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jueves, 8 de marzo de 2018

Marinero en Chamberí Soneto. De marinero en Madrid







vídeo canción

 Marinero en Chamberí 

Oigo rugir el mar, en mi ventana; 
susurrándo las olas en mi oído
se produce en mi alma un gran vahído,
que de llantos inunda mi mañana.

Es solo un vano sueño que desgrana
aquel sueño infantil nunca vivido,
ser marinero hubiera querer sido,
pero no llega el mar a mi manzana.

Las olas en mis sueños se amontonan
pintan mi corazón con su hermosura,
como rey las sirenas me coronan.

Su azul llena mi día de ternura,
sus aromas que nunca me abandonan,
alivian de mi alma su amargura.

Llega el llanto sin mesura,
¡Cuántos sueños de mares me perdí,
por nacer marinero en Chamberí.

---------------

 Marinero en Chamberí 
(intro)
Oigo rugir el mar, en mi ventana; 
susurrándo las olas en mi oído
se produce en mi alma un gran vahído,
que de llantos inunda mi mañana.
---
(estribillo)
Las olas en mis sueños se amontonan
pintan mi corazón con su hermosura,
como rey de las sirenas me coronan.
---
(verso1)
Es solo un vano sueño que desgrana
aquel sueño infantil nunca vivido,
ser marinero hubiera querer sido,
pero no llega el mar... a mi manzana.
---
(estribillo)
Las olas en mis sueños se amontonan
pintan mi corazón con su hermosura,
como rey de las sirenas me coronan.
---
(verso3)
Su azul llena mi día de ternura,
sus aromas que nunca me abandonan,
alivian de mi alma su amargura.
---
(outro)
Me inunda un llanto sin mesura,
¡Cuántos sueños de mares me perdí,
por nacer... marinero en Chamberí.


domingo, 7 de enero de 2018

Sueños entre olas. De marinero en Madrid Olas de Recuerdos



De venta en lulu.com
se pueden visualizar las primeras 11 páginas.








vídeo canción

Sueños entre olas

 ¿Y la palmera? ¿cómo era su talle?
preguntaban ansiosas caracolas.
Paisajes ardorosos de mis mares,
me llenan de recuerdos largas horas.

Paisajes que se ofrecen, con el brío
de sueños que volaron por los aires,
de sueños que vivieron el delirio,
de sueños no alcanzados por mis naves. 

La música en el ritmo de las velas
y con la ardiente, arena de las playas
mis sueños de la infancia, mis estrellas
y un cúmulo de lágrimas que vagan
por los falsos caminos, falsas sendas
allí donde los sueños nunca alcanzan.

No sé dónde, quedaron esos mares,
mares donde mis sueños se ahogaron.
Sueños que siempre fueron irreales
y bogan entre olas apenados.

Y sin saber porqué, se ahogarán
en lágrimas de un llanto inconsolable,
rotos, sin fuerzas ya para luchar
sin soplo de esperanza que les salve.


 Olas de Recuerdos

En un rincón olvidado de un mundo en el que el tiempo se detiene, las caracolas susurraban historias antiguas, llenas de anhelos y melancolía. “¿Y la palmera? ¿Cómo era su talle?” preguntaban con voz entrecortada, como si en su frágil cáscara conservaran los ecos de un pasado perdido.

El mar, con su inmenso y ardoroso abrazo, se extendía ante ellas, serpenteando en un vaivén que parecía reflejar la tumultuosa vida de quienes alguna vez habitaban esas costas. Recordaban aquellos paisajes vibrantes, donde los sueños surcaban el aire como aves indomables, desbordando brío y vitalidad, pero también la tristeza de los sueños nunca alcanzados.

Las caracolas, guardianas de secretos, conocían el lamento de cada ola al romper contra la arena tibia. Había melodía en el roce de las velas con el viento, una música que resonaba en el corazón de quienes habían navegado con la esperanza como timón. Recordaban bajo aquella palmera, la sombra en la que muchos habían compartido risas y promesas de un futuro lleno de aventuras.

Sin embargo, la brisa marina también traía consigo susurros de un pasado desgarrador. Un cúmulo de lágrimas, vestigios de sueños perdidos, vagaban por los falsos caminos de la memoria, tejiendo un filamento de angustia y resignación. Las caracolas sabían de los sueños que naufragaron, de las aspiraciones que se desvanecieron en la inmensidad del océano; esos mares donde la esperanza parecía ahogarse al compás de un llanto inconsolable.

