miércoles, 29 de agosto de 2018

L Cumpleaños, Décimas dodecasílabss en espinela, De cuentos de la Gertrudis







Vídeo declamado

Dodecasílabos en hemistiquios de 6-6.
A ritmo de espinela.

Pronto ya se acerca, nuevo cumpleaños
y busco en la agenda mi lista de amores,
que tuve yo muchos, de todos colores
no tuve reparos en mis tiernos años. 
Sí sufrí por ello muchos desengaños
y hoy sola me veo, vencida del todo.
Me paso los días, empinando el codo
por eso el llamarlos y que todos vengan,
quiero que de nuevo mi vida entretengan
y no verme sola tirada en el lodo.

Pero no se piensen, que yo me arrepiento
por haber sabido tomar de la vida,
sus mejores goces en justa medida
seguir a los credos me importó un pimiento.
Vivir nunca quise cual vive un jumento
que vive pendiente del próximo palo,
porque otros le dicen que gozar es malo
y poco me importa saberme hoy cascada,
que sacar bien supe mi buena tajada
tomé yo la vida como un gran regalo.

Mis amantes quiero todos en mi fiesta

en honor a tiempos que fueron felices,
aunque ya no quede ni olor a perdices
poco ya me importa si llené la cesta.
Fue siempre mi vida de amor dulce ingesta
y hoy me apetece reunirlos a todos,
aquellos que hicieron hincarme de codos
sin miedo al que digan, ni a los falsos fuegos
que tan solo asustan a los pobres legos
con cuentos más viejos que los reyes godos.

Yo quiero que acudan todos en mi día
sin ellos la fiesta, nunca será igual,
que alguien ya remedie si puede este mal,
que si ellos no vienen, faltará alegría.
Que vengan pues todos a la fiesta mía,
vino habrá de sobra, pa´ llenar un cesto,
buenos chuletones, que alegren el gesto
y luego una orquesta, pa´bailar un tango,
pa´ rozar con ganas,  a mozos el mango,
que ha de haber seguro, quien esté dispuesto.

Aunque ya soy vieja, mantengo buen talle
puede ser que alguno, quizás se arrepienta,
al ver que mis cerros apuntan tormenta
y al verme lozana, de nuevo se engalle.
Ya tan solo pido, mi intuición no falle
que muero de ganas por amar de nuevo,
ya perdí la cuenta del tiempo que llevo
en la cama sola, sin comerme un rosco,
hasta mi semblante se volvió muy hosco
por ya tanto tiempo que el amor no pruebo.

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