Fue siempre mi vivir un mal entuerto,
por conducta falaz de mis caprichos
naufragué por los mares de entredichos
y hoy camino sin luz... a rumbo incierto.
Pues nunca guie mi andar a cielo abierto,
perdí toda la vida entre redichos
tratando a todo el mundo como a bichos,
descuidando las flores de mi huerto.
Siempre en pos de la vida lujuriosa,
al potro joven nada se resiste,
disfruté lo mejor... de cada rosa.
Ya cerca del morir me veo triste,
quiero irme de la vida victoriosa
lidiando con la muerte... que ya embiste.
Pero hice de ella un chiste
y a la vejez con fuerza me acogota,
se ceba en mi dolor... y me derrota.
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