Soy la voz que grita
hundida en el barro,
un puto cagarro,
pito que no pita.
La rosa marchita
en mustio jardín,
gintonic sin gin
helado sin fresa
fiesta sin sorpresa
sofá sin cojín,
bala sin cartucho
solo un pobre chucho
en un mundo ruin.
¿Quién soy yo?
Del bosque encantado
la mora salvaje,
de cuentos y nanas
el príncipe sapo.
Murmullo velado
de aquellos que callan,
por miedo a las leyes
que impone el tirano.
Soy culo del cazo,
cuerda del chorizo,
del nido la paja
y cerro en el llano.
La voz de los niños
que crecen sin madre
y presos del llanto
se mueren de olvido.
En mares sombríos
el pirata malo
y el salmón que nunca
volverá a su río.
Y soy en la cárcel
esa celda estrecha
que acoge en silencio
las penas del hambre.
Soy la cinta negra
en días de luto
y eslabón perdido
que busca cadena.
Soy la cabra loca
por qué no me callo,
ante la injusticia
que ataca en la sombra.
Soy la pobre oveja
que vaga perdida,
por que ya ni en sueños
se la tiene en cuenta.
Soy el campesino
que entrega la vida
en tierras ajenas
sin ver beneficio.
Soy la flor del cardo
que nace salvaje
sin querer jardines
pompas ni boato.
La voz del jilguero
que no sabe qué
hace tras la reja,
si siempre fue bueno.
Soy la última rana
que queda en la alberca
las otras se fueron
a Marte a por agua.
Soy el gris obrero
que pasa la vida
en la cuerda floja
hasta cäerse muerto.
Soy el grito alzado
de aquel que quisiera
expulsar del mundo
los dioses de barro.
Y soy la manzana
que pide justicia
por ya tantos siglos
de tan mala fama.
Soy la voz que clama
sola en el desierto
contra tantos mierdas
que al planeta matan.
Soy esa que sueña
ser poeta un día
y sean palanca
del mundo sus letras.
También la que intenta
que ya la mujer
pueda conseguir
igualdad completa.
Pero nada saco,
nada puede solo
quien de la paella
es tan solo un grano.
hundida en el barro,
un puto cagarro,
pito que no pita.
La rosa marchita
en mustio jardín,
gintonic sin gin
helado sin fresa
fiesta sin sorpresa
sofá sin cojín,
bala sin cartucho
solo un pobre chucho
en un mundo ruin.
¿Quién soy yo?
Del bosque encantado
la mora salvaje,
de cuentos y nanas
el príncipe sapo.
Murmullo velado
de aquellos que callan,
por miedo a las leyes
que impone el tirano.
Soy culo del cazo,
cuerda del chorizo,
del nido la paja
y cerro en el llano.
La voz de los niños
que crecen sin madre
y presos del llanto
se mueren de olvido.
En mares sombríos
el pirata malo
y el salmón que nunca
volverá a su río.
Y soy en la cárcel
esa celda estrecha
que acoge en silencio
las penas del hambre.
Soy la cinta negra
en días de luto
y eslabón perdido
que busca cadena.
Soy la cabra loca
por qué no me callo,
ante la injusticia
que ataca en la sombra.
Soy la pobre oveja
que vaga perdida,
por que ya ni en sueños
se la tiene en cuenta.
Soy el campesino
que entrega la vida
en tierras ajenas
sin ver beneficio.
Soy la flor del cardo
que nace salvaje
sin querer jardines
pompas ni boato.
La voz del jilguero
que no sabe qué
hace tras la reja,
si siempre fue bueno.
Soy la última rana
que queda en la alberca
las otras se fueron
a Marte a por agua.
Soy el gris obrero
que pasa la vida
en la cuerda floja
hasta cäerse muerto.
Soy el grito alzado
de aquel que quisiera
expulsar del mundo
los dioses de barro.
Y soy la manzana
que pide justicia
por ya tantos siglos
de tan mala fama.
Soy la voz que clama
sola en el desierto
contra tantos mierdas
que al planeta matan.
Soy esa que sueña
ser poeta un día
y sean palanca
del mundo sus letras.
También la que intenta
que ya la mujer
pueda conseguir
igualdad completa.
Pero nada saco,
nada puede solo
quien de la paella
es tan solo un grano.
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