Quizás por ser diferente
me llaman la oveja negra
porque no sigo al pastor
ni me creo sus monsergas.
Que yo sé abrirme camino
y seguir mi propia senda
sin que nadie me atosigue
con sus cuentos y leyendas.
Porque no sigo al rebaño
aquellos que me detestan
andan diciendo de mí
que soy una oveja negra.
Y el negro no es mal color
ya que a mí muy bien me sienta
y que por sentirme libre
quiero ser... la oveja negra.
No hay comentarios:
Publicar un comentario