Las gaviotas en el cielo entre las plumas amagan cadenas para sus alas y arcones para los sueños.
Entre los vientos zozobran silencios de brumas negras, la Muerte ya en su libreta algunos nombres anota.
Un aterrador lamento los corazones espanta, las almas llenas de escarcha ya prevén un frío invierno.
Las estrellas se acurrucan entre negros nubarrones, y pintaron de colores sus patas las blancas grullas.
Color sangre baja El Plata, cegó su luz el lucero, barruntan tiempos de duelo los lirios en la vaguada.
La luna tras un velero llora a lágrima tendida, mira hacia el mar y suplica que no ahogue más anhelos.
Sacuden fuerte sus olas océanos sollozantes, quieren escapar los mares sobre lomos de gaviotas.
Espuelas brillan al son de las olas que cabalgan, creando por donde pasan, llanto, silencio y dolor.
Descansa en la fosa fría un ejército de sueños, ya nada valen lamentos ni ecos de voces vacías
Entre sollozos La Pampa
se puso su traje negro,
El Turco desde los cielos
una milonga les canta
y aquel gaucho, el Martín Fierro
le acompaña a la guitarra.
Pasto son de soledades en un mundo ya sin vientos, de amaneceres inciertos y eterno llorar de madres.
Levante ya el corazón en defensa de la vida y muera la sin razón que lleva a la sepultura a quien hundido ya está en esa eterna negrura por culpa de los que van sembrando desolación entre llantos y amargura negando el paso a la vida en sangrante sin razón.