Al escuchar el murmullo de las olas, comprendían que aquellos sueños, aún irreales y apesadumbrados, seguían navegando entre las corrientes del tiempo, buscando su lugar en un horizonte donde el aliento de la vida parecía escasear.

Las caracolas, en su anhelo eterno de respuesta, reflexionaban sobre el destino de la palmera, testigo silente de tantas historias. "Quizás sus raíces se adentran en un mundo mejor", musitaban, pensando que al menos en su belleza permanecería el eco de todos aquellos que se habían dejado llevar por la corriente de sus ilusiones.

Así, bajo el cielo estrellado y con el murmullo del mar siempre presente, las caracolas continuaron en su búsqueda incansable, soñando con un amanecer donde los sueños finalmente alzarían el vuelo y las lágrimas se transformarían en perlas de sabiduría, destellos de esperanza que iluminarían las sendas de quienes aún se atrevan a soñar.

--------------

Sueños entre olas

 ¿Y la palmera?... ¿cómo era su talle?
me preguntaban... las ansiosas caracolas.
Son paisajes ardorosos de mis mares,
que me llenan de recuerdos largas horas.
---
Paisajes que se ofrecen, con el brío
de sueños que volaron por los aires...
---
de sueños que vivieron el delirio,
de sueños no alcanzados por mis naves. 
---
La música en el ritmo de las velas
con la ardiente, arena de mis playas...
...
mis sueños de la infancia... mis estrellas
y un cúmulo de lágrimas que vagan
por los falsos camino... las falsas sendas
allí donde los sueños nunca alcanzan.
---
No sé dónde... se quedaron esos mares,
mares... en donde mis sueños se ahogaron.
---
Sueños que siempre fueron irreales
y bogan entre olas apenados.
---
Y sin saber porqué, se hundieron
entre lágrimas de un llanto inconsolable...
---
rotos, sin fuerzas para luchar
y sin un soplo... de esperanza que les salve.


viernes, 5 de enero de 2018

Cabalgando mares. Soneto De marinero en Madrid






vídeo canción

 Cabalgando mares

Mis sueños cabalgando por tus olas,
despiertan sus vaivenes mis sentidos
y alegran melodiosos mis oídos
con cánticos de amor las caracolas.

Me imagino en tu azul con mis cabriolas
mirándome los cielos aturdidos,
inclinándose ante mí rendidos
al ver mover mis pies, cual perinolas.

Me imagino, soñando al mediodía, 
bajo el sol que acaricia tus entrañas,
sueño mar, que eres luz, eres mi guía.

Puede esto parecer cosas extrañas,
¿y cómo podrás mar, ser mi alegría,
si con tu agua Madrid, nunca lo bañas?


------------

Cabalgando mares
---
Me imagino, soñando al mediodía, 
bajo el sol que acaricia tus entrañas,
y sueño mar, que eres mi luz, 
y sueño mar... que eres mi guía.
---
(estribillo)
Mis sueños cabalgan por tus olas,
despiertan sus vaivenes mis sentidos
y alegran melodiosos mis oídos
con cánticos de amor las caracolas.
---
Me imagino en tu azul con mis cabriolas
mirándome los cielos aturdidos,
inclinándose ante mí rendidos
al ver mover mis pies, cual perinolas.
---
Me imagino, soñando al mediodía, 
bajo el sol que acaricia tus entrañas,
y sueño mar, que eres mi luz, 
y sueño mar... que eres mi guía.
---
(estribillo)
Mis sueños cabalgan por tus olas,
despiertan sus vaivenes mis sentidos
y alegran melodiosos mis oídos
con cánticos de amor las caracolas.
---
(outro)
Suenan mis palabras como extrañas,
¿por qué cómo podrás... querido mar,
 ser mi alegría,
si con tus aguas... mi Madrid, nunca lo bañas...
---
(estribillo)
Mis sueños cabalgan por tus olas,
despiertan sus vaivenes mis sentidos
y alegran melodiosos mis oídos
con cánticos de amor las caracolas.
y alegran melodiosos mis oídos
con cánticos de amor las caracolas.
...
Relato basado en el poema
.
En una tarde veraniega, mientras el sol se ocultaba en el horizonte, me encontraba en la orilla de un mar lejano. Mis sueños cabalgaban por sus olas, uniendo cada gota de agua con los susurros del viento. 

