miércoles, 30 de agosto de 2017

c Unas letras para un señor de la Mancha







A   joanmoypra


Muy bien, señor de la Mancha
es digno de ser manchego
el resaltar bien el ego
de aquel que su pluma ensancha.

A veces es solo escarcha,
lo que se plasma en un pliego,
aunque sea dando el pego
solo por seguir la marcha.


Me recuerdas al Quijote,
vecino de tu lugar,
luchando contra el pitote,

siempre raudo y sin parar
jugándose hasta el cogote
para entuertos aclarar.

Y tú les pones el freno,
con tu pluma les disparas
para que no se desmanden
les vas manteniendo a raya
ni se salgan del terreno.

Azulejos en blanco Verso libre





Azulejos sin mancha
faltos de serigrafía,
primeras pantallas que brillan,
 puras en fondo blanco,
tan solo saben de plumas
que dibujan calcetines,
 todos de cuello largo,
 sin los surcos marcados 
que la vida irá dejando.

Del horno a medio cocer 
sale noble el corazón,
no tardará en encontrar
y sin buscarla, la llave
de los cerrojos que guardan
 las miserias y el dolor.

En lo alto de los ábsides, 
nubes de buitres negros
camuflan la realidad 
con sus duros picotazos,
ante racimos de pájaros 
que perdieron la bondad
serigrafiándo falsa humildad 
en sus pantallas en blanco.

Aves de bajo vuelo,
 ante biólogos perplejos,
orfeones ficticios de coros 
que ya no saben que cantan,
letras que van dejando 
en pañales a los sueños,
por la libertad que ampara
 a plumas que se levantan
sobre cuartillas sin surcos
 y ante tinteros sin manchas.

Soy un soldado herido o la muerte inutil







vídeo canción

Soldado herido

Salieron de sus casas cargados de besos, 
abrazos y sonrisas, repletos de ilusión, 
con estas armas no llegaron muy lejos,
la Muerte les acorraló en un rincón, 
esas cosas no se pueden llevar en la mochila,
no sirven para matar, solo para dar amor 
y las leyes de la guerra no permiten tal horror.

Soy ese soldado herido que muere por la bandera
que le marcó su destino, mas no conocí enemigo
ni busqué nunca la guerra, ni meterme en los problemas
de la casa del vecino.

¡No lloren esas mujeres, hagan callar a ese niño!
Y no me pongan laureles ni me entierren en un nicho.

¡Qué nadie llore mi muerte, que me dejen en el frente
como si estuviera vivo! Que quiero estar bien presente
siempre cuando suene un tiro y ver caer a un hermano,
poder tenderle mi mano y llevármelo conmigo
con dirección a una guerra, sin hombres para morir
y sin esperanzas muertas, en donde triunfe el amor
y todos los sueños crezcan.

Que se entere mi bandera, de que ha perdido un soldado
que nunca tuvo ganado. Díganle a todo el que muera
que yo le estaré esperando con el amor en la mano
como mi única señera.

Que no se enteren mis padres de que perdieron un hijo
no quiero saber que sufren, ¡esto es lo último que pido!

Nunca deseé la muerte, mía ni de algún vecino,
nunca supe odiar a nadie ni amigo ni a enemigo,
por siempre me encandilaron, con locura las mujeres,
de siempre me gustó el vino y ahora que sé que muero;
¡quisiera sentirme vivo!

A la memoria de 
Jacinto Luis Niceto Montes



Soy un soldado herido
 o la muerte inútil

Salieron de sus casas cargados de besos, 
abrazos y sonrisas, repletos de ilusión, 
con estas armas no llegaron muy lejos,
la Muerte les acorraló en un rincón, 
esas cosas no se pueden llevar en la mochila,
no sirven para matar, solo para dar amor 
y las leyes de la guerra no permiten tal horror.

Soy ese soldado herido
que muere por la bandera
que le marcó su destino,
mas no conocí enemigo
ni busqué nunca la guerra,
ni meterme en los problemas
de la casa del vecino.

¡No lloren esas mujeres
hagan callar a ese niño!
Y no me pongan laureles
ni me entierren en un nicho.

