sábado, 20 de julio de 2019

Primer amante ya en pm





vídeo canción



Mi primer amor
mi Don Juan tunante,
tu sangre caliente
mis venas invade,
las ansias me llevan
a desesperarme,
buscando lograr
el echarte el guante
y gozar tu cuerpo
frotando mi carne
al calor del fuego
que en tus venas arde.

Se encrespa mi vello
al ver tus andares,
con esa figura
de porte elegante
que ya deseara
el guerrero Ares
y Apolo se queda
cual niño en pañales.
¡Ay, cuanto yo diera
por llevarte al catre
y a la luz de luna
gozar de tus carnes.

Este amor que siento
no puede borrarse
quedará grabado
a fuego y con sangre
hasta el fin del mundo
y todo se acabe.
Y aún así creo
seguirá adelante
viviendo en la nada
queriendo salvarse
que el amor es fuerte
y nunca un cobarde.

Vivir sin amor
¡menudo desastre!
con amor se viste
de feliz el traje,
sin amor la vida
es un disparate.
Nos cambia la vida
el amor que nace
en los años tiernos
y es algo tan grande
que nunca se olvida
al primer amante.


En un rincón olvidado de su memoria, Elena guardaba los ecos de un amor que floreció en los días dorados de su juventud. Eran tiempos de sueños y promesas imborrables, donde las palabras ocultaban un mundo de sensaciones que aún la hacían temblar. Entre risas y miradas furtivas, conoció a Lucas, su primer amor, un joven de risa contagiosa y actitud rebelde. Don Juan tunante, lo apodaban sus amigos, y su aura de misterio la envolvía como un perfume embriagador.

Las tardes pasaban lentas, envueltas en la luz dorada del ocaso. Elena y Lucas se encontraban en un parque, bajo la sombra de un viejo roble cuyas raíces parecían sostener el peso de sus secretos. Allí, compartieron confidencias, risas y también anhelos, ese fuego que arde entre dos almas inquietas. La poesía brotaba entre ellos como un manantial inagotable; era en esos momentos que ella comprendía que su vida giraba alrededor de ese corazón indómito.

El deseo crecía con cada encuentro, y el tiempo parecía un cómplice de sus anhelos. Su cuerpo vibraba al contacto con la piel de Lucas, cuyas caricias despertaban en ella un torrente de emociones. Aquella sensación de euforia compartida, esa promesa de desbordar la pasión en un encuentro furtivo, era todo lo que deseaba. Pero también la inquietud, el miedo al dolor de la pérdida, se asomaba cada vez que contemplaba sus ojos.

“¡Ay, cuánto yo diera por llevarte al catre y a la luz de luna gozar de tus carnes!” Solía susurrar en su mente, aunque nunca se atrevería a pronunciarlo. La posibilidad de que su amor se desbordara en un instante intenso la llevaba a la locura; una locura que no tenía comparación. Pero la vida, como un río indomable, les arrastró por caminos diferentes y las circunstancias se interpusieron entre ellos.

Años más tarde, Elena miraba por la ventana de su casa, observando las hojas caer al suelo, recordándolo todo. “Este amor que siento no puede borrarse”, pensó, mientras acariciaba el viejo diario donde había escrito su historia. Las palabras, grabadas con fuego y sangre, continuaban ardiendo en su corazón.

El eco de su risa aparecía en sus sueños, en noches de insomnio, cuando su mente vagaba por paisajes de pasado. “Vivir sin amor, ¡menudo desastre!”, se decía a sí misma, mientras las lágrimas surcaban su rostro. Sin amor, la vida era un camino solitario, un oscuro callejón sin salida. Pero el amor que había nacido en su corazón seguía, inquebrantable, como un faro a pesar de la tormenta.

