martes, 14 de noviembre de 2017

X Divergencias de cabeza hueca o malditos celos






Divergencias de cabeza hueca 

Estampa el ego su flecha sobre la sangrante herida,
en una venganza atroz que a fuerza de ver dolor
con más fuerza se la tira, ¡sin detenerse a pensar,
y sin saber donde mira!

No deshojes la pasión que a tus sentidos engaña,
y con su aroma y color de falso al amor disfraza.
Corta de raíz la flor que tu pensamiento araña
anulando la razón.

Yace el amor lastimado por los celos de la ausencia,
¿y cómo vivir sin ti? por mucha fe que te tenga,
los celos de amor me matan si no tengo tu presencia
o no sé nada de ti.

Llenos mis ojos de millas en un fluir sin existencia,
solo soy la resonancia de espesos ecos que gritan
diciendo que la distancia arruga los corazones
y a los amores marchita.

Y crece en mí el desvarío anulando la constante
con ese sudor tan frío que congela mis sentidos
llevándome a la deriva y con el rumbo perdido
sin timón ni cabrestante.

Malditos celos que hurgan arrasando las entrañas,
los ojos se tornan ciegos por espesas telarañas,
las pesadillas madrugan y sombras de negros brillos
sonríen desde los cerros pintando negros caminos
donde cabalgan los miedos que disfrazados de amor
van matando la esperanza.

Los corazones se vuelcan ante las siniestras dudas
que silenciosas se crean, la sangre se coagula,
corre fuego por las venas, los pensamientos se anulan
y extravagantes ideas de imaginados conceptos
hacia el odio se conjuran.

Ciega al amor la locura, arde cual fuego que arrasa
dando paso a la amargura, llenando de musarañas
aquellos ojos tan ciegos vendados por falsos egos,
que quieren ver grandes lagos donde no hay agua ninguna
ni para echarse dos tragos.

Feo bicho el de los celos, ¡cuántos sueños se ha comido!
¡cuánta sangre por los suelos! ¡cuántas vidas se han perdido,
por culpa de su veneno!


Estampa el ego su flecha
sobre la sangrante herida,
en una venganza atroz
que a fuerza de ver dolor
con más fuerza se la tira,
¡sin detenerse a pensar,
y sin saber donde mira!

No deshojes la pasión
que a tus sentidos engaña,
y con su aroma y color
de falso al amor disfraza.
Corta de raíz la flor
que tu pensamiento araña.

Yace el amor lastimado
por los celos de la ausencia,
¿y cómo vivir sin ti?
por mucha fe que te tenga,
los celos de amor me matan
si no tengo tu presencia.

Llenos mis ojos de millas
en un fluir sin existencia,
solo soy la resonancia
de espesos ecos que gritan
diciendo que la distancia
a los amores marchita.

Y crece en mí el desvarío
anulando la constante
con ese sudor tan frío
que congela mis sentidos
llevándome a la deriva
sin timón ni cabrestante.

Malditos celos que hurgan
arrasando las entrañas,
los ojos se tornan ciegos
por espesas telarañas,
las pesadillas madrugan,
y sombras de negros brillos
sonríen desde los cerros
pintando negros caminos
donde cabalgan los miedos
que matan las esperanzas.

Los corazones se vuelcan
ante las siniestras dudas
que silenciosas se crean,
la sangre se coagula,
corre fuego por las venas,
los pensamientos se anulan
y extravagantes ideas
hacia el odio se conjuran.

Ciega al amor la locura
arde cual fuego que arrasa
dando paso a la amargura
llenando de musarañas
aquellos ojos tan ciegos
vendados por falsos egos
que quieren ver grandes lagos
donde no hay agua ninguna
ni para echarse dos tragos.

Feo bicho el de los celos,
¡cuántos sueños se ha comido!
¡cuánta sangre por los suelos!
¡cuántas vidas se han perdido,
por culpa de su veneno!

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