L Macho vara De cuentos de la Gertrudis

Hay en sus versos un halo
de Don Juan experto en camas,
y dice usted que las damas 
suspiran ante su falo.
¡Menos lobos, cara palo!
Que no es usted un Apolo,
que más bien parece un bolo
con cara de sapo viejo,
con sus dientes de conejo
y su tipo de pipiolo.

Sus versos de presunción
son dignos del Macho Vara,
un machito de mi pueblo
que gozaba buena fama.
Presumía ante las mozas
de ser un as en la cama,
pero nunca se le vió
rondando a una zagala.

Y por fin se supo un día,
(me lo contó una gitana)
que vieron en un retrete
que tenía chica el haba
y que tan solo era lengua
lo que en él se destacaba.

Mucho presumir de amores,
mucho de clavar la estaca,
pero no había doctores
ni moza que confirmara.

Mas tómese como a broma
lo que le cuenta esta dama
que no quiero comparar
a usted con mi Macho Vara.

Yo también tuve algún novio
presumidor de cipote,
decía que hasta el cogote
se le alzaba el muy demonio
y al llegar al dormitorio
era solo un morcillote,
muy pachucho y muy blandote
sin fuerzas para un envite,
por eso que nadie grite
ni presuma de machote.

Que todo aquel que presume
suele hacer muy mal papel
y no busca la mujer
a gallos con tanto pico
si no a gallos que no pierdan
las fuerzas por el hocico.

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A los que critican lo que alcanzan

Ya dije en una ocasión
que aquel que no tiene dientes
anda diciendo a las gentes
que no le gusta el turrón.
Mas no sabe el tontorrón
que con buena dentadura
hasta la carne más dura
se hace gozo al paladar
y la come sin mesura.

Mas quien de dientes carece
mira todo de reojo
al no poder echar el ojo
a aquello que le apetece.
Y así el pobre se abastece
con leche y con sopas frías
sin sabores ni alegrías
como las tiene quien sabe
que en su boca todo cabe
por tener buenas encías.