Y así, entre la melancolía de lo que había sido y la resignación de lo que ya no volvería, Elena vivió. Supo que aquel primer amor, por muy efímero que resultara, había dejado una huella imborrable en su piel, un "hasta siempre" que resonaría en la eternidad. Porque aunque el tiempo avanzaba y la vida trajera otros amores y desamores, en su pecho siempre habría un rincón reservado para Lucas, el chico que hizo latir su corazón al compás de versos, sueños y susurros perdidos al viento.


arreglo para canción

Verso 1
Mi primer amor
mi Don Juan tunante,
tu sangre caliente
mis venas invade.

¡Ay, cuanto yo diera
por llevarte al catre
y a la luz de luna
gozar de tus carnes.

Verso 2
Las ansias me llevan
a desesperarme,
buscando lograr
el echarte el guante
y gozar tu cuerpo
frotando mi carne
al calor del fuego
que en tus venas arde.

Estribillo
¡Ay, cuanto yo diera
por llevarte al catre
y a la luz de luna
gozar de tus carnes.

Vivir sin amor
¡menudo desastre!
con amor se viste
de feliz el traje,
sin amor la vida
es un disparate.

Verso3
Se encrespa mi vello
al ver tus andares,
con esa figura
de porte elegante
que ya deseara
el guerrero Ares
y Apolo se queda
cual niño en pañales.

Estribillo
¡Ay, cuanto yo diera
por llevarte al catre
y a la luz de luna
gozar de tus carnes.

Vivir sin amor
¡menudo desastre!
con amor se viste
de feliz el traje,
sin amor la vida
es un disparate.

Verso 4
Este amor que siento
no puede borrarse
quedará grabado
a fuego y con sangre
hasta el fin del mundo
y todo se acabe.

Coro
Aún así creo
seguirá adelante
viviendo en la nada
queriendo salvarse,
que el amor es fuerte
y nunca un cobarde.

Estribillo
¡Ay, cuanto yo diera
por llevarte al catre
y a la luz de luna
gozar de tus carnes.

Coro
Vivir sin amor
¡menudo desastre!
con amor se viste
de feliz el traje,
sin amor la vida
es un disparate.

Puente
Nos cambia la vida
el amor que nace
en los años tiernos
y es algo tan grande
que nunca se olvida
al primer amante.

Estribillo
¡Ay, cuanto yo diera
por llevarte al catre
y a la luz de luna
gozar de tus carnes.

Vivir sin amor
¡menudo desastre!
con amor se viste
de feliz el traje.

Final
Sin amor la vida
es un disparate,
sin amor la vida
es un disparate,
sin amor la vida
es un disparate.


lunes, 15 de julio de 2019

X W Humilde









Es un vicio el presumir
de lo humilde que se es,
a mí ya me causa estrés
ese loco devenir.

Siempre la misma canción;
¡Ay, que humilde que yo soy!
Siempre presumiendo voy
como tonto machacón.

Ya nos tienes cansaditos,
siempre la misma monserga,
nos harta ya tanta jerga,
tu "humildad" nos tiene fritos.

Nos dice un viejo refrán
que los humildes son sabios
y que nunca por sus labios
de humildes presumirán.

Algo serio es la humildad
y nunca en boca de humilde
verás que él solo se tilde
de tener tal cualidad.

Un refrán bien lo resalta
y muy bien que lo resume:
Diga usted de que presume
y le diré que le falta.

domingo, 14 de julio de 2019

Oveja negra Sátira














Quizás por ser diferente
me llaman la oveja negra
porque no sigo al pastor
ni me creo sus monsergas.

Que yo sé abrirme camino
y seguir mi propia senda
sin que nadie me atosigue
con sus cuentos y leyendas.

Porque no sigo al rebaño
aquellos que me detestan
andan diciendo de mí
que soy una oveja negra.

Y el negro no es mal color
ya que a mí muy bien me sienta
y que por sentirme libre
quiero ser... la oveja negra.

lunes, 8 de julio de 2019

Sequía Romance










vídeo canción

¡Ay, natura quien te ha visto!
¡Ay, natura quien te ve!

