domingo, 19 de noviembre de 2017

X Pesadillas noooo






Pesadillas noooo

Anoche madre soñé tuve negra pesadilla,
las lágrimas me brotaban intentando comprender
¿por qué perdemos la vida, por nuestro mal proceder?

Creí caer de la cama cuando de cerca la vi,
la sonrisa de la Muerte ¡su siniestra carcajada!
como riéndose de mí, sola se regocijaba
viendo al hombre en su derrota, un sudor ¡helado! ¡frío!
me subió por la garganta, vi corazones vencidos
en dirección a la barca y a Caronte con un remo
cargándolos a paladas.

-”Pasen señores y vean, el final que les aguarda”-
A grandes voces gritaba con un vozarrón de trueno
salido de sus entrañas. “-Y sepan que aquí se hallan
por no haberle puesto freno a codicias y desmanes
que solo engordan el ego"-

Desfilaron ante mí con olor a profecía
cosas que pueden pasar si el hombre no cambia un día
de su modo de pensar.

Pude ver como se hundía el mundo sin flotador,
río abajo en la corriente a golpes contra las rocas
iba llorando el Amor, desde la orilla sombría
quise tenderle una mano, pero me pidió que no
cansado ya de luchar, triste, viejo y derrotado.

Ya murió su última estrella, dicen que Odio la mató
y nada quiere la Luna saber de nuevos amores
en un Mundo de senderos de miserias y traiciones.

Esperanza en un rincón llorando a lágrima viva,
pidiendo al cielo valor para dejar esta vida
corriendo detrás de Amor río abajo a la deriva.

Me dijo que se cansó de no saber dar respuesta
y  a morir esta dispuesta por no poder atender
ni saber darles razón a tantas almas rendidas
que fían de su tesón y no ven amanecer.

¡Ay, madre no quiero yo! más noches con estos sueños
que si muere la Esperanza y nos deja el buen Amor
con ellos se marcharán la Justicia y la Ilusión.

Anoche madre soñé
tuve negra pesadilla,
las lágrimas me brotaban
intentando comprender
¿por qué perdemos la vida,
por nuestro mal proceder?

Creí caer de la cama
cuando de cerca la vi,
la sonrisa de la Muerte
¡su siniestra carcajada!
como riéndose de mí,
sola se regocijaba
viendo al hombre en su derrota,
un sudor ¡helado! ¡frío!
me subió por la garganta,
vi corazones vencidos
en dirección a la barca
y a Caronte con un remo
cargándolos a paladas.


-”Pasen señores y vean,
el final que les aguarda”-
A grandes voces gritaba
con un vozarrón de trueno
salido de sus entrañas.
“-Y sepan que aquí se hallan
por no haberle puesto freno
a codicias y desmanes
que solo engordan el ego"-

Desfilaron ante mí
con olor a profecía
cosas que pueden pasar
si el hombre no cambia un día
de su modo de pensar.

Pude ver como se hundía
el mundo sin flotador,
río abajo en la corriente
a golpes contra las rocas
iba llorando el Amor,
desde la orilla sombría
quise tenderle una mano,
pero me pidió que no
cansado ya de luchar,
triste, viejo y derrotado.

Ya murió su última estrella,
dicen que Odio la mató
y nada quiere la Luna
saber de nuevos amores
en un Mundo de senderos
de miserias y traiciones.

Esperanza en un rincón
llorando a lágrima viva,
pidiendo al cielo valor
para dejar esta vida
corriendo detrás de Amor
río abajo a la deriva.

Me dijo que se cansó
de no saber dar respuesta
y  a morir esta dispuesta
por no poder atender
ni saber darles razón
a tantas almas rendidas
que fían de su tesón
y no ven amanecer.

¡Ay, madre no quiero yo!
más noches con estos sueños
que si muere la Esperanza
y nos deja el buen Amor
con ellos se marcharán
la Justicia y la Ilusión.

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