En el monte de las ánimas
hay una reunión secreta
el Becquer ha convocado
las almas de los poetas,
han acudido Quevedo,
Cervantes, Lope de Vega,
Unamuno y Azorín,
el Góngora y Espronceda
Don Gonzalo de Berceo
y un primo de Dulcinea.
Del Marques de Santillana,
vino a decir su doncella,
que no ha de poder venir,
porque dice tener cena
con el Conde Lucanor,
que organizó una gran fiesta;
qué estos condes son así;
¡si no hay motivo... lo inventan!
¿De qué trata la reunión?
¡Qué eso sí nos interesa!
¿Por qué Becquer ha reunido
a los genios del poema?
¿No será acaso quizás
que están muriendo las letras?
¿Y a los vates en sus tumbas
les pican las entretelas?
Becquer tiene la palabra;
-Señores quiero que sepan
que he descubierto una red
donde florecen poemas,
como las setas de cardo
alrededor de la era,
pues poeta es todo el mundo
desde que un listo dijera
que a lo que sale del alma
se puede llamar poema,
aunque carezca del arte
que se merecen las letras.
Continua Becquer diciendo;
en esta época moderna
con tanto artilugio nuevo,
andando por las veredas
he visto muchos portales
regados de primaveras,
donde los bardos florecen,
como en el monte las setas
y sin respetar al arte
hasta los legos se cuelan.
Aquí saltó el buen Quevedo;
-¿Y seguro son poemas,
ese montón de borrones
hechos sin norma y sin reglas?
Más bien me parece a mí
que son de viejo conseja,
de quien gusta presumir
de que la edad da experiencia,
¡ni que eso diera derecho
a medrar entre las letras
escribiendo en mayor parte
cosas sin pies ni cabeza!
-Muchos no saben que hacer,
le repica el Espronceda,
cuando los años les vencen
reviven sus almas tiernas,
buscando amparo y refugio,
dando salida a sus penas,
que las penas se apaciguan
cuando los hombres versean.
-Recuerdan viejos amores,
dice Don Lope de Vega
y se acogen a esas redes,
con una esperanza abierta
que les devuelva el vigor
a sus almas ya sin suelas
y de paso ante sus nietos
presumen de ser poetas.
Cervantes con ronca voz;
-Déjales que se entretengan,
que no hay mayor ilusión
que poder decir con letras
lo que siente un corazón
cuando el amor lo lidera
y es hermoso transmitir
aquello en lo que se piensa.
Y Gonzalo de Berceo
le dio una buena respuesta;
-Viva Dios, que si señor;
a nadie cortes la inercia
de plasmar en un papel
aquello con lo que sueña,
aunque no tenga el paleto
de escribir ni puta idea,
pero nunca os olvidéis
y tenedlo siempre en cuenta;
¡Qué prime la libertad
y a quien no guste... no lea!
-Así me gusta Gonzalo,
dijo Azorín con voz recia,
si nosotros no tuvimos
el avance de la ciencia,
no por eso reneguemos
de que ahora si lo tengan
y puedan las criaturicas
escribir sus experiencias.
El Góngora y Unamuno
a la vez mueven la testa,
diciendo los dos a dúo;
-Y tened de esto certeza,
no por malo que se escriba
será malo pa´ las letras,
que si a unos no les gusta
a otros quizás embelesa,
ya que de ser bueno o malo
nadie tiene la certeza.
Acabe ya la sesión,
siga el mundo dando mecha
y no me sufras Gustavo
por la invasión de poetas
que eso será siempre bueno
para el mundo de las letras.
Y esto así me lo contó
el primo de Dulcinea,
ante un buen jarro de vino,
bajo la luz de las velas.
-0-
Si te saqué una sonrisa
ya me doy por satisfecha,
aunque alguna contrahecha
no lo verá de esa guisa.
Y... no lo tomes a risa
ni creas que no estoy cuerda
pero es fácil que le muerda
con este romance añejo
a algunos con el pellejo
más fino que el de una mier...
Sí se llama arte poético,
por algo creo será,
mas nadie respeta ya
y eso sí en verdad es tétrico.
Con escribir epiléptico
cualquiera se cree un bardo
porque de letras un fardo
suelta a diestro y a siniestro,
se piensa ser un maestro
y es tan solo un mustio cardo.
Y créame lo que le digo
hay alguno tan rebruto,
que yo le aseguro a usted
que no sabe como hacer
ni la O... sin usar canuto.
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