El hombre en su necedad
cambió el ritmo de los vientos,
¡Cuánto cambiaron los tiempos,
por el hombre y su maldad!

Ya los negros nubarrones
no se asoman por el cerro
y los lagartos se esconden
presienten un seco invierno.
Dos ranas con cantimplora
rezan suplicando al cielo,
¡qué llueva por Dios qué llueva!
Grita una con desespero,
pero ni existen las nubes
ni se escucha ningún trueno,
¡qué llueva pronto por Diós!
Se oyó repetir al eco,
pero que llueva el amor
en este mundo desierto,
que no quiero que mis hijos
hereden un mundo yermo.

En el lejano horizonte
un árbol levanta el cuello
tantos años de sequía
le han sumido en el averno,
ya se quedó sin hermanos
víctimas todos del fuego,
ese fuego que consume
al hombre en su propio cieno.

La natura nada importa
cuando solo manda el ego,
ya nada el hombre respeta
bajo la capa del cielo
y ha convertido el planeta
en un gran estercolero.

Que ya ni los grillos cantan,
palideció hasta el lucero,
las luciérnagas no brillan,
se quedó mudo el silencio
y dicen las malas lenguas
que Don Quijote se ha muerto
y que ni Sancho siquiera
asomó por el entierro
y hasta del Mago de Hoz
dicen que perdió el sombrero
y que Don Juan como amante
ha perdido hasta el resuello.

En los bosques calcinados
he visto llorar al viento
al ver hacer las maletas
al pájaro carpintero
y vi a los siete enanitos
trabajando de bomberos,
hasta a la bruja malvada
le salió su lado bueno,
corría desesperada
pidiéndole ayuda al cielo
para librar a este mundo
de tanto inhumano enfermo.

Que cese ya la locura
y se vuelva el hombre cuerdo
o este mundo se termina
convertido en un infierno..

¡Ay, qué pena me da el mundo
al ver a los hombres ciegos!
Sin ver como se despeña
la vida por esos cerros
de locura y vanidad
donde se mueren los sueños.

Sequía

¡Ay, natura quien te ha visto! ¡Ay, natura quien te ve!
El hombre en su necedad cambió el ritmo de los vientos,
¡Cuánto cambiaron los tiempos, por el hombre y su maldad!

Ya los negros nubarrones no se asoman por el cerro
y los lagartos se esconden presienten un seco invierno.
Dos ranas con cantimplora rezan suplicando al cielo,
¡qué llueva por Dios qué llueva! Grita una con desespero,
pero ni existen las nubes ni se escucha ningún trueno,
¡qué llueva pronto por Diós! Se oyó repetir al eco,
pero que llueva el amor en este mundo desierto,
que no quiero que mis hijos hereden un mundo yermo.

En el lejano horizonte un árbol levanta el cuello
tantos años de sequía le han sumido en el averno,
ya se quedó sin hermanos víctimas todos del fuego,
ese fuego que consume al hombre en su propio cieno.

La natura nada importa cuando solo manda el ego,
ya nada el hombre respeta bajo la capa del cielo
y ha convertido el planeta en un gran estercolero.

Que ya ni los grillos cantan, palideció hasta el lucero,
las luciérnagas no brillan, se quedó mudo el silencio
y dicen las malas lenguas que Don Quijote se ha muerto
y que ni Sancho siquiera asomó por el entierro
y hasta del Mago de Hoz dicen que perdió el sombrero
y que Don Juan como amante ha perdido hasta el resuello.

En los bosques calcinados he visto llorar al viento
al ver hacer las maletas al pájaro carpintero
y vi a los siete enanitos trabajando de bomberos,
hasta a la bruja malvada le salió su lado bueno,
corría desesperada pidiéndole ayuda al cielo
para librar a este mundo de tanto inhumano enfermo.

Que cese ya la locura y se vuelva el hombre cuerdo
o este mundo se termina convertido en un infierno..

