jueves, 8 de noviembre de 2018

¡Otra más! ... Y nadie se inmuta. Maltrato








¡Otra más!... Y nadie se inmuta

Rima por pareja de estrofas,
en consonante: 2º verso con el 1º
de la siguiente estrofa y con el 3º.
El resto de rimas todas en asonante
con el mismo tipo de rima.
La última estrofa va sola.

Rompen los llantos oscuro silencio,
una voz grita al lejano horizonte,
el eco se esconde, huyendo de duelos.
Y pierde el viento la ruta del norte.

Dejó de ser hombre, es un mastodonte,
a nada ni a nadie, muestra su aprecio,
nunca permite que nadie le afronte,
nació para macho y sigue en su empeño.

Borracho llegó, muy sucio y maltrecho,
su orgullo de macho grita en su oreja;
¡Dos bofetadas me otorgan respeto!
Yo sigo siendo quien manda y ordena.

Ella lo sufre y de nada se queja,
el fue para ella su primer te quiero,
se mira al espejo y se ve muy vieja,
ni rastro queda, de aquel primer beso.

Piensa que en la alcoba gana su puesto
y es solo un mierda que ya no levanta
la flor del amor, a un palmo del suelo,
eso lo sabe y a golpes disfraza.

Quisiera gritar, pero se atraganta,
si de algo protesta, la ase del cuello
y un manotazo en el rostro le planta.
El amor llora tirado en el cieno.

Por escasa hombría, sufre de celos
y amarga la vida a esa que piensa; 
¿pero qué hice yo? Pa´ tanto tormento.
¿Cómo por Dios, me gané esta condena?

Y flota en el aire, una niebla densa,
perdió el color el azul de su cielo,
¡Mi Dios! ¿Qué hice yo, para tanta ofensa?
En sus ojos se ve, el brillo del miedo.

Ella le quiere y aguanta el despecho,
hasta que un día, de un golpe la mata.
Un noticiero publica el deceso,
pero el mundo sigue... Eso no lo para.

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