martes, 13 de diciembre de 2016

Rosas sin espinas







vídeo canción

Rosas sin espinas

¿Por qué rosa te rebelas y alzas contra mí rabiosa?
Al cielo pondré dos velas y una oración ardorosa,
para espantar las espinas, que arañan la mariposa.

Que busca por las esquinas llegar a tu corazón
salvando todas las minas para alcanzar la  pasión,
sin el temor a la herida, que sin saber la razón
deja el amor en la vida.
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La rosa y la mariposa

En un jardín oculto, donde el susurro del viento acariciaba las hojas y la brisa danzaba entre las flores, se alzaba una rosa de pétalos rojos como el fuego. Esta rosa, sin embargo, había decidido rebelarse. La dulzura de su fragancia se había tornado en una rabia silenciosa que se manifestaba en sus espinas, afiladas y renuentes a permitir que cualquiera se acercara a su esencia.

Un día, un pequeño visitante, una mariposa colorida, se aventuró a explorar el jardín. Sus alas brillaban como joyas bajo el sol, y su corazón palpitaba con el anhelo de descubrir lo que yacía escondido en el corazón de la rosa. Pero al acercarse, las espinas, que habían crecido con fuerza y ferocidad, se alzaron como soldados protectores. La mariposa se detuvo, asustada por el pálpito de su propia valentía.

¿Por qué rosa te rebelas contra mí tan rabiosa? se preguntó en susurros. La mariposa no comprendía la razón de tal hostilidad. Ella solo quería sentir la dulzura de su esencia y la calidez de su amor. Con el corazón decidido, decidió que no podía rendirse tan fácilmente. En su mente, formuló un plan: una oración ardorosa, dos velas aposentadas en sus esperanzas, y una promesa de paciencia.

Así, día tras día, la mariposa buscaba esquina tras esquina en el jardín, salvando metafóricamente las minas de las espinas. Con cada intento, recogía fragmentos de valentía, su amor por la rosa crecía y sus ilusiones se afianzaban. Sabía que algún día, la rosa dejaría de rebelarse.

La mariposa danzaba entre las flores con tal ligereza que, sin querer, asomó otra flor a su lado, una margarita que le sonreía. ¿Por qué no le dejas saber tu presencia desde la dulzura y la suavidad? Las espinas no son más que un miedo en el corazón de la flor. Con este consejo, la mariposa comprendió que podía acercarse con cautela, dejando atrás el temor a la herida.

Entonces, con los pétalos de la margarita como guía, se plantó ante la rosa, su corazón desbordado de amor y determinación. Vengo en paz, murmuró. No quiero lastimarte, solo deseo que me muestres tu luz.

Las espinas comenzaron a relajarse, como si la rosa misma se cuestionara: ¿Por qué temer? ¿Por qué protegerme de un amor que busca mi esencia? Con un suspiro suave, dejó caer algunas de sus espinas, y la mariposa, en un movimiento delicado, se posó sobre su pétalo.

Así fue como la rosa, al fin, se permitió ser vista en toda su plenitud, revelando la dulzura que llevaba dentro. Y la mariposa, sin temor a las heridas del pasado, encontró el amor en la vida que florecía en el jardín. Porque a veces, solo se necesita un poco de valentía y paciencia para que el amor florezca, incluso entre las espinas.
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Arreglo para canción

Rosas sin espinas
(intro)
¿Por qué rosa te rebelas 
y te alzas contra mí rabiosa?
¿Por qué clavas tus espinas
con furia en mi corazón.
(estribillo)
Tiene el rosal espinas,
que arañan el corazón.
que no todo es terciopelo
en las rosas del amor.
(coros)
Al cielo pondré dos velas 
y una oración ardorosa,
para espantar las espinas, 
que arañan la mariposa.
.
La mariposa que busca
llorando por las esquinas 
llegar a tu corazón.
(puente)
Quiero llegar a tu vida
para gozar de tu amor,
sin el temor a la herida, 
que sin saber la razón
deja el amor en la vida.
(estribillo)
Tiene el rosal espinas,
que arañan el corazón.
que no todo es terciopelo
en las rosas del amor.
(outro)
Tiene el rosal espinas,
que arañan el corazón.
que no todo son placeres
en las cosas del amor.
.
Que tiene el rosal espinas,
que arañan el corazón.
Que tiene el rosal espinas,
que arañan el corazón.

1 comentario:

  1. Hola Mercedes, para serte sincero, casi no hago nada que no sea Twitter. Leo poco y que más puedo decirte.
    Una cosa si, prometo leerte más a menudo.

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