jueves, 7 de diciembre de 2017

Romance del Poeta sin musas. Sátira





Vídeo declamado

Escarban el horizonte
silencios de plumas muertas,
entre la bruma se esconde
esa musa que no llega
y ya el delirio persigue
con botas de siete suelas
la mente de un principiante
que sueña con ser poeta.

Manchas negras del tintero
por su libreta gotean,
en ellas parece ver
mil fantasmas que le acechan,
y pulgas de perro viejo
le suben por las orejas,
susurrandole al oído
”¡lo tuyo no son las letras!
busca hierba en otros prados
no más, el tiempo ya pierdas,
¡sonar como flauta un día
no te convierte en trompeta!”

Sus noches de insomnio intenso
del viento siguen la huella,
enrarecidas palabras
resuenan por su cabeza,
fluyendo como torrente
un amalgama de letras
que no se sabe por donde
ni con que pinzas cogerlas.

De reojo ve a la pluma
que luce sonrisa estrecha,
“-y piensa; ¡seguro estoy
de mí, se ríe la perra!”
El solo se come el coco,
¡la locura ya está cerca!

Le pinchan en el cerebro
abejorros que dan vueltas
hasta parecer peonzas
bailando sobre las tuercas
que a simple vista se ve
andan un poquillo sueltas
y en arrogante delirio
asegura con certeza
que la luna está en su contra,
mientras teje una madeja
de cuentos chinos y raros
que en su paranoia inventa.

Bardo sin inspiración
no sufras, por si no llega,
y si ves que mucho tarda
y la musa no se acerca
ve buscando otro camino,
pues las musas no son ciegas
y amigo pudiera ser
que en ti no vieron la esencia
que hace falta en todo aquel
que escribir poemas sueña.

Piensa bien, pon atención
razonando esta monserga,
busca oficio en otro lado
por si la musa no llega.
Si vas mirando de frente
verás que hay muchas ovejas
esperando a voz en grito
pastores que las atiendan,
que mucho no engordarás
con lo que te den las letras
que de ellas no saldrá nunca 
tu potaje de lentejas,
ni aunque a la Virgen la pongas
cinco docenas de velas
y un ramo de rosas rojas
al llegar la primavera.

Que nadie lo tome a pecho,
tampoco como indirecta,
de indirecta nada tiene,
ni lleva punta la flecha.
Para terminar ya digo,
que es en verdad una pena
!saber que la construcción
por no dedicarnos a ella
cada día pierde un peón
que sueña con bibliotecas
llenas de libros muy gordos
salidos de sus libretas!

Moraleja;

Quien piensa que por tener
un lápiz y una libreta
 poeta puede llamarse
es igual que aquel que piensa
que es un gran terrateniente
por una caja de tierra
para las mierdas del gato
y en el balcón dos macetas.

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