Un genio en donde lo hubiera, un gigante entre gigantes. Su mochila cargaba con lindos versos de amor, con letras que conjugaba, llenándolas de pasión.
Con sabiduría en ellas, consejos del bien saber. Muchos años de poeta reflejando un buen hacer.
Un alma que siempre inquieta en lucha por renacer. nos regalaba con letras, la grandeza de su ser.
Caballero sin coraza, para él no había rival, su pluma cortaba el viento desde su mar a mi mar.
De las letras adalid, del amor un campeón, así era mi amigo Boris, un poeta con blasón.
Pluma de ley en sus manos, hecha para versear, ¡cuántos sueños revivieron, en tardes junto al hogar! Nunca supiste de miedos, lanzaste tus pensamientos a cruzar los cuatro vientos, en busca del verbo amar. Para ti son estas letras, que me salieron del alma, esa que tu verso calma, mientras leo frente al mar, lo de aquella calesita de tu tierna juventud, que crea en mí la inquietud, haciéndome recordar.
Me traslado con tus versos a un tiempo, que ya pasado, sigue viviendo a mi lado y tú lo haces revivir con la fuerza de tus letras, que plenas de sentimiento llenan almas con tu aliento, que las incita a vivir.
Ya eres grande amigo Boris, no simplemente un poeta como tú decías ser, sino algo mucho más grande, algo a lo que tú llegaste, con el alma y corazón de quien ya... nació poeta.
Quizá un mañana, mis nietos así digan; ¿leíste a Boris? ¡Pues hazlo ya! ¡Fue un amigo de mi abuela!
Raza de poetas
Octonario
Toda América encendida con antorchas de poetas, plumas al amor prendidas, savia derramada en letras de corazones que tiemblan al estallido del verso de tantas almas que sueñan con la fragancia de un beso.
De México a Patagonia desde Julia hasta Juanita, ¡cuantas plumas en la gloria alrededor de Alfonsina! Versos que en el alma pesan dejando miel en los labios de las colmenas de Peza y sonetos de Palacios.
Y esos versos del gran Boris, que nos llenan de recuerdos de aquellos tiempos añejos que guardamos en el alma, con ese saber hacer de una pluma que bien plasma latidos del corazón que nos llenan de esperanza.
Con las rosas de Martí sembró jardines Darío, que las regaba Bellí, en las mañanas de estío, cuando Hernández nos cantaba las hazañas de aquel Fierro cabalgando por La Pampa con la que soñó Vallejo.
¿Y qué decir de Granado, de Freyre o del Gran Neruda? mi voz en ronca se muda ante el versar de Obligado y lágrimas como olas con esas sombras de Ureña o ante el dulzor de Espínola, que versa como lo sueña.
Despiertan sueños dormidos los cantos de los poetas, por ríos de siete estrellas navegan los angelitos de aquel gran poeta Blanco que quiso pintarlos negros, al estar hasta los flecos de tantos niñitos albos.
Que sirva esto de homenaje, aunque corto y queda pobre, a muchos dejé en el sobre, quise plasmar el bagaje, de esos poetas enormes que hicieron las letras grandes poniendo amor y coraje lanzando al viento sus cantes.
Los que faltan saben bien que no me olvidé a ninguno, hubiera querido hacer, el nombrarlos uno a uno, quizás en otra ocasión, ¡pero ellos muy bien lo saben, que guardo en el corazón... los que en el papel no caben!
sin hacer caso de reyes. Mantuvo siempre el orgullo de ser gaucho con nobleza, sin faltarle la entereza para poder resistir ese tan duro vivir con actitud y fiereza. En su continuo vagar de la amistad hizo un hito sin importarle ni un pito la injusticia de la ley que nunca se sintió buey y contra ella fue su grito.
Es su historia gran legado de inalterables principios, en sus leyes no hubo ripios. Supo mantener el tipo, formando con Cruz equipo en su tiempo con los indios.
Gracias a Don José Hernández
por esta elocuente historia
que dejará en la memoria
símbolos de lealtad
elevando la amistad
a un altar de digna gloria.
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Martín Fierro
Grandiosa Pampa Argentina, de leyendas… ¡qué gran cuna!
¡Quién tuviera la fortuna de galopar tus senderos,
como los gauchos matreros... bajo la luz de la luna.
Quien tus caminos recorra, verá la sombra de Fierro
cabalgando por el cerro, cantándole a la injusticia
mientras su lazo acaricia, las patas de algún becerro.
Padre de familia honrado, era feliz con su china,
hasta que una mala espina se le cruzó en el camino,
eso le convirtió en mohíno y a la ley le tomó inquina.
Él nunca se amilanó ni ante jueces ni ante leyes
y no hizo como los bueyes, que soportan el castigo,
fue de la verdad amigo, sin hacer caso de reyes.
Mantuvo siempre el orgullo, de ser gaucho con nobleza,
sin faltarle la entereza para poder resistir
ese tan duro vivir... con actitud y fiereza.
En su continuo vagar, de la amistad hizo un hito,
sin importarle ni un pito la injusticia de la ley,
que nunca se sintió buey y contra ella fue su grito.
Es su historia gran legado, de inalterables principios,
en sus leyes no hubo ripios. Supo mantener el tipo,
formando con Cruz equipo, en su tiempo con los indios.
Gracias a Don José Hernández, por esta elocuente historia,
que dejará en la memoria símbolos de lealtad,
elevando la amistad... a un altar de digna gloria.
hacia una Pampa de ensueño. Van por ellos estas coplas que bien se merecen ambos por dejarnos en sus letras la libertad como un canto.
