martes, 25 de julio de 2017

¿Dónde están los poetas? 2





Con voz

¿Dónde están los poetas? 

¿Dónde estarán los poetas? ¡Madre, qué yo quiero verlos!
No a esos bardos que cuentan, historias de las estrellas,
con esos no quiero cuentos, ¡Qué para cuentos... Calleja!

Madre, que yo no preciso, tener los sueños de amores,
si veo que en torno mío solo moran almas pobres,
ante un incierto destino que no pinta de colores
las almas de los que sufren el abandono del mundo
y los sueños se les funden al ver un negro futuro
en una noche sin luces... por su piel de color bruno.

Tanto ser abandonado al capricho de la suerte,
corazones derrotados ante un mundo indiferente
que no los ve como hermanos y no tienen quien les verse. 

Sin manos que se les tiendan, sin una luz que les guíe
sin nadie que les proteja, sin un poeta que pinte
su amargura en unas letras, donde un cielo se dibuje
que les abra nuevas sendas.

Por eso yo quiero, madre, poetas que sean valientes,
que su letras hiervan sangres, que sus versos nos acerquen
a quienes son semejantes y buscan quien les aliente.

Poetas que no le teman al hacer de los que mandan.
y sean la voz y queja de tantas almas que vagan
por las arenas adversas... donde los sueños resbalan.

¿En dónde madre y en dónde, dónde estarán los poetas?
¿Por qué veredas se esconden, las savias de nuevas letras?
¿Será madre que no me oyen, ya que ninguno contesta?

¡Qué vengan madre que vengan! Qué lancen al viento el polen
que haga florecer las puertas y que sus letras desmonten
los rosarios de cadenas que atan a las manos nobles
que sueñan con vidas nuevas.


¿Dónde estarán los poetas?
¡madre, qué yo quiero verlos!
no a esos bardos que cuentan
historias de las estrellas,
con esos no quiero cuentos,
¡qué para cuentos Calleja!

Madre que yo no preciso
tener los sueños de amores,
si veo que en torno mío
solo moran almas pobres
ante un incierto destino
que no pinta de colores
las almas de los que sufren
el abandono del mundo
y los sueños se les funden
al ver un negro futuro
en una noche sin luces
por su piel de color bruno.

Tanto ser abandonado
al capricho de la suerte,
corazones derrotados
ante un mundo indiferente
que no los ve como hermanos
y no tienen quien les verse. 

Sin manos que se les tiendan,
sin una luz que les guíe
sin nadie que les proteja,
sin un poeta que pinte
su amargura en unas letras
donde un cielo se dibuje
que les abra nuevas sendas.

Por eso yo quiero madre,
poetas que sean valientes
que su letras hiervan sangres
que sus versos nos acerquen
a quienes son semejantes
y buscan quien les aliente.

Poetas que no le teman
al hacer de los que mandan.
y sean la voz y queja
de tantas almas que vagan
por las arenas adversas
donde los sueños resbalan.

¿En dónde madre y en dónde,
dónde estarán los poetas?
¿Por qué veredas se esconden
las savias de nuevas letras?
¿Será madre que no me oyen,
ya que ninguno contesta?

¡Qué vengan madre que vengan!
Qué lancen al viento el polen
que haga florecer las puertas
y que sus letras desmonten
los rosarios de cadenas
que atan a las manos nobles
que sueñan con vidas nuevas.


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