¡Qué nadie llore mi muerte,
que me dejen en el frente
como si estuviera vivo!
Que quiero estar bien presente
siempre cuando suene un tiro
y ver caer a un hermano,
poder tenderle mi mano
y llevármelo conmigo
con dirección a una guerra
sin hombres para morir
y sin esperanzas muertas,
en donde triunfe el amor
y todos los sueños crezcan.

Que se entere mi bandera
de que ha perdido un soldado
que nunca tuvo ganado.
Díganle a todo el que muera
que yo le estaré esperando
con el amor en la mano
como mi única señera.

Que no se enteren mis padres
de que perdieron un hijo
no quiero saber que sufren,
¡esto es lo último que pido!

Nunca deseé la muerte
mía ni de algún vecino,
nunca supe odiar a nadie
ni amigo ni a enemigo
por siempre me encandilaron
con locura las mujeres
de siempre me gustó el vino
y ahora que sé que muero
¡quisiera sentirme vivo!

A la memoria de 

Jacinto Luis Niceto Montes

------------------


Soy un soldado herido
 o la muerte inútil
(intro)
Salieron de sus casas cargados de besos, 
abrazos y sonrisas, repletos de ilusión.
...
Con estas armas no llegaron muy lejos,
la Muerte les acorraló en un rincón.
...
Esas cosas no se pueden llevar en la mochila,
no sirven para matar, solo para dar amor.
...
Y las leyes de la guerra no permiten tal horror.
...
(verso1)
Soy ese soldado herido
que muere por la bandera
que le marcó su destino.
...
Mas no conocí enemigo
ni busqué nunca la guerra,
ni meterme en los problemas
de la casa del vecino.
...
(estribillo)
¡No lloren esas mujeres
hagan callar a ese niño!
...
No me pongan laureles
ni me entierren en un nicho.
...
¡Qué nadie llore mi muerte,
que me dejen en el frente
como si estuviera vivo!
...
(verso2)
Que quiero estar bien presente
siempre cuando suene un tiro.
...
Y ver caer a un hermano,
poder tenderle mi mano
y llevármelo conmigo.
...
Con dirección a una guerra
sin hombres para morir
y sin esperanzas muertas.
...
En donde triunfe el amor
y todos los sueños crezcan.
...
(coros)
Que se entere la bandera
de que ha perdido un soldado
que nunca tuvo ganado.
...
Díganle a todo el que muera
que yo le estaré esperando.
...
Con el amor en la mano
como mi única señera.
...
Que no se enteren mis padres
que perdieron a su hijo.
...
No quiero saber que sufren...
¡esto es lo último que pido!
...
(outro)
Nunca deseé la muerte
ni mía ni de algún vecino.
...
Nunca supe odiar a nadie
ni amigo ni a enemigo.
.
Siempre me encandilaron
con locura las mujeres.
...
Siempre me gustó el vino
y ahora que sé que muero...
¡quisiera... sentirme vivo!


M Mis palabras , poema con Eladio Ibáñez





Las letras tienen la palabra.
Viven y andan por ahí obscenas 
y sueltas en hojas blancas,
algunas hablan de penas,
otras corren como liebres,
pero todas me mandan y ordenan.
Se reúnen en la siembra de mi fiebres,
calma son, en mis noches serenas 
son mis sombras incontenibles
me sigue siempre de cerca,
como guardias invisibles
vigilan que no me pierda.

Y yo las nombro y las duermo
las despierto y con ellas me lavo,
son la causa de mis desvelos
y las seco y las amo con su odio,
¡creo que me odian algo!
piensan que soy su demonio
y rasguñan mi cerebro,
al saber que de ellas me valgo
para ir creando pasión
e ir forjando mi sueño
y encienden fuego a mi alrededor
con la esperanza puesta en el cielo
de que un mal rayo me parta 
y las deje con su dolor.

Insoportables palabras que me queman,
arrasar mis sueños pretenden,
me llenan la boca con sus tripas,
mis ansias de vivir las frenan,
en cuanto pueden me ofenden
y a gritos se desgañitan
al cielo claman y piden
que Dios me aleje de ellas.
Me desnudan y al rato me visten
me calientan y me hielan,
a veces las veo que tristes
me abotonan y despiden 
cual si en el fondo quisieran
aunque parezca imposible
ser mi amigas para siempre,
¡pero no! su odio siempre las vence
y triste veo, como se alejan.