De las letras dos gigantes
en la historia ya por siempre
y sus bravos personajes
son de nobleza simiente. Martín Fierro fue tan grande, en su vagar por La Pampa como lo fuera el Quijote por los llanos de La Mancha. Don Quijote tuvo a Sancho como su fiel escudero, Martín Fierro tuvo a Cruz como leal compañero. Ambos merecen por tanto gozar del mismo respeto, que los dos fueron, pardiez dos hombres de pelo en pecho.
Busco en el mar las huellas. Para Alfonsina Hexadecasílabos en 8-8 de verso blanco
Esta lloviendo en la calle, las gotas parecen lágrimas. La misma tierra produce azúcar para embriagarnos, en las guaridas del orbe caben sueños a capazos, las experiencias de vida serán siempre punto aparte, nos hallamos a merced de vampiros de ojos largos disfrazados de merinas y bocas cual grandes jarros que sacian la sed con sueños, nutriéndose de esperanzas y de postre a la ilusión la engullen a grandes tragos sin dejar ni las migajas. Veo que la lluvia golpea con fiereza mi ventana. Ya mis tardes acarician tan solo apagados soles en horizontes sin puertas, con los dedos toco el mar buscando en él nuevas guías, otras ya las encontraron bajo estelas de la luna, cargando los sueños muertos sobre las espaldas frías de quien huye de los sueños al ver perdidas sus guías. Ecos de voces cansinas me dicen que llueve a mares . Me lanza el mar a la orilla apretando sus pulgares, echan espumas de humo mis fatigados arrestos, ya ni los mares pretenden ser del infierno salida, oxidadas cerraduras no dejan pasar los odios, muchos oscuros noviembres pesan sobre mis espaldas y dice el mar no querer más plumas de tintas largas que ya tiene a Alfonsina cabalgando entre las olas como reina de los mares. Sigue golpeando la lluvia por detrás de los cristales.
Raza de poetas
. Toda América encendida con antorchas de poetas, plumas al amor prendidas, savia derramada en letras de corazones que tiemblan al estallido del verso de tantas almas que sueñan con la fragancia de un beso. . De Mexico a Patagonia desde Julia hasta Juanita, ¡cuántas plumas en la gloria alrededor de Alfonsina! Versos que en el alma pesan dejando miel en los labios de las colmenas de Peza y sonetos de Palacios. . Y esos versos del gran Boris que nos llenan de recuerdos, de aquellos tiempos añejos que guardamos en el alma, con ese saber hacer de una pluma que bien plasma latidos del corazón que nos llenan de esperanza. . Con las rosas de Martí sembró jardines Darío que las regaba Bellí en las mañanas de estío, cuando Hernández nos cantaba las hazañas de aquel Fierro cabalgando por La Pampa con la que soñó Vallejo. . ¿Y qué decir de Granado, de Freyre o del Gran Neruda? mi voz en ronca se muda ante el versar de Obligado y lágrimas como olas con esas sombras de Ureña o ante el dulzor de Espinola que versa como lo sueña. . Despiertan sueños dormidos los cantos de los poetas, por ríos de siete estrellas navegan los angelitos de aquel gran poeta Blanco que quiso pintarlos negros, al estar hasta los flecos de tantos niñitos albos. . Que sirva esto de homenaje aunque corto y queda pobre, a muchos dejé en el sobre, quise plasmar el bagaje, de esos poetas enormes que hicieron las letras grandes poniendo amor y coraje lanzando al viento sus cantes. . Los que faltan saben bien que no me olvidé a ninguno hubiera querido hacer el nombrarlos uno a uno, quizás en otra ocasión, ¡pero ellos muy bien lo saben, que guardo en el corazón los que en el papel no caben!
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Raza de poetas . Toda América encendida con antorchas de poetas...
---- plumas al amor prendidas, savia derramada en letras de corazones que tiemblan al estallido del verso de tantas almas que sueñan con la fragancia de un beso. --- De Mexico a Patagonia desde Julia hasta Juanita... ¡cuántas plumas en la gloria alrededor de Alfonsina!...
--- Versos que en el alma pesan dejando miel en los labios de las colmenas de Peza y sonetos de Palacios. --- Y esos versos del gran Boris que nos llenan de recuerdos, de aquellos tiempos añejos que guardamos en el alma...
--- con ese saber hacer de una pluma que bien plasma latidos del corazón que nos llenan de esperanza. --- Con las rosas de Martí sembró jardines Darío que las regaba Bellí en las mañanas de estío...
--- cuando Hernández nos cantaba las hazañas de aquel Fierro cabalgando por La Pampa con la que soñó Vallejo. --- ¿Y qué decir de Granado, de Freyre o del Gran Neruda? mi voz en ronca se muda ante el versear de Obligado...
---- y lágrimas como olas con esas sombras de Ureña o ante el dulzor de Espinola que versea... como lo sueña. --- Despiertan sueños dormidos los cantos de los poetas...
---- Y por ríos de siete estrellas navegan los angelitos de aquel gran poeta Blanco que quiso pintarlos negros...
--- al estar hasta los flecos de tantos niñitos albos. --- Que sirva esto de homenaje, aunque corto y queda pobre...
--- a muchos dejé en el sobre, quise plasmar el bagaje, de esos poetas enormes que hicieron las letras grandes... poniendo amor y coraje lanzando... al viento sus cantes. --- Los que faltan saben bien que no me olvidé a ninguno hubiera querido hacer el nombrarlos uno a uno...
--- quizás en otra ocasión, ¡pero ellos muy bien lo saben, que guardo en el corazón los que en el papel no caben!
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Poema de Mercedes Bou Ibáñez musicalizado por Suno IA Vídeo hecho con ayuda de Canva y MovieMaker