Retales IV Y semana santa

Esconden los mares

silencios que muerden,

en almas que buscan

la cueva del duende,

ese del que cuentan,

que dicen regala

a todo quien vaya,

amores a kilos

allá en occidente.

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Mudos silencios ocultan

esas nubes que no pasan,

con su lluvia que no moja

a esos amores que nunca

oyeron hablar de besos

ni supieron de portales

donde se forjan los sueños

en las dulces madrugadas

que se cuecen los amantes.

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Quien el mejorar no intenta
¿por qué coño pierde el tiempo?
¿acaso no se da cuenta?
que ha de borrarle el viento,
esas historias que inventa
sin base ni fundamento.

¡Ay, de aquel que se alimenta,
de halagos del falso diestro,
aquel que solo frecuenta
las letras de otro elemento
que a él también le comenta
a cambio de ser devuelto..

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El hombre en su necedad
presumir gusta de bueno
a nada le pone freno
al llegar la navidad.
Todo es amor y bondad
de boquilla para fuera.
Es el humano una fiera
oculto bajo una manta
y al llegar Semana Santa
otra vez con la tontera.

En todo el año no ha visto,
ni por asomo una iglesia,
de pronto se va la amnesia
y es discípulo de Cristo.
El humano es tipo listo
cuando se huele la fiesta,
por el bebercio y la ingesta,
es cristiano, o lo que sea.
Perdonad que así lo crea
pero así lo ve mi testa.
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En todo el año no ha visto,

ni por asomo una iglesia,

de pronto se va la amnesia

y es discípulo de Cristo.

El humano es tipo listo

cuando la fiesta se  huele,

si hay jarana no le duele

ser cristiano o ser ateo,

o apuntarse a un bombardeo

aunque la testa le vuele.

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Suele ocurrir, verá usted;
yo no tengo menor duda;
quién critica pa´ofender
y su veneno supura
contra cosas  medio bien,
después se le suele ver
alabando la basura
de aquellos que dicen ser;
sus amigos de fortuna
que le alaban a su vez.