¡Qué grande la vida!

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• A la vida le canto agradecida
• porque me dio a gozar bellos momentos
• y a mi barca la guió con buenos vientos
• a pesar de llevar ruta torcida.
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• Que siempre tuve yo lengua atrevida,
• y a la gente traté como a jumentos
• no me importaba herir los sentimientos
• ni a quien dejaba con el alma herida.
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• Esto pasó un ayer ya muy lejano
• del cual estoy bastante avergonzada
• porque fue malgastar la vida en vano.
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• Y a pesar de una vida solapada
• al llegar la vejez me dio su mano,
• sobre ser tan falaz y tan taimada.
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• Alguna vez se apiada
• de quienes no supimos bien quererla
• y es por eso que hoy quiero engrandecerla.