Despertaban sus vaivenes mis sentidos y alegraban melodiosos mis oídos con cánticos de amor las caracolas que, al compás de las olas, contaban historias antiguas de amores perdidos y esperanzas renacidas.

Imaginarme en tu azul con mis cabriolas me hace sentir ligero, casi como un niño que juega en la arena. Mirándome los cielos aturdidos, me daba cuenta de cómo se inclinaban ante mí rendidos, asombrados de aquella danza que se mezclaba con la espuma del mar y los reflejos dorados del atardecer. 

Mis pies se movían como perinolas, girando y girando hasta que el mundo a mi alrededor se desvanecía en un torbellino de alegría.

Me imagino, soñando al mediodía, cuando el calor del sol acaricia tus entrañas y los rayos dorados juegan en la superficie de las aguas. Sueño, mar, que eres luz, eres mi guía, y sigo el sendero brillante que dejas en tus aguas, buscando en cada oleaje una respuesta a mi anhelo de libertad.

Puede esto parecer cosas extrañas, un simple fantaseo en medio de la realidad, y me pregunto: ¿y cómo podrás, mar, ser mi alegría, si con tu agua Madrid, nunca lo bañas? Pero en ese instante, comprendo que no importa la distancia. 

La magia del mar se aflora en mi corazón, y aunque la ciudad quede lejos, su esencia se encuentra en cada rincón donde la vida y la naturaleza se entrelazan. En el eco de tus olas, hallo el refugio de mis sueños y, por un instante, la distancia se desvanece, y el mar se convierte en mi hogar.

miércoles, 3 de enero de 2018

No hay veleros en las calles de Madrid De marinero en Madrid





vídeo canción

En el vídeo el poema musicalizado
.

No hay veleros en las calles de Madrid
.
Recuerdos que nunca hubo 
a mi memoria revienen,
que solitarios y mudos
dejan en la boca el gusto
a sal de todos los mares
que se mezclan con las nieves
de mis sienes otoñales.
.
Ya no sujetan mis manos
con tanta fuerza el timón,
aquel que guiaba mis pasos
hacia ese utópico mundo,
hacia ese del que nos cuentan
que solo reina el amor.
.
El rumbo de mi velero
iba en esa dirección,
con mis sueños siempre a flote
y mi juvenil pasión
galopando siempre al trote,
y en mi pecho la emoción
de ser un nuevo Quijote
para ir haciendo cabriolas
sobre las olas del mar
cabalgando en el bajel
al que llamó Don José
por su bravura El Temido
y del cual me enamoré
hasta creer que era mío.
.
La sal impregnó mi piel,
me tumbaron por los suelos
las olas con su vaivén,
mis sueños mutaron duelos,
se platearon mis sienes
y tuve que desistir,
por eso ya no hay veleros
por las calles de Madrid..
.

