miércoles, 28 de agosto de 2019

Martín Fierro






Grandiosa Pampa Argentina,
de leyendas… ¡qué gran cuna!
¡Quién tuviera la fortuna
de galopar tus senderos,
como los gauchos matreros
bajo la luz de la luna.

Quien  tus caminos recorra
verá la sombra de Fierro
cabalgando por el cerro
cantándole a la injusticia
mientras su lazo acaricia
las patas de algún becerro.

Padre de familia honrado,
era feliz con su china
hasta que una mala espina
se le cruzó en el camino,
eso le convirtió en mohíno
y a la ley le tomó inquina.

Él nunca se amilanó
ni ante jueces ni ante leyes
y no hizo como los bueyes
que soportan el castigo,
fue de la verdad amigo
sin hacer caso de reyes.

Mantuvo siempre el orgullo
de ser gaucho con nobleza,
sin faltarle la entereza
para poder resistir
ese tan duro vivir
con actitud y fiereza.

En su continuo vagar
de la amistad hizo un hito
sin importarle ni un pito
la injusticia de la ley
que nunca se sintió buey
y contra ella fue su grito.


Es su historia gran legado
de inalterables principios,
en sus leyes no hubo ripios.
Supo mantener el tipo,
formando con Cruz equipo
en su tiempo con los indios.

Gracias a Don José Hernández
por esta elocuente historia
que dejará en la memoria
símbolos de lealtad
elevando la amistad
a un altar de digna gloria.

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Martín Fierro

Grandiosa Pampa Argentina, de leyendas… ¡qué gran cuna!
¡Quién tuviera la fortuna de galopar tus senderos,
como los gauchos matreros... bajo la luz de la luna.

Quien  tus caminos recorra, verá la sombra de Fierro
cabalgando por el cerro, cantándole a la injusticia
mientras su lazo acaricia, las patas de algún becerro.

Padre de familia honrado, era feliz con su china,
hasta que una mala espina se le cruzó en el camino,
eso le convirtió en mohíno y a la ley le tomó inquina.

Él nunca se amilanó ni ante jueces ni ante leyes
y no hizo como los bueyes, que soportan el castigo,
fue de la verdad amigo, sin hacer caso de reyes.

Mantuvo siempre el orgullo, de ser gaucho con nobleza,
sin faltarle la entereza para poder resistir
ese tan duro vivir... con actitud y fiereza.

En su continuo vagar, de la amistad hizo un hito,
sin importarle ni un pito la injusticia de la ley,
que nunca se sintió buey y contra ella fue su grito.

Es su historia gran legado, de inalterables principios,
en sus leyes no hubo ripios. Supo mantener el tipo,
formando con Cruz equipo, en su tiempo con los indios.

Gracias a Don José Hernández, por esta elocuente historia,
que dejará en la memoria símbolos de lealtad,
elevando la amistad... a un altar de digna gloria.


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