Me tienen en una evidencia ciega
por mucho más que lo intento
no puedo hacerme con ellas
a veces creo que me aman
otras veces solo pienso
que algo contra mí traman,
¡pero yo no quiero! ¡no quiero!
de mi lado tampoco apartarlas.
Me persiguen con caras de máquinas.
Camufladas, ¡no me dejan!
¡ellas me aman! ¡lo sé, son mías!
lo disimulan...¡son pendéjas!
pero a veces siento, ¡siento como me besan!
!y no, no, no!
¡ni las dejo!. ¡ni me dejan!
 Son mi voz, ¡son  mis palabras!
Vieja tribu de letras 
herencias de mis insomnios
que mantienen mis esperanzas
y me quieren, y las quiero
aún así, aún así no lo parezca...

Poema de Eladio Ibáñez Ogando
y Mercedes Bou Ibáñez

M Asonancias cibernéticas y divergencias primaverales. 2 Verso libre




Malentendidos y bien entendidos
como malvas mezcladas crecen,
con la savia de las ortigas
de algún alma despendolada.

Entre los cuerdos se mezclan los locos
disfrazados de botijo a los que falta el pitorro.

Hay huracanes que impulsan hacia sus lechos
a mis hermanos los vientos
y chubascos de pájaros muertos
caen sobre mis miedos dando chillidos,
mientras un palomo cojo defeca sobre mis pechos.

Y veo bardos deambulando sobre cadáveres henchidos,
en tabernas plagadas de rostros putrefactos,
donde reconozco la presencia de mi Dios
premiando a los muertos y castigando a los vivos.

Cuerdos y juglares insensatos,
cabalgan por imaginarios océanos
de olas de plata en torno a impulsos primitivos,
felices contemplando, el bruto resurgir
primaveral de los verdes campos,
en boga por salir de solsticios en tinieblas.

Retirada en la paz de estos desiertos
me escudo en ocasos de balances numéricos,
cuento las sirenas disfrazadas
que van trepando por mis piernas 
en busca de los clones neutros,
que entre las sombras se camuflan
mezclándose con mis delgados odios.

Tras los objetos punzantes, que algunos les llaman plumas,
 median mayos cronológicos
y girasoles de cuervos borrascosos
inundan la primavera de mis pensamientos,
más allá de los graneros... llenos de pájaros ciegos.

Alas rotas II






Alas rotas

Admirando a su mamá,
le crecen al ave  plumas
y en viéndola volar, sueña, 
que pronto llegará el día
que él también podrá soñar.

El ave que nunca vuela,  bien poco podrá enseñar,
es el vuelo quien la lleva en pos de la libertad
y no hay retoño que vuele si no vuela su mamá.

Un pintor pinta una rosa, otro pinta un clavel,
otro una mariposa, otro cuenta una mentira
y otro no sabe que hacer,
unos la ven deliciosa, otros preguntan ¿por qué?

A alguien allá en el fondo sin querer se le escapa un do,
un poeta clama al cielo pidiendo dosis de amor
y una guitarra sin cuerdas llora sola en un rincón,
por no haber sabido nunca, como cantarle al dolor.

Como guitarra sin cuerdas serán las almas que nunca,
rindan tributo al amor.
Impactan según sus clavos, las almas en el redil
esos clavos que le frenan, a la razón el vivir.

Sueños enfermizos guiaron, las chispeantes miradas
de quienes vieron la vida, cual gigantesco burdel,
convirtiéndolo en morada, de aves que ya no vuelan 
y de rosas y claveles que no conocen pincel
ni la pluma del poeta, 
esa que solo mojaba en los tinteros de miel.

Divergencias en la búsqueda del amor.4 Verso libre






Vivo admirando la perfección 
que en las almas crea el amor,
ese amor que busca ufano 
en las camas su rendición,
amor como amor de hermanos 
pero henchido de pasión,
ese amor que eleva al hombre 
en la búsqueda de Dios,
ese hombre que nace, 
para renacer un día 
en hombre mucho mejor,
y buscar en las estrellas 
del vivir otra razón,
para vivir sin que nadie, 
desconozca su interior.