¡Ay, qué pena me da el mundo al ver a los hombres ciegos!
Sin ver como se despeña la vida por esos cerros
de locura y vanidad donde se mueren los sueños.
--------------------------------

(intro)
¡Ay, natura quien te ha visto!
¡Ay, natura quien te ve!

El hombre en su necedad
cambió el ritmo de los vientos,
¡Cuánto cambiaron los tiempos,
por el hombre y su maldad!
(verso1)
Ya los negros nubarrones
no se asoman por el cerro
y los lagartos se esconden
presienten un seco invierno.

Dos ranas con cantimplora
rezan suplicando al cielo,
¡qué llueva por Dios qué llueva!
Grita una con desespero,
pero ni existen las nubes
ni se escucha ningún trueno.
(coros)
¡Qué llueva pronto por Diós!
Se oyó repetir al eco,
pero que llueva el amor
en este mundo desierto,
que no quiero que mis hijos
hereden un mundo yermo.
(verso2)
En el lejano horizonte
un árbol levanta el cuello
tantos años de sequía
le han sumido en el averno,
ya se quedó sin hermanos
víctimas todos del fuego,
ese fuego que consume
al hombre en su propio cieno.
(coros)
La natura nada importa
cuando solo manda el ego,
ya nada el hombre respeta
bajo la capa del cielo
y ha convertido el planeta
en un gran estercolero.
(verso3)
Ya ni los grillos cantan,
palideció hasta el lucero,
las luciérnagas no brillan,
se quedó mudo el silencio.

Y dicen las malas lenguas
que Don Quijote se ha muerto
y que ni Sancho siquiera
asomó por el entierro.
(coros)
Hasta del Mago de Hoz
dicen que perdió el sombrero
y que Don Juan como amante
ha perdido hasta el resuello.
(puente)
En los bosques calcinados
he visto llorar al viento
al ver hacer las maletas
al pájaro carpintero.

Y vi a los siete enanitos
trabajando de bomberos,
hasta a la bruja malvada
le salió su lado bueno,
corría desesperada
pidiéndole ayuda al cielo
para librar a este mundo
de tanto inhumano enfermo.
(coros)
Que cese ya la locura
y se vuelva el hombre cuerdo
o este mundo se termina
convertido en un infierno..
(outro)
¡Ay, qué pena me da el mundo
al ver a los hombres ciegos!
Sin ver como se despeña
la vida por esos cerros
de locura y vanidad
donde se mueren los sueños.


sábado, 6 de julio de 2019

Otoño Romance Siempre llega el amor ya en pm








vídeo canción

Un día sentí en el pecho
la punzada de una flecha
y mi rostro dibujó
una sonrisa en la niebla
al ver perdida de golpe
la sombra de la tristeza.

Atrás quedaron los años
de noches de lunas densas,
vino Cupido a traerme
suspiros de lunas nuevas
que pintaron en mi cara
dos ramos de rosas frescas.

Que bonito es el amor
que al atardecer se acerca,
vuelve de nuevo a brotar
en mis jardines la hiedra
por donde trepan los sueños
en busca de nuevas sendas.

De nuevo crecen las alas,
de nuevo las almas sueñan
con horizontes azules 
despejados de tinieblas
y un rayo de blanca luz
en mis canas se refleja.

Todas mis rosas son rojas,
atrás quedaron las negras
y los recuerdos amargos
que hicieron mis noches tensas
se los llevaron los vientos
a desiertos sin arenas.

El amor a veces tarda,
pero el amor siempre llega,
nunca pierdas la esperanza,
nunca te ahogue la pena 
que a los amores de otoño
envidian las primaveras.


...............

