domingo, 12 de noviembre de 2017

X Del amor y las palabras






Marineros de aguas dulces ni navegar los ríos sabemos
que corren por nuestras venas y zozobrando entre tormentas,
a duras penas cogemos, un mal puñado de besos.

¡Cuántos sueños nos perdemos, por no soltar las amarras,
por pensar que en el amor... no hacen falta las palabras!

Cabalga raudo el desamor, jinete de tristeza disfrazado,
hiriendo almas sin pudor, derramando en la pradera
la savia de la ilusión, la que un día fue bandera
de eternas promesas de amor que quedaron en quimera.

Suspiros cortaban el viento, en tardes de primavera,
golondrinas volaban bajo haciendo entre el sol un manto
donde aguantar la aguacera de los besos y el encanto
de aquel amor principiante que creció bajo la higuera.

Amor al tiempo indeciso que desgasta corazones,
como relojes sin tiempo que no ven pasar los años
por faltarles las palabras que mantienen ilusiones.

Al faltarles el concierto de susurros en la oreja
las almas se derrumbaron por dejadez y pereza,
de labios que ya olvidaron cuantas letras hacen falta;
para decir en un verso; ¡mi vida... cuánto te quiero?

Cuántas veces hoy recuerdo, el fragor de las batallas
de mis labios con tus labios, ¡labios armados de besos,
bien prestos para el amor, pero faltos de palabras!

Es el amor a la carne fuego que bien la excita,
pero también necesita que al oído se le hable.

Ya no vuelan golondrinas alrededor de la higuera,
cobijo de nuestras ansias,y como agua de borrajas
sin sabor ni colorante el amor se marchitaba
por faltarle las palabras y entre lágrimas añoro
el fragor de las batallas de tu cuerpo con mis ansias..

Nunca falten las flores ni tampoco las palabras.



Marineros de aguas dulces,
ni navegar los ríos sabemos
que corren por nuestras venas
y zozobrando entre tormentas
a duras penas cogemos
un mal puñado de besos.

¡Y cuántos sueños perdemos
por no soltar las amarras,
por pensar que en el amor
no hacen falta las palabras!

Cabalga raudo el desamor,
jinete de tristeza disfrazado,
hiriendo almas sin pudor,
derramando en la pradera
la savia de la ilusión,
la que un día fue bandera
de eternas promesas de amor
que quedaron en quimera.

Suspiros cortaban el viento,
en tardes de primavera,
golondrinas volaban bajo
haciendo entre el sol un manto
donde aguantar la aguacera
de los besos y el encanto
de aquel amor principiante
que creció bajo la higuera.

Amor al tiempo indeciso
que desgasta corazones,
como relojes sin tiempo
que no ven pasar los años
mientras mueren ilusiones.

Al faltarles el concierto
de susurros en la oreja
las almas se derrumbaron
por dejadez y pereza
de labios que ya olvidaron
cuantas letras hacen falta
para decir un “te quiero”

Cuántas veces hoy recuerdo,
el fragor de las batallas
de mis labios con tus labios,
¡labios armados de besos
pero faltos de palabras!

Es el amor a la carne
fuego que bien la excita,
pero también necesita
que al oído se le hable.

Ya no vuelan golondrinas
alrededor de la higuera
cobijo de nuestras ansias,
y como agua de borrajas
sin sabor ni colorante
el amor se marchitaba
por faltarle las palabras
y entre lágrimas añoro
el fragor de las batallas
de tu cuerpo con mis ansias..

Nunca falten las flores
ni tampoco las palabras.

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