Arreglo para canción

No hay veleros en las calles de Madrid
--
laaaraaalaaaaraaalaaaaa
(intro)
Recuerdos que nunca hubo 
a mi memoria se vienen,
y taciturnos y mudos
me dejan en la boca el gusto
a sal de todos los mares...
que se mezclan con las nieves
de mis sienes otoñales.
---
(coros)
no hay veleros.... no hay veleros...
no hay veleros...no hay veleros...  
---
(verso1)
Ya no sujetan mis manos
con tanta fuerza el timón,
aquel que guiaba mis pasos
hacia ese utópico mundo...
ese mar del que nos cuentan...
que solo reina el amor...
---
(coros)
no hay veleros.... no hay veleros...
no hay veleros...no hay veleros...
----
(preestribillo)
El rumbo de mi velero
iba en esa dirección,
con mis sueños siempre a flote
y la juvenil pasión...
de un marinero en Madrid...
pero todo se fue al traste....
porque no hay veleros 
en las calles de Madrid
---
(coros)
no hay veleros.... no hay veleros...
no hay veleros...no hay veleros...
---
(estribillo)
Galopando siempre al trote,
y en mi pecho la emoción
de ser un nuevo Quijote...
para ir haciendo cabriolas
sobre las olas del mar...
---
pero no hay veleros en las calles de Madrid...
---
(coros)
no hay veleros.... no hay veleros...
no hay veleros...no hay veleros...
---
(verso2)
Iban creciendo mis sueños
cabalgando en el bajel
al que llamó Don José,
por su bravura El Temido....
y del cual me enamoré
hasta creer.... que era mío.
pero no hay veleros en las calles de Madrid
---
(coros)
no hay veleros.... no hay veleros...
no hay veleros...no hay veleros...
---
(outro)
Los años impregnaron mi piel...
Me tumbaron por los suelos
las olas con su vaivén.
mis sueños mutaron duelos,
se platearon mis sienes
y tuve que desistir...
---
Será por eso quizás...
que ya no quedan veleros
por las calles de Madrid...
---
por eso ya no hay veleros
por las calles de Madrid...
---
(coros)
no hay veleros.... no hay veleros...
no hay veleros...no hay veleros... en las calles de Madrid...
---
(preestribillo)
El rumbo de mi velero
iba en esa dirección,
con mis sueños siempre a flote
y la juvenil pasión...
de un marinero en Madrid...
pero todo se fue al traste....
porque ya no quedan veleros 
en las calles de Madrid
---
(estribillo)
Mi alma galopando al trote,
y en mi pecho la emoción
de ser un nuevo Quijote...
para ir haciendo cabriolas
sobre las olas del mar...
---
pero ya no quedan veleros
en las calles de Madrid...
---
(coros)
no hay veleros.... no hay veleros...
no hay veleros.... 
no hay veleros en las calles de Madrid......
---
No hay veleros en las calles de Madrid
--
Poema y arreglos de Mercedes Bou Ibáñez
musicalizado por Suno IA
Vídeo hecho con ayuda de Canva y MovieMaker
..
Relato basado en el poema
.
En un rincón olvidado de Madrid, el bullicio de la ciudad parecía un canto ajeno, una melodía que desentonaba con el eco de mis recuerdos. Las calles, asfaltadas y grises, no reconocían la presencia de veleros. El horizonte era un lienzo de edificios y sombras, y en mi pecho, una nostalgia crujía como la madera de un barco viejo.
.
Mis pensamientos viajaban hacia un mar que nunca había navegado, hacia recuerdos que nunca fueron más que espejismos. Los veleros de mi memoria se desvanecían mientras los aromas del salitre y las nieves otoñales se entrelazaban en mi mente. Era como si esos mares lejanos dejara un sabor a sal en mi boca, un sabor que se resistía a ser olvidado.
.
A medida que caminaba, comprendía que las viejas anclas ya no sujetaban mis manos con firmeza. Cuántas veces había guiado mi vida con la esperanza de encontrar un mundo donde reinara el amor, un mundo ideal en el que la pasión juvenil navegara libre como un velero en el horizonte. Pero ahora, ese mismo timón que había llevado mis pasos se sentía pesado, como un recuerdo del que no podía desprenderme.
.
Un nuevo Quijote surcaba mis pensamientos, cabalgando en cabriolas sobre olas imaginarias, el mismo Quijote que una vez se levantó apasionado ante la brisa marina. Aquél que soñaba en su bajel, "El Temido",  aquel bergantín pirata de la pluma de don José de Espronceda, un nombre que resonaba como un canto de sirena. Sentía el viento en mi rostro y el sabor de la aventura en mi lengua, pero esos días de gloria se ahogaban en el vaivén de la cotidianidad.
.
De repente, una ola imaginaria me empujó por los suelos. Caí, y el golpe resonó en mi ser como un recordatorio de que los sueños, cuando se encuentran con la dura realidad, a menudo mutan en duelos, y lo que una vez fue esperanza se convierte en resignación. Mis sienes, antes llenas de juventud y determinación, se platearon con la realidad de los años.
.
Por eso, hoy no hay veleros en las calles de Madrid. Solo hay un eco de lo que pudo ser, un susurro de sueños olvidados que navegan en la memoria, mientras la ciudad sigue su curso sin mirar atrás, sin ofrecer un asidero a quienes aún anhelan la sal del mar en su piel. Y yo, entre sus calles, sigo buscando el viento que me lleve a ese utópico mundo, aunque sepa que, quizás, lo único que me queda es recordar.
.

