sábado, 23 de marzo de 2019

De versos y sentimientos







De versos y poetas

Busca el poeta una musa digna de su inspiración
para llevar la emoción y no hacer su letra obtusa.
Mas quizás bajo su blusa es donde los versos gimen
esperando a que los rimen para buscar el calor
que lleve al alma el amor de aquellos que los imprimen
para goce de un lector.

No es obligado el medir ni tampoco el bien rimar
pero sepa sin dudar que los versos deben fluir.
Y sí le debo decir que a veces todo no vale,
mas si del alma nos sale puede lograr su misión,
si consigue la emoción que hasta el corazón nos cale
y nos colme de pasión.

No se disfraza el sentir por hacer uso de normas
si saben guardar las formas haciendo al verso rugir.
Pero es más fácil decir que las normas son barreras,
que hacer crujir las seseras, para darle sentimiento
a ese versar con talento, si con normas lo pulieras
y un poquito de talento.

No confunda buen amigo, que a la libre no la ataco,
no me meta en ese saco, no confunda lo que digo.
Que al verso libre prodigo, y sí que hay muchos escritos,
que cumplen los requisitos que los libres se merecen,
pero hay muchos que parecen; tan solo un runrún de gritos
que las almas estremecen.

No mezclemos discutir con dialogo constructivo,
que no hay nada de nocivo en un tema dirimir.
Tan solo hablo de bruñir lo que del alma nos sale,
que a veces no todo vale como sale de la tierra,
aunque alguno bien se aferra que lo importante es que cale,
quien así piensa... la yerra.

Porque calará más hondo si hay en el verso un trasfondo
de un arte que lo acicale.

Buen amigo le aseguro, sobran palabras y letras
si con ellas bien penetras hasta el sentimiento puro.
Pero a muchos les da apuro el ponerse a cavilar
para así poder lograr conseguir el sentimiento
y versando con talento hasta las almas llegar
y llenarlas de contento.

¿O acaso no lo lograron los grandes que ya dejaron,
sus versos que hacen vibrar?

Tampoco amigo se trata de seguir de otro su estilo,
cada cual su propio hilo y siembre su propia mata.
Sin hacer caso al gualtrapa que critique nuestra obra,
mas un consejo no sobra si viene a ser constructivo,
pudiendo ser decisivo cuando la pluma zozobra
y el corazón está esquivo.

De eso se trata la vida y no de cerrarse en banda
siguiendo tras un baranda que por nosotros decida.
No atemos todo con brida y abramos el pensamiento,
sin dudar ningún momento que nadie lo sabe todo
y por eso es un buen modo al aprender, siempre atento
e hincando muy bien el codo.

Quienes siguen tras el paso de algún "Rey" equivocado,
no serán vates de agrado ni entrarán en el Parnaso.
Pero a mí no me hagan caso cada quien siga su marcha,
mas cuando llegue la escarcha no lancen al cielo gritos
y recuerden amiguitos que esto no es, aún la jarcha,
que quedan trece versitos.

Suelen ser los tuertos reyes en el país de los ciegos
y por mantener sus egos inventan sus propias leyes.
Y les siguen como bueyes poetas de pluma coja 
sumidos en la congoja de un querer y no poder
por no querer comprender que su pluma es paticoja
y así no hay nada que hacer.

Y es muy fácil estudiar no dejándose embaucar
por un mero "picha floja" que dice que nuestro escrito
es de los dioses manjar y ahí ya se nos antoja
ser un poeta cabal, sin importarnos un pito
si lo hacemos bien o mal y alguno se descongoja
por tanto verso refrito, a falta de tanta sal;
que en su salsa... nadie moja.







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