento de avanzar es un golpe de mar que me arrastra más hacia la profundidad de un anhelo no correspondido.
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La sal de las lágrimas cae como lluvia sobre mi alma.-- Si no es el mar, es la sal de las lágrimas que trenzan sobre las velas un nudo que me impide navegar.-- La tristeza  pesa, y el mar se convierte en un símbolo de lo irremediable, de los sueños que se disipan al amanecer.
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--La sal que dejan los sueños, cuando se derrumba el día, es el recuerdo de las caricias ajadas ya por el tiempo.-- Me sumerjo en la melancolía de estos instantes, preguntándome si aún hay una chispa de esperanza en la vasta inmensidad de lo que fue.
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Me encuentra en un océano de sentimientos.-- Si no es el mar, es la sal, y yo ahogándome en ella, por permitir escapar de mis noches una estrella.-- En mi lucha constante por recordar, me doy cuenta de que, en este vasto paisaje emocional, la verdadera batalla es entre el amor que nunca se fue y el tiempo que, implacable, sigue adelante.
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Mercedes Bou Ibáñez


El mar y tú
(intro)
Si no es el mar, es tu cara,
envuelta en lúcido velo
que aparece entre los pliegos
amarillos de mi almohada.
(coros)
De dos amores ninguno
aliviará mi vejez
el mar por su lejanía,
el tuyo por dejadez.
(estribillo)
Si no es el mar es tu voz
en el susurrar del viento,
si no es tu voz es tu nombre
quien suena en mi pensamiento.
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Si no es tu nombre es tu boca,
cabalgando entre mis labios,
arrullada por las olas
de sueños que ya pasaron.
(coros)
Si no es el mar son tus pechos
quienes manejan la barca,
que en mis ya vencidos remos
no hay fuerzas para alcanzarla.
(puente)
Si no es el mar es la sal
de las lágrimas que trenzan
sobre las velas un nudo
que me impide navegar.
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La sal que dejan los sueños
cuando se derrumba el día,
al recordar las caricias
ajadas ya por el tiempo.
(outro)
Si no es el mar es la sal
y yo ahogándome en ella,
por permitir escapar
de mis noches una estrella.
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martes, 2 de enero de 2018

L Soñar en Madrid De marinero en Madrid






Otra madrugada más
oteo por mi balcón
con la ilusión de encontrar
gaviotas en el azul
que me recuerden al mar
que ruge dentro de mí,
pero…
no hay gaviotas en Madrid,

Buscan mis pies por la acera,
la dirección hacia el puerto,
creo divisar las velas,
¡ya me embarga la emoción
y ya me tiemblan las piernas!
¡pero creo que me perdí!
porque…
Tampoco hay puerto en Madrid.

Enfilo por la Gran vía
en busca de alguna playa
y sentirme como un artista
rodeado de zagalas
disfrutando de sus vistas,
hoy me siento muy feliz
porque...¡puedo imaginar
 que hay un mar en Madrid!