miércoles, 4 de julio de 2018

W M ¡Quién no quiera polvo... Décimas espinelas





De espinela hay que  saber
que hay que parar en el cuarto,
este dato lo comparto
para quien quiera aprender.
Y después si puede ser
en los pares su parada,
para conseguir tonada
que a los oídos alegre
y así el verso bien se integre
en musical asonada.

Obligado es aprender
antes de salir a escena
a soltarte la melena
y el ridículo no hacer.
Es importante saber
que se lleva entre las manos,
sin hacer esfuerzos vanos
intentando aparentar
que eres capaz de volar
sin conocer sus arcanos.

Aquí no venga con gana
de presumir de buen diestro,
que en esta casa maestro
se sabe partir la pana.
No es esto casa La Juana
donde se vende de todo,
si aquí busca un acomodo,
a presumir no me venga
que aquí cualquiera le arenga
a escribir de cualquier modo.

Y cuando vaya a la era
póngase buen guardapolvos,
para no tragar a sorbos
polvos por la ventolera. 
No me sea un primavera
que tontos, ya quedan pocos,
y muchos se hacen los locos
ante tanto presumido,
que se las da de sabido
pero, se come los mocos.

Es de tontos opinar
sobre temas que no saben,
en mi cabeza no caben
esas ganas de medrar.
Nunca se debe chistar
si de algo no estás seguro
te pondrás en un apuro
por ansia de resaltar
y te tendrás que aguantar
si te llaman, “Cap de suro”.

Por aquí no se le ocurra
venir a tocar los huevos,
aquí ya somos longevos
y se llevará una zurra.
Así que mejor no aburra
con sus dimes y diretes
que ya sacamos billetes
pal´ camino de la gloria,
ya nos juzgará la historia
sin aguantar a zoquetes.


¿Vienen los aduladores?
¿De dónde? ¡nunca se fueron!
Por aquí siempre anduvieron
camuflados entre flores.
Lindo es recibir honores,
y decir  ¡todo es fetén!
¿Y saben ustedes quién,
se dará por aludido?
¡Nadie! Pues tienen creído
que saben hacerlo bien.

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