Cabalgo sobre letras
Jinete de enjutas carnes
cabalgo sobre las letras,
en un mugroso jamelgo
que ya perdió hasta las muelas.
Cabalgo noble señor
con la verdad como estela
y sé que a los malandrines
no les cabe en la cabeza
y arremeten contra mí
en cuanto me doy la vuelta.
Mi teclado va escribiendo
latidos del corazón
y si logran la emoción
de aquel que los va leyendo,
créame mi buen amigo,
que han cumplido su misión.
De no saber escribir
no puede usted el juzgarme
y puedo poëta llamarme
pudiendo bien presumir.
Lo importante es transmitir
con las letras sentimiento,
endulzándole el momento
a todo lector que sienta
las historias que le cuento
como una brizna de aliento.
Llenan mis letras las almas,
sigo fiel a mis ideas
y que aprendan los bellacos
que mi pluma nunca cesa
en defender los entuertos
por caminos de hojas secas.
A quien no guste se joda
suena un poco extravagante
y alguno habrá que se espante
con este hablar que incomoda.
Mas no haga caso rapsoda
y siga usted con lo suyo,
no me venga cual capullo
a decir que son perversos
estos mis lúcidos versos
y quiera buscar barullo.
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