sábado, 7 de abril de 2018

Esa puta vestida de verde. Romancillo









Se nutre la vida
de sangre que riega
los cerros de olvidos,
montes sin laderas,
picos donde puso
el hombre su meta,
esos donde dicen 
la esperanza otea
a ilusos que hicieron
sus planes con ella.

Mientras ella ríe
con risa de hiena,
se bien lo que digo,
la tuve muy cerca,
vi su traje verde,
su cara de cera
corazón de hierro,
sin sangre en las venas
y fuerte me dijo;
Si hay algo que anhelas
no fíes de mí,
tan solo en tus fuerzas,
que si algo consigues
ha de ser por ellas!
¡Nadie te dará,
duros por pesetas!

De golpe sentí
esa ira que ciega
y nubla la mente,
cuando el hombre piensa;
que hay algo que trunca
su paso en la tierra.

Pone el hombre empeño,
sé bien, que lo intenta
queriendo saber
misterios y tretas
de dioses que anulan
con negras cadenas
los sueños que forjan
aquellos que sueñan
vivir en un mundo
sin tantas enmiendas.

Sueños que se pierden;
muriendo en las venas
de aquellos que buscan
alivio en la espera,
sabiendo que nunca
pisará su puerta
una blanca suerte;
¡tan solo la negra!

Mis uñas al cielo,
arañan con fuerza
pidiendo me diga;
¿por qué extraña ciencia,
los sueños del hombre
nunca se respetan?
Los dioses tan solo
hablan de promesas,
que manchan de barro
crédulas orejas
de aquellos que pierden
su tiempo en monsergas,
mientras la esperanza 
ríe a boca abierta
partiéndose el culo
detrás de la verja.

No hay comentarios:

Publicar un comentario