El amor a veces tarda en llegar, como un barco que desafía tormentas para finalmente anclar en un puerto seguro. Pero llega. “Nunca pierdas la esperanza”, me decía a mí misma, con una sonrisa cómplice. Mis palabras eran un eco de lo que mi corazón había empezado a comprender, el amor tiene la capacidad de florecer, incluso en los momentos más oscuros.
.
Y un día cualquiera, sin previo aviso, sentí en el pecho la punzada de una flecha. La vida, con su habitual rutina, se tornó en revoloteo y magia. Una sonrisa se dibujó en mi rostro, como un rayo de sol atravesando la niebla densa de mis pensamientos. 
.
Era como si la tristeza, hasta entonces mi fiel compañera, se hubiera desvanecido ante la llegada de un nuevo amanecer.
.
Ese día, regresaba a casa después de un largo ciclo de noches en vela, noches de lunas densas que parecían pesar sobre mis hombros. Pero algo en el aire cambió. Un susurro, un destello. Y al dar la vuelta en la esquina, allí estaba él. 
.
Un hombre de ojos que parecían reflejar el cielo despejado, con una sonrisa que sembraba en el aire suspiros de lunas nuevas. En ese instante, comprendí que Cupido había hecho su jugada, y mis años de soledad se disolvieron como el rocío al salir el sol.
.
Atrás quedaron los ecos de un pasado doloroso, aquellos años de añoranza que se tejían a través de recuerdos amargos. Aquella tarde, su presencia convirtió cada sombra en luz, y mis mejillas se pintaron con el rubor de la esperanza. 
.
La hiedra crecía de nuevo en mis jardines, simbolizando un renacer, un deseo ardiente por los sueños que trepaban por encima de las sombras en busca de nuevas sendas.

A su lado, descubrí que el amor tenía formas inesperadas y colores vibrantes. Sus risas se entrelazaban con mis palabras, y juntos comenzamos a construir un puente entre el pasado y el futuro. Cada instante a su lado era un canto a la vida, un bálsamo para el alma. 
.
“Qué bonito es el amor”, pensé mientras el atardecer nos envolvía. Aquello que había sido un sueño lejano se materializaba en cada mirada, en cada roce de manos.
-
Con el tiempo, cada rosa que florecía en mi jardín era roja, una declaración de amor que había apagado las noches tensas de un pasado sin brillo. Y así, los vientos tomaron los recuerdos amargos y los llevaron a desiertos sin arenas, borrando las huellas que habían marcado mi ser.
.
Así, nuestros corazones, antes heridos y temerosos, se lanzaron al vasto cielo azul, despejados de tinieblas. Un rayo de blanca luz se reflejaba en nuestras almas cansadas, ahora renovadas. Las primaveras envidiaban nuestras raíces profundas, pruebas de que incluso un amor que parece tardar en llegar puede transformarlo todo en belleza. 
.
En sus brazos, supe que por fin el amor había llegado a mí, y que este capítulo de nuestras vidas apenas comenzaba.

(intro)
Un día sentí en el pecho
la punzada de una flecha
y mi rostro dibujó
una sonrisa en la niebla,
al ver perdida de golpe
la sombra de la tristeza.
(estribillo)
Que bonito es el amor
que al atardecer se acerca,
vuelve de nuevo a brotar
en mis jardines la hiedra,
por donde trepan los sueños
en busca de nuevas sendas.
(verso1)
Atrás quedaron los años
de noches de lunas densas,
vino Cupido a traerme
suspiros de lunas nuevas,
que pintaron en mi cara
dos ramos de rosas frescas.
(coros)
De nuevo crecen las alas,
de nuevo las almas sueñan,
con horizontes azules 
despejados de tinieblas
y un rayo de blanca luz
en mis canas se refleja.
(puente)
Todas mis rosas son rojas,
atrás quedaron las negras.

Y los recuerdos amargos
que hicieron mis noches tensas
se los llevaron los vientos
a desiertos sin arenas.
(estribillo)
Que bonito es el amor
que al atardecer se acerca,
vuelve de nuevo a brotar
en mis jardines la hiedra,
por donde trepan los sueños
en busca de nuevas sendas.
(outro)
El amor a veces tarda,
pero el amor siempre llega,
nunca pierdas la esperanza,
nunca te ahogue la pena ,
que a los amores de otoño
envidian las primaveras.