viernes, 3 de agosto de 2018

Décimas de luz I






Hoy amanecí dichosa
dando gracias a la vida
y no es por ser presumida
pero parezco una rosa.
De eso se trata la cosa
el tener como premisa
tomar la vida sin prisa
luchando por mejorar
y de este modo sacar
a la vida una sonrisa.

Al levantarme presumo
de haber dormido tranquila,
al ver que me queda pila
cargada para el consumo.
Así mi vida resumo
quiero en mí fuerza motriz
para comer la perdiz,
esa que cuentan los cuentos.
Sin hacer nunca aspavientos
se puede vivir feliz.
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Sentada estoy en el bar
a mi lado una pareja,
tan solo tengo una queja,
de rabia quiero llorar.
Tengo ganas de almorzar
pero lo impide mi dieta,
debo seguir la receta
porque no quiero engordar
y al ver chorizos brillar
me está entrando una rabieta.

Setenta kilos ya peso,
creo que unos diez de más
y rabio al ver los demás
cuando comen con exceso.
Yo con cien gramos de queso
me tengo que conformar,
¡tengo ganas de gritar!
Qué la hambruna ya me mata
y sufro como una rata
perdida en un melonar.
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Tengo envidia de Violeta,
Parra como Nicanor,
sus décimas son primor,
las mías de cuchufleta.
Pero puse como meta
el intentar mejorar
y un día poder lograr
con ellas buscar la fama,
qué mis letras hagan flama
sin arder en el hogar.

Unos dirán que presumo,
soberbia me llamarán,
no me importa el qué dirán,
por eso no me consumo.
Yo mi versar lo resumo
en tal como se merece
o que a mí me lo parece.
Y aquellos que me critiquen
miles de bichos les piquen
por la envidia que les crece.
---

Mi vida es continua lucha,
siempre intentando vencer
esos miedos de mujer
a esa que nadie escucha.
¡Por Dios qué menuda pucha!
cuántos siglos de sufrir
al no poder decidir
sobre mi propio futuro
por que un mundo siempre oscuro
me fue cortando el vivir.

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