martes, 2 de enero de 2018

Gaviotas en Madrid De marinero en Madrid





Gaviotas en Madrid

Otra madrugada más
oteo por mi balcón
con la ilusión de encontrar
gaviotas en el azul
que me recuerden al mar
que ruge dentro de mí,
pero…
no hay gaviotas en Madrid,

Buscan mis pies por la acera,
la dirección hacia el puerto,
creo divisar las velas,
¡ya me embarga la emoción
y ya me tiemblan las piernas!
¡pero creo que me perdí!
porque…
Tampoco hay puerto en Madrid.

Enfilo por la Gran vía
en busca de alguna playa
y sentirme como un artista
rodeado de zagalas
disfrutando de sus vistas,
hoy me siento muy feliz
porque...¡puedo imaginar
 que hay un mar en Madrid!

-----------

Gaviotas en Madrid
(intro)
Otra madrugada más
oteo por mi balcón
con la ilusión de encontrar
gaviotas en el azul
de los cielos de Madrid...
---
Gaviotas que me recuerden
a ese mar que ruge en mí...
pero… no hay gaviotas 
en los cielos de Madrid,
---
Buscan mis pies por la acera,
la dirección hacia el puerto,
creo divisar las velas,
¡ya me embarga la emoción!
---
¡Pero, ay pobre de mí...
ya me tiemblan las piernas!
¡y hasta creo que me perdí!
tampoco hay puerto en Madrid...
---
Enfilo por la Gran vía
y al ver a la Cibeles
pienso dentro de mí...
ni puta falta nos hace...
tener el mar en Madrid...

martes, 19 de diciembre de 2017

Un día tomando un vino De un marinero en Madrid





 Un día tomando un vino

Metiéndome estaba un vino
entre el ombligo y la espalda,
cuando un burro sin albarda,
sin saber ni como vino,
se interpuso en mi camino.
Empezó a gritar así;
¡aparta viejo de aquí!
¡lárgate para el asilo!
o conocerás el filo,
de mi vieja "serdañí".

-¿Y cómo osáis malandrín,
sin más el llamarme viejo?
¡He de arrancarte el pellejo
por bellaco y por ruin!

No da la vejez el año,
siempre hay ganas de vivir
mientras no le cese el fluir
a eso que parece un caño.

No me faltes al respeto
y más viejo no me llames,
o haré que al cielo le clames
del tortazo que te meto.

Siempre al remo de mi barca,
crucé por todos los mares,
las hostias repartí  a pares,
nunca le temí a la Parca.

Y no ha de ser un mozuelo,
quien de mis barbas se ría,
¡vieja lo será tu tía
y el baranda de tu abuelo!

Lo joven va con el alma,
aunque se arrugue la piel,
yo soy un tierno jurel,
que todavía lo empalma.

Cese aquí la discusión
o te cambiará el careto,
con el hostión que te meto
por capullo y por mamón.

Anda ya, coge el chupete
y directo p´a la escuela,
¡espabila mozalbete
que no te salva tu abuela!
Vete ya pronto de aquí,
o te convierto en un siete.

No hagan caso a este viejo
con un alma marinera,
esto es solo el presumir
de cosas que nunca fui
ya que dispuso el destino
que yo naciera en Madrid.
----
En noches de calma
se escucha un cantar,
es un canto al viento
del hombre del mar.
Le pide a la luna
de vista no pierda
las olas que llevan
de vuelta al hogar.

---

 Un día tomando un vino
(intro)

Metiéndome estaba un vino
entre el ombligo y la espalda,
cuando un burro sin albarda,
se interpuso en mi camino.
---
Empezó a gritar así;
¡aparta viejo de aquí!
¡lárgate para el asilo!
o conocerás el filo,
de mi vieja "serdañí".
---
(verso1)