La envidia es ese mérito 
que afianza en los cobardes el valor,
las riñas de quienes luchan 
sean vínculos de renovación,
antes de conquistar los cuerpos
conquistemos el corazón,
unámonos en el sendero 
que conduce por caminos sin dolor.

Buceemos hasta el fondo 
en océanos de amor,
quien huye de si mismo, 
es de la vida un desertor,
la ignorancia y el error 
son manantiales que ofuscan
de los hombres la razón,
con malicia y mal humor
agrias se vuelven las mentes, 
reflejando en los rostros desazón
y envidiamos a quien vemos 
en un más alto escalafón.

Dejémonos envolver 
en ese país llamado amor,
rompamos barreras y busquemos
 los sacos de la ilusión,
elevemos el pensamiento 
para conseguir un mundo mejor,
amar es crecer y multiplicar

enriqueciendo la vida interior.








W M Divergencias encefálicas producidas por los drones.3 Verso libre




Surrealismo

 Guasas a buenas horas, rencores arcaicos,
fotones a propósito de periodismos esbeltos,
sin respuestas para el llanto de los niños
y sacos vacíos de bocadillos sudorosos
perdiéndose por las esquinas de un descerebrado mundo.

Sendas caballerías a despecho de los núcleos
y de los discos alados de los calcos de Pegaso
cabalgan entre las sombras que camuflan la miseria.

Nació para la lucha la estatua de los vientos,
bajo los párpados, oculta por los cabellos,
luce la mancha sangrienta del hambre que no calla.

Gracias a la prensa de los descubiertos
vive feliz el bruto que en los verdes campos,
detrás de las llamaradas graba castaños furiosos
y kilos de mierda caen sobre sus hombros
en compensación a los cargos minuciosos
de quienes viven con los cerebros huecos
en despachos sombríos llenos de votos muertos.

Vuelan jamones e impresos dichosos
cargados de promesas con los brazos caídos
mientras ruedan por los suelos
yugulares enrojecidas en cuellos de verde cutis
y críos llorando con los sueños descosidos en los llanos.

Divergencias de una chica bien De cuentos de la Gertrudis






.¡Al ver el bulto alucino!
¿será todo para mí?
¿y será todo pepino?
ya sudo cuando imagino,
montarme encima de ti
hasta sentir el chumino
ardiendo como el ají.
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¡Un mes, sin probar las brevas!
¡de esta noche ya no pasa,
me pongo las bragas nuevas,
salga el sol por donde salga
pero hoy en mi monte nieva.

Y saldré marcando escote,
una falda  bien cortita,
rezándole a Santa Rita,
para encontrar buen cipote,
y dormir bien calentita
empezando el año nuevo
sin echar a falta un huevo
cerquita de la nariz
y así seguro no lejos

andará el pollo perdiz...

Al día del padre y la madre










SENRYU

Ladrón de besos
el sueño entre cipreses.
Ráfaga helada.

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Padre...
Aunque ya no estés, te siento,
te noto a mi lado,
percibo junto a mí un aire fresco
y la grandeza de tu amor
mantiene vivo el recuerdo.

Con esta luna 
y tu recuerdo inmenso,
veré morir, las luces de la tarde,
que acercarán de nuevo 
a mi pecho tu calor
inundándolo de sueños.

Padre, eterno amor, 
sin juramentos,
luz y guía de mis noches negras,
universo sin fin de sabiduría y consejos.

Padre,
con un gran dolor siento,
tener pequeña la boca,
para gritarle al cielo
esa palabra tan grande,
que no me cabe en un verso.

Esa palabra... Padre,
que queda con sabor a poca,
en estos humanos labios... 
en esta pequeña boca... Padre.



Madre...
siempre a mi lado te siento,
aunque esté lejos de ti,
no te apartas de mi recuerdo
ninguna noche me acuesto
sin que tu luz brille en mí.

Con esta luna
y tu amor inmenso,
veré morir
las luces de la tarde,
que acercarán como cada noche
tu calor a mi pecho
inundandolo de amor.

Madre, eterno amor,
sin juramentos,
luz y guía de mis noches negras,
universo sin fin
de sabiduría y consejos.

Madre,
siento con dolor,
tener pequeña la boca,
una palabra tan grande,
queda con sabor a poca,
en estos humanos labios....MADRE