Yo balo, tú balas, el bala
nosotros balamos, vosotros baláis
y ellos balan.
Triunfa el balido cual bala
que alcanza su objetivo.
Balando siempre logramos
que otros balen a priori,
si no balamos no balan
y del rebaño nos echan
por no balar a quien bala.
Vive el borrego balando
para lograr ser querido
dentro de la manada
y si no suelta balido
de ella será sacado
por algún tiro de bala.
Elecciones hay de nuevo
otra vez cuatro capullos
van a tocarnos los huevos.
Y con sus falsos arrullos
intentarán camelarnos
y votemos a los suyos.
Y volverán a engañarnos
tal como es ya de costumbre
para conseguir pelarnos.
Habrá que hacer una lumbre
y a todos pegarles fuego,
¡ya está bien de pesadumbre!
Alguien atienda este ruego;
¡Políticos a la hoguera!
Y no lo dejen pa´ luego,
¡qué acabe ya esta tontera!
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