-¿Y cómo osáis malandrín,
sin más el llamarme viejo?
¡He de arrancarte el pellejo
por bellaco...  y por ruin!
---
No da la vejez el año,
siempre hay ganas de vivir
mientras no cese el fluir
de eso... que parece un caño.
---
Lo joven va con el alma,
aunque se arrugue la piel,
yo soy un tierno jurel,
que todavía lo empalma.
---
(verso2)
No me faltes al respeto
y más viejo no me llames,
o haré que al cielo le clames
del tortazo que te meto.
---
Siempre al remo de mi barca,
crucé por todos los mares,
las hostias repartí  a pares,
nunca le temí a la Parca.
---
Y no ha de ser un mozuelo,
quien de mis barbas se ría,
¡vieja lo será tu tía
y el baranda de tu abuelo!
---
(verso3)
Cese aquí la discusión
o te cambiará el careto,
con el hostión que te meto
por capullo y por mamón.
---
Anda ya, coge el chupete
y directo p´a la escuela...
...
¡espabila mozalbete
que no te salva tu abuela!
Vete ya pronto de aquí,
o te convierto en un siete.
---
(outro)
No le hagan caso a este viejo
con un alma marinera,
esto es solo presumir
marinero nunca fui...
---
ya que dispuso el destino
que yo...  viviera  en Madrid...


domingo, 17 de diciembre de 2017

El viejo y el mar De un marinero en Madrid








vídeo canción

En el vídeo, el poema musicalizado

Viejo marinero
.
Redondillas
Estrofas de cuatro versos octosílabos
con rima consonante, 
riman 1 y 4  y 2 y 3 abba 
.
.
 De siempre fui hombre de mar
 la tierra nunca gustóme,
 pero a la vejez llegóme 
 el tener que claudicar.
.
 Desde un balcón de Madrid
 mis ojos al horizonte
 solo divisan el monte,
 ¡oh mares a mí venid!
.
 No sé, ¡qué será de mí!
 ¡Qué sin mi mar yo me muero!
A los nietos mucho quiero
 mas muero, lejos de ti.
.
 Tristeza de jubilados,
 me privaron de mis mares,
 lágrimas salen a pares
 de estos mis ojos gastados.
.
 Gastados en el soñar
soñando con las sirenas
 y cantando al mar mis penas
 que no eran muy de nadar.
.
 Supe ahogarlas en vino
 de las tabernas del puerto,
 que siempre tuve por cierto
 era su mejor destino.
.
 Hoy solo escucho sirenas,
 nada que ver con aquellas,
 estas son como centellas
 y del todo al mar ajenas.
.
 Vivir en Madrid no quiero,
 llevadme de nuevo al mar,
 quiero volver a soñar
 amarrado a mi velero.
.
....
Arreglo para canción
.
El viejo y el mar
.
(intro)
 De siempre fui hombre de mar
 la tierra nunca gustóme,
 pero a la vejez llegóme 
 el tener que claudicar.
...
(estribillo)
 Desde un balcón de Madrid
 mis ojos al horizonte
 solo divisan el monte..,
 ¡Oh mares... a mí venid!
...
Venid a por este viejo
que se forjó en vuestras olas
rodeado de sirenas
y cantos de caracolas...
...
(verso1)
 No sé, ¡qué será de mí!
 ¡Qué sin el mar yo me muero!
¡No es que a vivir reniego...
 mas muero... lejos de ti!
...
Qué triste ser jubilado
y privado de mis mares.
 Lágrimas salen a pares
por mis ojos desgastados.
...
(verso2)
 Gastados en el soñar
soñando con las sirenas
 y cantando al mar mis penas
 que no eran muy de nadar.
...
 Supe ahogarlas en vino
 de las tabernas del puerto,
 que siempre tuve por cierto
 era su mejor destino.
...
(verso3)
 Hoy solo escucho sirenas,
que nada tienen que ver 
con aquellas de mis mares,
 estas son como centellas
 y del todo... al mar ajenas.
...
(estribillo)
 Desde un balcón de Madrid
 mis ojos al horizonte
 solo divisan el monte..,
 ¡Oh mares... a mí venid!
...
Venid a por este viejo
que se forjó en vuestras olas
rodeado de sirenas
y cantos de caracolas...
...
(outro)
 Vivir en Madrid no quiero,
 llevadme de nuevo al mar,
 quiero volver a soñar
 amarrado a mi velero...
¡llevadme... de nuevo al mar....
.
.
Poema y arreglos Mercedes Bou Ibáñez
Musicalizado por Suno IA
vídeo montado con ayuda de Canva y Movie Maker