domingo, 23 de julio de 2017

X Ausencias polimétrico









Nunca nos hiere el amor,
cuando enfría y pierde calma,
será muy leve la herida
si es tan dura como el roble el alma
y el corazón no se atreve
a romper el silencio del alba.

Perdí al amor y la tibieza,
que disfrazó de gloria mi paisaje,
mas no di paso a la tristeza,
soporté firme el oleaje
y aguantó mi alma con firmeza.

Todo empezó siendo un sueño,
tras él, cabalgaba un beso,
que con ardiente mirada,
llenó mi alma con su fuego,
tatuando sobre mi piel un verso,
que ya borró la nostalgia,
por una ausencia que duele
sin atisbo de esperanza.

En el campanario ya sombrío
se palpa la soledad
mas las campanas, no sienten frío,
se hielan los corazones
y ya es de mármol el mío.

No puedo soportar el vacío,
ya emigraron las cigüeñas,
ya se quedó solo el nido,
el viento hace mucho eco,
tiembla de miedo el rocío
al posarse lentamente
con pavoroso silencio
en los solitarios lechos 
de los sueños que se han ido.

Empañado está el cristal
del espejo donde miro,
el silencio ya se volvió mudo
y dejó de ser mi amigo,
ya no pierde conmigo las horas,
ya no quiere ser abrigo
de todas las noches muertas
que tu ausencia me ha traído.

Y ya mi corazón se rebela
como perro de ceniza
que a la luz de la luna le ladra.
Así mi corazón llama a tu alma,
buscando una respuesta a tu ausencia
con sus aullidos al alba.

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